Muy buena película. Con un reparto magistral: Robert Wagner como el Príncipe Valiente, James Mason como el experto caballero curtido en varias batallas que está de vuelta de todo, Janet Leigh en una película distinta a Psicosis, o a Sed de Mal, Debra Paget sin la serpiente de la Tumba India, y el grandísimo actor Sterling Hayden, capaz de interpretar a un muerto y ser creíble.
Una historia limpia, blanca, sin malicia, entretenida, con sentimientos puros, una auténtica historia de aventuras. A diferencia de Los Vikingos, de Fleischer es más limpia, menor ruda, más infantil. Y se diferencia de El Halcón y la Flecha de Tournier porque no centra tanto en las relaciones amorosas (no manifestadas explícitamente) y en las peleas, algo cómodas y muy esteriotipadas. En realidad constituye un medio camino entre ambas.