sábado, 5 de febrero de 2022

§ 2.604. El emperador del Norte (Robert Aldrich, 1973)

 

Propuesta interesante de Aldrich, un director por el que tengo la mejor de las opiniones. Recientemente he visto El asesinato de la hermana George (1968) y La leyenda de Lylah Clare (1968) y me han parecido estupendas, especialmente la primera.
Ésta tiene su aquel, aunque la temática es muy propia de un lugar y un tiempo, alejado de nosotros, de nuestra cultura y nuestros intereses. Con un Ernest Borgnine absolutamente imperial, nunca mejor dicho y un Lee Marvin que no le va a la zaga.
Keith Carradine es el actor menos conocido de los tres, y en el duelo intrepretativo no consigue imponerse a los dos, lo cual es natural.
El reto que plantea no me agrada, no me gustan esos brindis al sol, esas pruebas de supervivencia personal. Las entiendo, y creo que funcionan bien en el Oeste, porque tienen algo de sinsentido, pero en otros escenarios se me hace más difícil de apreciar. El sadismo, además, no es fácil de mostrar en el cine y, sobre todo, es muy difícil de apreciar. Portero de Noche (Liliana Cavani, 1973) sea la que mejor ha expresado ese sentimiento. Pero en esta película, que pretende ser de aventuras y de reto del 'bueno contra el malo', el sadismo está sobrando. Aldrich, no obstante, es un director muy aficionado a la violencia, que a veces expresa descarnadamente. En esta hay un par de escenas realmente muy potentes en ese sentido.
La película me recuerda a El tren de Bertha (Martin Scorsese, 1972) en el ambiente, en el trasfondo de la temática.

miércoles, 2 de febrero de 2022

§ 2.603. Una casa en el fin del mundo (Michael Mayer, 2004)

 

Las películas de adolescentes y para adolescentes no me gustan nada. Además esta en concreto no tiene nada de particular. Es bastante aburrida, sin ninguna particularidad. Ni de fondo, ni de forma. Es planta y poco edificante.
Un viaje emocional por veinte años de juventud, desde una temprana adolescencia hasta bien entrado en la edad adulta.
Un diálogo entre el amor adulto y las ensoñaciones juveniles que, naturalmente, conduce a un pastiche imposible de plasmar con fidelidad en una película.
Las relaciones abiertamente homosexuales entre los protagonistas y el desarrollo de la historia había una especie de triángulo amoroso con una de los vértices con escarceos homosexuales fuera de esa relación triangular que habían construido es el encanto de la cinta. No me parece que la problemática esté tratada de manera inteligente. Se centra en dos cuestiones: el sexo y los celos, cuando, en realidad, pueden observarse otras perspectivas distintas. 
Hay que ver de todo, y esta es una película más, sin más ni más. No me ha gustado.

§ 2.602. Peligro a fondo (Raoul Walsh, 1943)

 

Entretenida película de temática similar a Casablanca. Neutralidad política de Turquia, Nazis que enredan para que no sea así en el futuro, y, por supuesto, una mujer guapísima y un Americano de oscuros sentimientos y pasado algo turbio que, sin saber por qué se ofrece a ayudar a la mujer.
Estética muy cuidada, blanco y negro diáfano.
La presentación de los personajes en pena acción, en vivo y en directo, sin concesiones. La película es un trozo de la vida, que tú ves en un determinado momento, pero antes había sucedido otras cosas y otras sucederán después. Todo en movimiento.
No se comprende bien cuál es el interés del Americano en todo el embrollo, y algunos fallos de guión sí parece tener, amén de las tomas de la maqueta del tren, que son un poco ridículas... Pequeños errores que te recuerdan que lo importante es la ilusión por las cosas. El cine es pura ilusión, ser capaz de transportarte a otro lugar, a otro sitio emocional.
George Raft hace un papel brillante, no muy usual en él. A Brenda Marshall no la hemos visto en demasiadas películas. Sydney Greenstreet siempre hace el mismo papel, siempre. Gordo odioso lleno de dinero y luchando por el poder. Peter Lorre es mucho mejor actor de lo que podría parecer. Aunque sus roles son parecidos, siempre en el borde del mal, tiene una mirada locuaz y hasta cierto punto sincera.
Un Noir como mandan los cánones.

martes, 1 de febrero de 2022

§ 2.601. María Estuardo (John Ford, 1936)

 

He leído -no recuerdo dónde- que era una película que no le gustaba al propio Ford, que la consideraba fallida, poco lograda.
Se hace raro ver a Katharine Hepburn en el papel de reina. Además los arquetipos de mujer fuerte de Ford no parecen adaptarse a su figura. Un carácter especialmente definido, muy determinado. En vez de ver a la Reina ves a Hepburn.
No fue una película que funcionase bien en taquilla, básicamente por la complejidad de la historia -una católica heredera al trono de Escocia, viuda del Rey de Francia que regresa a Inglaterra para reclamar su trono-, y lo alejado de los intereses americanos.
No es una de mis favoritas de Ford, pero se deja ver. Tiene su gracia, está muy bien rodada y constituye una cierta 'rareza' en la filmografía de Ford. Hoy es el día de su nacimiento, y he viso dos películas suyas en su honor.
Además no deja de ser una rareza en su filmografía. Una película de época de Ford. 
Me provoca una cierta hilaridad recordar las críticas que se han hecho a las películas de Ford por su universo femenino, tildándolo de misógino, machista, retrógrado, etc. No aprecian correctamente sus personajes, sus virtudes, sus propósitos. La falta de conocimiento produce prejuicios.
También participan: Fredric March, jovencísimo, Florence Eldridge (que fue la mujer de March durante treinta años) y el muy reconocible John Carradine, que hace un papel muy interesante.

