miércoles, 20 de marzo de 2024

§ 3.347. Martín (Hache) (Adolfo Aristarain, 1997)

 

Película celebérrima que tenía muchas ganas de ver. Hasta ahora no había encontrado el momento.
El reparto es absolutamente escandaloso: Federico Luppi, Juan Diego Botto, Cecilia Roth, Eusebio Poncela y Sancho Gracia. Cualquiera de ellos podría sostener por si mismo cualquier película con verdadero éxito.
Intimista, realista, dura y tierna. Desde luego merece la fama que tiene. Un viaje introspectivo hacia el propio interior de cada uno, hacia lo que fue, hacia lo que pudo ser, hacia lo que nunca fue. Hacia todo aquello que esperamos de nosotros mismos.
La inseguridad de la madurez, la visión retrospectiva de uno mismo, La soledad querida por el miedo a no ser capaz de encajar con un amor, con una familia, con uno mismo. Y el salto a la madurez, necesariamente brusco cuando las necesidades aprietan, cuando los acontecimientos mandan, cuando se requiere de uno mismo algo más que su propio yo.
Me ha parecido una película estupenda, de esas que hay que ver. Que enseñan y que recuerdas, que acompañan a la vida y que sirven de recurso para la reflexión propia en determinados momentos.

martes, 19 de marzo de 2024

§ 3.346. Arroyo Comanche (Frank Mc Donald, 1963)

Tal y como narra la voz en off del comienzo parece una historia real. Director desconocido para mi -no he visto nada suyo- que tiene más de cuarenta películas, muchas de ellas no editadas en España, y algunas series para televisión.
Ésta, probablemente, sea su mejor película. Un Western muy básico, previsible, bien rodado pero sin gancho, algo plano y sin gracia.
Funciona a medias, por momentos, haciéndose larga, a pesar de tener un metraje comedido. La pretendida intriga detectivesca que sustenta la trama no tiene matices, no tiene vida, se muestra demasiado artificial.
Buen color y el interés de ver a Audie Murphy mantienen la atención. Sobra la voz en off que recurrentemente comenta las escenas más importantes. No sólo no es necesaria, sino que sobra y complica el desarrollo de la cinta. Al comienzo, para la presentación, podía tener su razón de ser. Luego, más tarde, con la cinta lanzada, no parece necesario. 
 

lunes, 18 de marzo de 2024

§ 3.345. Sección especial (Constantin Costa-Gavras, 1975)

 

Adaptación del guión por Jorge Senprúm, un hombre al que siempre he tenido un gran aprecio intelectual. Un gran escritor con un activismo político y un compromiso indeleble con sus valores y su forma de ver la sociedad, el futuro, la economía, el arte, y la vida. He leído muchas cosas suyas, y todas me han gustado mucho. Tengo que volver a leer alguna cosas de él.
Vichy, la Francia ocupada, el gobierno colaboracionista, la oposición, la política, la represión.
Las imágenes a cámara lenta del atentado en el metro son impresionantes, una escena magistralmente rodada que refleja claramente cuál es el sentido de la violencia política.
Puede verse, perfectamente, como una clase de derecho penal y procesal penal: retroactividad de las leyes, independencia del poder judicial, etc.
Interesante, instructiva y sumamente atrayente para un aprendiz de jurista. La lucha del poder frente a la legalidad. Un tema de siempre, un tema de antes y de ahora. Y del futuro. La legalidad en términos de jurisdicciones especiales.
Una película muy jurídica.

domingo, 17 de marzo de 2024

§ 3.344. El hombre que amó a Cat Dancing (Richard C. Sarafian, 1973)

 

