lunes, 19 de diciembre de 2016

ALLEN, Lewis. Alma negra (1948)

Inquietante cinta. Con unos personajes muy definidos, muy claros en su contenido moral, en sus expectativas, en sus comportamientos. Nada dudosos.
Ann Todd es una actriz peculiar, muy oscura, negra, como el título de la película... La llamaban la pequeña Garbo, pero no tiene la profundidad emocional de ella. Es mucho más liviana, tiene menos recorrido y está mucho más encajonada en su espectro interpretativo. Siempre relacionado con mujeres singularmente dañinas, guapas con peligro, sin ser la típica mujer fatal. Retorcidas, con planes ocultos, taimadas, suaves pero peligrosas, llenas de rencor, sin contenido moral. Unidireccionales en su propósito.
Ray Millan es un caballo trotón, no te va a ganar carreras, porque no tiene esa velocidad, pero sí puede correr muchos kilómetros a gran velocidad. Es un actor de fondo, de recorrido, que puede hacer prácticamente cualquier papel, y en este esas virtudes hacen que haga bien su trabajo, pero se queda un poco descompensado frente a Todd, que está hecha para este tipo de tramas.
Es una buena película, de un director solvente, que seguramente creó escuela, una cinta de culto, que el paso del tiempo no ha hecho olvidar, antes al contrario. Seguramente sea una cinta de culto, recuperada por el paso del tiempo.

sábado, 17 de diciembre de 2016

GREENGRASS, Paul. Capitán Phillips (2013)


No me ha gustado nada, pero nada de nada... Me ha parecido que toda ella es una sobreactuación, un guión que, aunque probablemente se corresponda con la realidad, en el cine no queda del todo bien, es demasiado rápida, demasiado espídica, no deja hueco a ningún tipo de reflexión, ni siquiera te puedes fijar en los detalles. Me ha parecido superficial y poco trabajada.
En definitiva, nada recomendable.

viernes, 16 de diciembre de 2016

KING, Henry. La colina del adiós (1955)


Melodrama romántico al servicio de dos grandes actores, Willian Holden y Jennifer Jones, que están muy razonablemente comprometidos con sus personajes, con una trama interesante y grandes dosis de angustia vital.
Tiene todos los ases para convertirse en un clásico, y probablemente lo es, pero no me ha gustado demasiado, no me ha llegado. Ademas, a mitad de la película me informaron de una noticia que no se me olvidará en la vida.
La musica, a fuerza de ser repetitiva se convierte en una molestia... es una melodía repetitiva, obsesiva, machacona.
Un película más, sin más.

jueves, 15 de diciembre de 2016

DREYER, Carl Theodor. Ordet, la palabra (1955)

La película una vez vista no se olvida. Eso seguro. Es muy distinta a cualquier otra, en la forma, en la temática, en el fondo, en los recursos, en la luz, en la sensación de pausa y parsimonia, en la decoración, austera no, lo siguiente.
Cine de autor en estado puro, dogma. Minimalismo técnico, expresionismo en blanco y negro y contención en la interpretación.
Religión y dogmatismo en estado puro.
Le he puesto un 9, no tanto porque me haya parecido una maravilla, que probablemente lo es, sino porque no la voy a olvidar en la vida. Es diferente a cualquier otra cosa. Diferente a todo lo visto hasta ahora.
No es una obra de teatro, no tiene un guión con mucho desarrollo temática. Es una exposición ordenada de una dialéctica dogmática sobre la religión, sus fronteras, sus repercusiones para la vida social y personal, y, sobre todo, es una reflexión sobre la fe, sobre la religiosidad y sobre la trascendencia del ser humano.
Con momentos dramáticos muy efectistas: el dolor es bello, también me enamoré de su cuerpo...
No se olvida.
Me gustaría saber más de su director, que por lo poco que he leído de él debió tener una religiosidad intensa... por decirlo suavemente.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

MAMOULIAN, Rouben. Sangre y arena (1941)

Melodrama con todos los tópicos imaginables. Toreros, gitanos, santos, vírgenes, novias de toda la vida, pobreza, sangre... y arena.
Tyrone Power sería capaz de hacer de muerto y sería creíble... Rita Hayworth era una mujer extraordinariamente guapa, algo más limitada en su forma de actuar.

martes, 13 de diciembre de 2016

SPOTTISWOODE, Roger. Bajo el fuego (1983)

Desconocido para mi director. No es mala, pero es muy larga y se repite un poco al final. 
Como siempre elevando la profesión de periodista a los altares de los oficios permisibles por hombres morales, duros pero con un fondo (marxista, obviamente) heroico que les permite juzgar sobre la marcha cualquier tipo de contienda bélica siempre que puedan ponerse en contra de los intereses de su propio país. Un poco lo de siempre...
Nolte está fantástico, y Hackman casi como siempre, planito pero simpático...
La desconocida para mi era Joanna Cassidy, que no la recordaba en película alguna. Es un tipo de mujer que no me agrada, demasiado imperiosa, en un rol de fuerza que ni siquiera me agrada para los hombres. El propio Nolte es más fino en sus actuaciones, en sus gestos, en sus movimientos.
Pero bueno, es algo menor. El fondo es lo que no me acaba de agradar. No un un juicio moral a Somoza, ni a sus actuaciones, ni siquiera es un juicio moral al revolucionario, Rafael. Es más que eso, es una especie de superioridad ética de todo lo que sea revolucionario sin necesidad de mostrarlo. En algún momento de la película dice Nolte que él no toma partido, que es periodista, pero obviamente eso significa que ya ha tomado partido, por el lado correcto (según él), naturalmente... 

§ 3.897. Fedra West (Joaquin Luís Romero Marchent, 1968)

  Un guión previsible, aunque interesante. Con la gracia de ver al gran actor que fue Simón Andreu en un rol del oeste. No es exactamente un...