§ 2.600. Tres hombres malos (John Ford, 1926)

Una de las mudas suyas más célebres. Tiene todo lo necesario para ser una gran película. Y lo es. Naturalmente es más difícil de seguir que una película sonora, pero da gusto verla.  Una trama muy del oeste, perfectamente organizada y secuenciada en el tiempo del que dispone. 
Muy interesante es el juego singular que mantiene Ford entre comedia y drama, una mezlca un poco rara, pero que le queda estupendamente. Como también le queda muy bien, aunque sobre el papel pueda parecer lo contrario, la idea de convertir a los malos en buenos, a los pérfidos en protectores. Y al Sheriff en malo. Todo un guiño a la vida misa y a la realidad.
La música que acompaña la película, entre irlandesa tradicional y folk americana, es pegadiza y adecuada a lo que se pretende. Subraya los momentos dramáticos con un piano muy enfático o con un violín algo estridente, componiendo una banda sonora auténtica, muy propia de las películas mudas.
Es consideraba por mucho como una gran obra de Ford, de los mejor de su época silente. No he visto mucho suyo de esa época . Pero, desde luego, esta película, situada en su contexto, con sus medios y las posibilidades técnicas que brindaba la época, es una maravilla.
El actor que más conozco es George O'Brien, uno de los hombres de Ford de toda la via.
Tiene imágenes muy potentes: las carretas quemando la iglesia, o la carrera hacia la conquista de tierras. Potentísimas, de una fuerza dramática innegable.
Me ha gustado mucho.

domingo, 30 de enero de 2022

§ 2.599. Hamlet (Franco Zeffirelli, 1990)

 

Una versión más de un drama llevado al cine muchísimas veces. No sé qué aporta esta nueva versión, pero se aprecia un cierto aire de modernidad que en otras versiones que he visto.
Probablemente no tiene la carga actoral que la Laurence Olivier, y, a lo mejor, el seguimiento de los diálogos no es tan fidedigno como en la obra original de Shakespeare, pero sí me parece que la puesta en escena es estupenda. Se ve bien, la ropa, los trajes, los castillos, la comida, el mobiliario, etc. En eso probablemente sí sea una versión oportuna.
No veo a Mel Gibson en el papel de Hamlet. No es un desastre, pero no consigue ni en tono, ni la intensidad, ni el empaque requerido. Tiene espejos muy duros en los que visionar su personaje. El peso de la película descansa en sus monólogos, y, sinceramente, naufraga por todos lados. No es un mal actor, todo lo contrario. Tiene su gracia, pero no para este tipo de películas. Estaba en el momento más álgido de su carrera y supongo que intentó hacer algo diferente, distinto. Creo que no le salió bien. A mi no me agrada especialmente. Es impostado, muy físico, como si exudara su papel. Y tengo a este tipo de obras por más contenida, suaves, dulces, basadas en la fuerza interior y en los excesos corporales. 
Glenn Close tampoco aprecio yo que le haya dado el tono requerido para un personaje tan dramático y, a la vez, frívolo. Parece que está allí, cuando es evidente que en la obra original tiene un sentido más hondo, más protagonistas, más involucrada en el drama.
Alan Bates como el rey que mató a su hermano y se casó con su mujer le impone una ligereza que estoy seguro que no tiene el papel que le dio el autor de la tragedia.
Lo de Paul Scofield es otra cosa. Transmite energía, intensidad y una credibilidad y veracidad acorde a lo que se espera de él. Es sombrío y oscuro, algo perverso y se encuentra resentido. Clama venganza pero no puede llevarla  a cabo y requiere de su hijo para ello. Muy buen actor, a través de sus intervenciones se estructura la película.
Ian Holm también funciona muy bien. Su papel es distinto, a medio camino entre lo trágico y lo liviano. Helena Bonham Carter debería ser una niña cuando hizo la película. Tenía 24 años cuando hizo la cinta, pero, desde luego, está muy caracterizada y parece mucho más joven.

§ 2.598. Volver a empezar (José Luis Garci, 1982)

 

Un viaje emocional hacia la infancia, hacia la patria. Recuerdos de toda una vida que vuelven a uno en el momento de morir. No puede ser más bonita la película. Tierna, dulce, optimista, alegre, vital, única...
El reencuentro con el amor de juventud, el amor de tu vida, la reconciliación de los españoles tras la guerra civil. La marcha de tu país por motivos políticos, el durísimo exilio por países del mundo, la esperanza de volver, la vuelta, el dolor, la vida. La muerte.
El tintineo de la música, como en muchas de Garci, que no deja de sonar. 
Me gusta muchísimo Garci. Creo que es un director que, simplemente, no casa bien con la sociedad en la que vive. Maltratado por la prensa de izquierdas, básicamente por ser una persona libre, sin ataduras.
Una película imprescindible en el cine español.

§ 3.878. Comando de asesinos (Julio Coll, 1966)

Inspirada evidentemente en las películas de 007, pretende darle a la trama la misma mezcla de comicidad y seriedad en ambientes veraniegos, ...