Un Western que no sabes muy bien si es 'neowestern' o si es Western crepuscular, más bien lo primero.  Pertenece al tipo de Dos hombres y un destino y similares.
No es una película típica del Oeste. El enredo amoroso contribuye a diluir la atención en la trama belicosa. 
Avanza despacio, no tiene un ritmo muy alto y por momentos funciona, pero no mantiene el interés. La 'road movie' que muestra naufraga y se muestra algo superficial y poco sustanciosa. Costumbrista y realista, pero no épica. Le falta la sustancia típica de las del oeste, esa mezcla de heroísmo, falta de sentido común, capacidad de hacer el bien y de enfrentarse poco juiciosamente a hombre duros con lo que no tienes ninguna cuenta pendiente. Pretende narrar cosas que sí suceden, y las leyendas siempre son más interesantes que las que acontecen.
Me gusta mucho una cosa, el director agota las escenas, las hace largas. En realidad no hay más que dos o tres escenarios en la primera hora. Algunas de las escenas se desarrollan por varios minutos, en la casa del amigo prácticamente quince.
Buen reparto: Burt Reynolds funciona muy bien, era un indudable éxito en taquilla, era el rey. Sarah Miles, delicada y soñadora.  Lee J. Cobb, Jack Warden y George Hamilton como secundarios que podrían, por sí mismos, soportar una cinta como protagonistas.

§ 3.343. Diario de una ninfómana (Christian Molina, 2008)

 

Pues pensaba que tenía más fondo y más recorrido. Pero no. Es una soberana tontería. Podía haber sido una cinta con mayor desarrollo. Probablemente el éxito de la novela del mismo nombre y su escritora -Valérie Tasso- que se convirtió en una auténtica celebridad, aunque bien es cierto que fugaz e inconsistente.
La actriz protagonista es menuda, delicada, guapa sin estridencias, pero no da el papel de pérfida, de obsesionada con el sexo. Ha participado en muchas películas y, sobre todo, series para televisión. Sólo la he visto en Flores negras (David Carreras, 2009), y no la recuerdo.
La música acompaña, Leonardo Sbaraglia hace su papel, Geraldine Chaplin como estrella invitada tiene su relevancia, pero le falta andamiaje, estructura sustento argumental. Se convierte en una sucesión de escenas semipornográficas sin demasiado sentido. No tiene, ni siquiera, la gracias, de las películas de Jess Franco, y no digamos las de Tinto Brass, verdadero maestro en este género.
La supongo un éxito en taquilla, porque estas cosas funcionan, pero no es especialmente brillante. Una más.

sábado, 16 de marzo de 2024

§ 3.342. Su propia víctima (Paul Henreid, 1964)

 

Pocas películas dirigió Paul Henreid, algunos capítulos de televisión y una mejor y más prolífica carrera como actor.
Doble papel para Bette Davis (dos hermanas gemelas), Karl Malden y Peter Lawford.
Extraña y circular historia de recuerdos, enfrentamientos, maledicencias, rencores y morbosos sentimientos malsanos.
Cuesta en empezar y tienes que prestar atención, pero tiene recorrido y, como siempre que interviene la Diosa Davis es para bien y para sorprenderte. Muy avejentada en uno de sus papeles. No en vano nació en 1908, por lo que tenía 56 años cuando la rodó. Sus papeles de loba salvaje, de sureña temperamental y de fuerza de la naturaleza ya habían pasado. Ocupada un lugar en la cumbre, por supuesto, pero en un planteamiento cinematográfico más reflexivo. Papeles quizá con menos fuerza, menos entrega, pero más corales, más completos, menos anecdóticos. El juego con Malden es extraordinario. Fuerte, siempre fiable, poco dado a las complacencias y a las ñoñerías. Un secundario imprescindible elevado a la categoría de mito del cine.
Es una cinta compleja, sin la profundidad sicológica de otras obras de la época.

§ 3.341. Recuerda (Alfred Hitchcock, 1945)



§ 3.389. La chica de Petrovka (Robert Ellis Miller, 1974)

  Pues no sé. Esperaba más. Se ma hecho difícil apreciar los topicazos de la guerra fría, la distensión y las mamarrachadas esas... Es, desd...