domingo, 17 de abril de 2016

MILLER, Frank. Sin city (2005) [Codirigida con Robert Rodríguez]

La estética del cómic llevada a la gran pantalla. La verdad, como experimento es divertido, tiene su gracia. Hay momentos curiosos, y muy heavy en otros. No es que sea la película de mi vida, obviamente, pero está bien, se deja ver y así ves otro tipo de cosas, no siempre lo mismo.
No me importaría ver la segunda parte, que se acaba de rodar hace nada, un añito.
Pero no es mi cine favorito.

sábado, 16 de abril de 2016

McLAGLEN, Andrew V. Lobos marinos (1980)

La influencia de los Cañones de Navarone sobre esta película es evidente. Es prácticamente la misma historia, con algún matiz. Dos actores repiten, Peck y Niven, en papeles además muy parecidos.
Tengo que reconocer que mi manía a McLaglen empieza a estar un poco injustificada. Ya son tres cintas que me han parecido más que razonables. El Valle de la Venganza, Camino a Oregón y esta. El Gran McLintock tampoco está mal.
Me pasa un poco lo mismo que con J. Lee Thompson, que tiene tres o cuatro cintas muy razonables y luego muchas otras que no valen la pena. Pues algo similar. Cuando derrapa este director se le va la pinta, además de especializarse en recopias de cintas y segundas partes de películas míticas: El puente sobre el rio Kwai, de Lean, o Doce del patíbulo 2, de Aldrich.
Siempre me quedará la duda, creo que a todos los cinéticos, si cuando ayuda a Ford a rodar el hombre tranquilo como segundo cámara no lo hace por la amistad profunda de su padre con el maestro. Victor fue un buen actor, oscarizado por El Delator, secundario en muchas de Ford, creo recordar así de memoria que en las tres de caballería. Y, desde luego, personaje memorable en El Hombre Tranquilo.
Mis reparos se disiparon en parte cuando leí la breve biografía que de él hace Wikipedia. Hombre sin pretensiones, director por amor al cine, que cuando se retira imparte clase de composición teatral y cine a muchachos de instituto en su pueblo natal.
Tengo once de él, creo que las más significativas de su ventitantas que tiene, sin contar con sus colaboraciones para TV.

viernes, 15 de abril de 2016

ALLEN, Lewis. La hija del pecado (1947)

Buena película. De Alle ya he visto varias, y son todas buenas. Esta en concreto no es la mejor, pero está bien. El papel protagonista parece creado para la flaca. Es rubia platino, delgada y eterna. Mujer un poco a la contra de lo que se destilaba en la época dorada, con mujeres más altas y frondosas, tipo Lana Turner, Hedy Lamar o Kin Novak.

jueves, 14 de abril de 2016

MARSHALL, George. Duelo en la jungla (1954)

Interese. Uno de mis actores favoritos, poco favoritos, ya en su crepúsculo de su carrera. Algunas imágenes, pero no mucho más. Mejor presentación que desarrollo, más capacidad de sugestión que calidad fílmica.

miércoles, 13 de abril de 2016

KELLER, Harry. La hora de la verdad (1958)

Pues me ha gustado, está bien rodada y aunque se nota que es un poco película de serie, rodada de manera automática, no exactamente de serie B, está bien, muy bien. Se hace raro ver a Fred Mc Murray como pistolero del oeste (Juez, en realidad), y algunas cosas no están bien explicadas, sobre todo el enredo amoroso, pero en realidad es una buena cinta. No es  un gran Westher, por supuesto, pero se ha dejado ver.

martes, 12 de abril de 2016

HITCHCOCK, Alfred. Alarma en el expreso (1938)

Los primeros veinte minutos podrían haber quedado reducidos a 10 ó 12. El resto está bien, no es esa espectacularidad del Hitchcock americano, de su período a mi juicio más brillante, pero está bien. Un poquito lenta en algunas fases, sin la debida tensión, sin la tensión que él sabe provocar como nadie, pero es muy agradable de ver.

domingo, 10 de abril de 2016

HATHAWAY, Henry. Valor de ley (1969)

La segunda vez que la veo. Me parece mejor película ahora. Wayne es mucho mejor actor de lo que parece. Quiero decir que tiene fama de no tener más que un registro y demás, y no es así. No es un actor maravilloso, no es Lancaster, o Mason, o Clif, y ese tipo de actor que por sí mismo construye una película, pero no es mal actor. Su desarrollo es comedido, algo contenido, con pocos matices pero transmitiendo autenticidad. Supongo que ha sufrido es estigma de encasillarse demasiado en cintas de oeste, y además tener una amistad incondicional con Ford, lo que de por sí es ya un mérito, pues no parece que John Ford fuera de muchos amigos. Afiliaciones políticas al margen...

§ 3.558. Pinky (Elia Kazan, 1949)

  Dura y seca. Aspera y amarga. Totalmente comprometida con mostrar una fealdad que en 1949 era mucho más cruda que en estos tiempos actuale...