Buena película, que había visto de niño alguna vez, porque la imagen del diamante en la lámpara la recordaba perfectamente. Es la última cinta del gran maestro. Y no es mala cinta. Tiene ritmo, esos espacios musicales, especialmente cuando los protagonistas bajan la montaña conduciendo el coche sin frenos, con unos planos cenitales muy bonitos.
Las dos tramas que van confluyendo en una sola es muy inteligente, y los diálogos y el guión están muy tratados. Es una despedida muy digna. Nada que ver con sus rotundas obras maestras, pero está muy bien.
De Hitchcock me faltan muy pocos películas, no más de 10 ó 12, y casi toda ellas de las más antiguas.
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