viernes, 2 de agosto de 2013

ALDRICH, Robert. Comando en el mar de china (1970)

Entretenida película bélica, del más que correcto director Robert Aldrich, a quien se le debe una de las mejores películas bélicas de la historia: Doce del patíbulo.
No es aquella, ni mucho menos, pero se deja ver, está bien rodada, con un metraje comedido y un resultado más que previsible. Notas dramáticas y seguridad en la filmación, buenos actores secundarios y muy bien los principales, especialmente Cliff Robertson, que no le pierde la cara en ningún momento a un joven Michael Caine.

jueves, 1 de agosto de 2013

TARANTINO, Quentin. Django desencadenado (2012)

Excelente película. Whester magnífico desde una óptica menos típica, menos clásica, más real. Muy bien elegidos los personajes, muy bien Di Caprio, Excelente Jaime Fox y genial Waltz... Es una muy buena película, perfectamente recomendable.

BIGELOW, Kathryn: K-19 (2002)

Buena película. Sin más. No sé si en otra me ha pasado, pero no recuerdo haber visto más que mujeres muy al principio, en la vaya que separa a los marinos del submarino, lo cual es toda una paradoja. No sé si incluso es solamente una la que aparece, la novia de un marino, lo cual es una paradoja.
La película es buena, pero nada del otro mundo. Tiene la fuerza de saber que es un hecho real, pero nada más... Por otro lado es flojilla en otros aspectos, demasiada tensión emocional, y un poco de confusión. Si me gusto la ambientación del interior del submarino, probablemente más verosímil que otras películas de este género.

martes, 30 de julio de 2013

LEONE, Sergio. Por un puñado de dólares (1964)


La primera película de Leone. Bueno, la primera película del Leone que conocemos como Leone. Antes había hecho dos peplum en toda reglas, con algo de fortuna pero (supongo) poca calidad artística, o al menos con menos fortuna de crítica y público.
En esta se nos muestra un escenario muy claro de lo que será su filmografía básica, y de las relaciones frías, distantes y muy interesadas entre los personajes.
Westher post-moderno, pero moderno. No sicodélico, ni nada parecido.

sábado, 13 de julio de 2013

STURGES, John. Duelo de titanes (1957)

Ok Corral, duelo en OK Corral. Burt probablemente sea el mejor actor de todos los tiempos, el más versátil, el que más sea adapta. Kird Douglas tampoco le va a la zaga, aunque con menor empaque La película es buena, es un buen wester, típico en la mitología americana. Sherriff de reputación inquebrantable se ve ayudado por un tahur para saldar una deuda e sangre. Una familia acosa a su hermano, también sheriff y debe ayudarle, aun a costa de perder a su chica. Es buena. No es su mejor película.

viernes, 12 de julio de 2013

PREMINGER, Otto. Primera victoria (1965)

El acercamiento de Preminger a la temática bélica, aunque en realidad no narra cuestiones atinentes a batallas o problemas específicamente militares. Es más una película clásica, con dos cuestiones centrales: el amor maduro, y la relación con un hijo al que no se conoce, pues el divorcio interrumpió la relación con él.
Tangencialmente, y como cuestión no menor se analiza la relación de la prensa con los militares, con la cúpula militar, y cómo ésta pretende sacar provecho propio.
Buenas actuaciones de Wayne, muy en la línea de su sobriedad emocional y contención. Menor Douglas, muy escasillado en su papel de crapulillo de tres al cuarto, y dos intervenciones estelares, dos cameos, de Dana Andrews y de Henry Fonda.
No es de lo mejor de Preminger, pero no es mala película. Quizá un metraje excesivo, 160 minutos, aunque en esta versión se incluyen los cortes no incluidos en la versión más comercial, que como mucho llegan a 10 minutos.

jueves, 11 de julio de 2013

STEFAN ZWEIG Novela de ajedrez, Acantilado, Barcelona, 2011

   Zweig es un escritor de una altura considerable. Rápido, directo, al grano, sin diletantismos, sin concesiones a la tontería. Tiene algo que contar, mucho que contar, y lo cuenta, de manera directa y sin perder el tiempo. Tiene la virtud de entretener, y, además, dejar un poso profundo y con mensaje.
   Junto con mi adorado Mann y mi más adorado Hesse forman parte de los mejores literatos de todos los tiempos.
   En este caso nos encontramos con un jugador profesional de ajedrez que un viaje en barco se encuentra con un jugador amateur que utilizó el ajedrez como vía de concentración y escape cuando fue sometido a un vigilancia exhaustiva y a unos interrogatorios durísimos por parte de la Gestapo. Emplear el ajedrez como método de huida frente a una realidad que se oprimía y apresaba por partes iguales y con idéntica dureza.

§ 3.891. El 7º día (Carlos Saura, 2004)

  Sucesos bien conocidos, especialmente por un extremeño, y singularmente por uno que estudió derecho, como es el que escribe, en aquellos m...