Lev Stepanovich era un contador de historias ciego que la abuela de León Tolstoy tenía a sueldo en la casa familiar. Era legendaria su capacidad para contar cuentos... manipularlos, hacerlos una y otra vez de manera diferente... Eso pretende este Blog, contar cuentos... de manera creible.
lunes, 8 de noviembre de 2021
§ 2.512. Incendies (Denis Villeneuve, 2010)
domingo, 7 de noviembre de 2021
§ 2.511. Harakiri (Masaki Kobayashi, 1962)
Realmente el cine japonés es mucho más que Kurosawa, Ozu, o Mizoguchi, y esta obra es una buena prueba de ello. Tan buena como cualquier de las obras maestra de esos tres monstruos.
Aunque puede parecer un tema conocido, trillado, y aunque nos queda lejos culturalmente hablando, la cinta consigue que te llegue la historia. Realmente es un relato fantástico, nada enredoso, muy claro, con una exposición limpia, lineal incluso en sus introspecciones hacia atrás. Se va descubriendo, poco a poco, la historia, el trasfondo, las motivaciones, la venganza... Tanto la exposición del ritual del harakiri, como su componente axiológico o moral está perfectamente tratado.
La fotografía es muy nítida, pero sin esos preciosismos de las películas en blanco y negro de los directores 'americanos': Lang, Hitchcock, o Preminger. No tiene claroscuros, ni contrapicados, ni ningún recurso de ese tipo. Expone la acción a la luz blanca prácticamente sin sombras, sin reflejos.
Los actores, naturalmente, no me suenan de nada: Tatsuya Nakadai, y Rentarô Mikuni en los papeles principales. Aunque indudablemente deben ser tremendamente conocidos, porque cada uno de ellos tiene más de cien películas.
Una maravilla. Me ha encantado. Me ha parecido una obra de arte. No sé cuál es la sensación que tienen otros amigos del cine. Ni lo sé, ni me importa, porque nunca me ha importando. Tampoco pretende que mi criterio sea seguido por alguien. No soy más que un simple aficionado.
miércoles, 3 de noviembre de 2021
§ 2.510. La calle del misterio (John Sturges, 1950)
martes, 2 de noviembre de 2021
§ 2.509. El enemigo público (William Wellman, 1931)
§ 2.508. ¡Jo, qué noche! (Martin Scorsese, 1985)
Un comedia negra de esas que o te salen bien y se convierten en una gran obra, o son completamente prescindibles. Seguramente los sesudos intérpretes de la comedia americana sean capaces de vislumbrar en ella aspectos interesantes que la eleven a un estado superior de calidad, pero a mi no se me ocurren cuáles pueden ser éstas. Me parece una obra menor, y, desde luego, una obra menor en la filmografía de Scorsese, que tiene obras magníficas junto con otras muy menores.
A esta película no le he cogida la gracia. Como otras suyas la veo por ser de él. No me ha motivado nada. Me parece una sucesión de imágenes sin demasiado sentido, con una forma de narrar que no me agrada. Ni la entiendo, ni intento comprender por qué. Simplemente no es mi tipo de cine. Seguro que hay muchos aficionados a los que le gusta mucho esa película y este cine. Con un guión abracadabrante, una mezcla entre sueño y realidad, un cine entre experimental y narrativo. No me ha gustado nada.
lunes, 1 de noviembre de 2021
§ 2.507. The Boxer (Jim Sheridan, 1997)
§ 2.506. El verdugo de Venecia (Luigi Capuano, 1963)
Película italiana de aventuras de corte clásico. Aventuras, espadas, honor, peleas. Un "Capa y espada" como las de toda la vida de Hollywood. No se aprecia a simple vista diferencias en el formato o el tratamiento. Enemigos irreconciliables que además de la lucha por el poder o la política se ven separados por el amor de una mujer. Tiene atrezzo, música, trama, un guión bastante previsible y un resultado previsible. Entretiene. Sin más.
Desde luego le falta una gran estrella para poder considerarla una obra mayor. Ese papel no puede jugarlo Lex Barker, actor limitado y del montón, que igual hace vaquero que de espadachín.
Le acompañan Guy Madison, y una guapa Alessandra Panaro en los papeles esenciales.
Interesantes escenarios naturales -rodada inequívocamente en Venecia- y una ropas un poco recargadas hacen el resto. Lo que se ha llamado, de toda la vida, diseño de producción.
No me parece tan mala como podría parecer. No es una clásico del género, pero se deja ver, entretiene, mantiene la tensión y se disfruta.
§ 3.785. Un juego de muerte (Robert Wise, 1945)
Un extraordinario remake de una extraordinaria película: "El malvado Zaroff" ( Irving Pichel, y Ernest B. Schoedsack, 1932). Y au...

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Erotismo nazi, intensidad sexual desacostumbrada, transgresión sexual, porno light, deseo reprimido y luego exaltado, naderías en un entor...
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Su título original -Voodoo Passion- es bastante más elocuente que la traducción, que oscurece el sentido de la cinta. En este caso la titu...
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Una más de brass. No tiene esa facilidad para contar historias que se le aprecia en otros momentos, en otras películas. Ese ambiente nazi y ...