sábado, 23 de noviembre de 2013

Robert Stevens. Nunca ames a un extraño (1959)

Melodrama poco eficaz, sobre una temática muy trillada. Nada destacable, algo efectista y muy melodramático. La intervención de los actores es sana pero algo sosa. Queda como una película antigua, mayor, como pasada.

viernes, 22 de noviembre de 2013

RAY, Nicholas. Más poderoso que la vida (1956)

Buena película, producida por James Mason, muy a la medida de su personalidad, y su capacidad interpretativa, probablemente uno de los actores más versátiles y con carreras más prolífica de la historia del cine.
Un hombre de clase media, pluriempleo en dos trabajos, como profesor y como controlador de taxis sufre una rara enfermedad. La mitigación del dolor sólo se consigue con pastillas de cortisona, tratamiento experimental que le provoca una alteración de la personalidad con fuertes alteraciones, desde cambios de carácter brusco y euforia desmedida, hasta delirios de grandeza y megalomanía. Comportamientos desmedidos que sufren tanto su familia, mujer e único hijo, como los compañeros de trabajo y niños de la escuela.
Análisis serio y profundo de lo que es un cambio de personalidad producto de una adicción, muy bien interpretado por un magnífico actor.

007. El mañana nunca muere (Roger Spottiswoode, 1997)


Un poco lo de siempre...

sábado, 16 de noviembre de 2013

SIODMAK, Robert. El gran pecador (1949)

     Magnífica película del maltratado Siodmak... No es director del gusto de la crítica, y probablemente tampoco tuvo mucha proyección entre el público, pero a mi me parece un estupendo director, con películas fiables, certeras y bien rodadas. 
     En este caso narra los días finales de un hombre adinerado que por amor se ve envuelto en enredos de juego, al punto de dominarle totalmente. Se dice en la película que es un escritor famoso, y es un guión de El Jugador, de Fiódor Dostoievski.
   Bien narra, profundamente expuesta la problemática del juego, las trampas para que continúe jugando y las dificultades que experimenta el jugador, la enfermedad por jugar, el vértigo...
   De esas que hay que ver.

domingo, 10 de noviembre de 2013

007. Goldeneye (Martin Campbell, 1995)

Primera de Borman, primera de 007 en los noventa, primera de un director nuevo y se nota... me ha gustado mucho más que las clásicas de los ochenta, peores a su vez que las de los setenta, las buenas de verdad.

LUMET, Sidney. Punto límite (1964)

Interesante reflexión sobre el poder absoluto, la guerra nuclear y el poder de los militares y asesores en la creación artificial de un conflicto, o por mejor decir, agrandamiento exagerado de un conflicto real. La política elevada a la categoría de arte bélico.
Muy buena película, muy bien hecha, y muy bien narrada. 

§ 3.556. El orgullo de los marines (Delmer Daves, 1954)

John Garfield y Eleanor Parker, una pareja absolutamente brillante, sobre todo ella. Él tiene una fisonomía más normal, unos cánones de bell...