lunes, 9 de octubre de 2023

§ 3.146. Lola Montes (Max Ophüls, 1955)

Pasa por ser una de las obras mayores de Ophüls, que tiene cosas buenas de verdad.
Martine Carol es la protagonista, probablemente en su papel más célebre. Peter Ustinov el Maestro de ceremonias del circo. Anton Walbrook es Luis I de Baviera, y Will Quadflieg es Franz Liszt.
La película es mítica por varios motivos. Es la última película del último estilista, un cineasta de detalles, de historias muy trabajadas, apoyado en el guión pero sobre todo en el tratamiento visual de la imagen. Un cineasta que vio -y esta es la segunda razón- machacada su película por público y por los estudios, que cortaron la cinta, la montaron de nuevo en sentido cronológico y la destrozaron, naturalmente. En tercer lugar porque es un mito para los directores franceses de la segunda mitad del siglo XX, que la tienen por una obra de arte expresiva y hasta cierto punto revolucionaria. En cuarto lugar, por el atrevido montaje que tiene, dieciséis años después de una de las primeras que lo hace (Ciudadano Kane, Orson Welles, 1939), articulados en reportes hacia atrás que explican qué ocurrió para llegar a donde se llegó.
De un atractivo visual inevitable, con una belleza clásica intemporal, en el atrezo, en la música, en la producción, ahonda en la decadencia de una mujer libre y salvaje -muy empoderada- que hizo, literal y prácticamente, lo que le apetecía en cualquier momento. Se aprovecha el número de circo con el que principia la historia para ir contando quién fue y qué hizo Lola Montez, personaje real que sale bastante bien parado de este biopic como mujer aguerrida, atrevida, conscientes de sus encantos y dispuesta a explotarlos. Mito o realidad, lo cierto es que fue un personaje real, amante de sus amantes y ambiciosa cuando tocaba serlo. Soñadora pero realista, femenina y feminista (al parecer tenía ideas muy progresistas sobre el talento femenino y sus capacidades en la sociedad) pero sobre todo una mujer bella hasta la locura, guapa y enigmática.

domingo, 8 de octubre de 2023

§ 3.145. Eternamente tuya (Tay Garnett, 1939)

 
Otra de 1939, que parece un año espectacular. No por esta cinta, que no es especialmente valiosa, sino por todas las demás que se rodaron. 
En esta la gracia de David Niven y Loretta Young sostienen una especie de comedia que va virando hacia una historia de amor intimista y con dosis de misterio y magia.
Historia bastante convencional que no llena del todo las pretensiones que enuncia. Comedia ligera que camina hacia un cierto drama existencial sobre el papel de las mujeres en la vida y su situación profesional alrededor de la eterna elección (falsa) entre trabajo y familia. Falsa, al menos para las personas normales. Quizá para un mago de fama internacional sea distinto, pero para la inmensa mayoría de las personas es una elección falsa.
La cara de Young es inconfundible. No especialmente agraciada, pero solvente como actriz. Una mujer 'normal' en una época llena de mujeres 'cañoneras', espectaculares. Probablemente la época más lucida de mujeres sensuales.

§ 3.144. Algo amargo en la boca (Eloy de la Iglesia, 1969)

 

Morboso ensayo sobre las relaciones de tres mujeres encerradas en sí mismas con un joven sobrino que las visita por las fiestas de navidad.
Director más que interesante, que tiene muchas más cosas que las derivaciones hacia el cine quinqui que  tanta fama y tanta taquilla le dieron. No hay película suya que no me sorprenda. Y esta no es una excepción. Con un tema difícil y muy cerrado en sí mismo es capaz de construir un relato más que interesante.
Aunque el tema no parece atrayente, sí consigue mantener la atención del espectador y provocar una cierta admiración por cómo acaba y de qué manera. Porque es evidente que se avecina un drama potente, con un toque de morbosidad sexual incluido.
Los temas de conversación, las miradas al largo de las faldas, el enfoque de la cámara hacia las bocas de las tres mujeres, el permanente deseo en los ojos de las hembras.
Un impresionante Juan Diego, acompañado de Maruchi Fresno, Irene Daina y Verónica Luján. Para mi tres absolutas desconocidas, aunque el rostro de la primera de ellas sí me resulta conocido. Tiene toda la pinta de haber sido una mujer que hizo muchas películas, televisión y series.

§ 3.143. Angustia (Bigas Luna, 1987)

 

El cine dentro del cine, en el cine. Un triple moral carpado. Algo parecido a esto debió sentir el director cuando estrenó este ensayo fílmico, más que película convencional, a finales de los ochenta. Época, todos coinciden, en la que había más libertad (artística, moral, ética...) que en la actual. Son como varias voces tocando la misma canción. Un discurso distinto, poco usual, nada convencional. Difícil de seguir. Una mezcla entre "El fantasma del paraíso" y "Seven". No es, naturalmente, ninguna de ellas, pero se deja ver. Es perturbadora, extraña y, sobre todo, poco comercial.


sábado, 7 de octubre de 2023

§ 3.142. Las crueles (Vicente Aranda, 1969)

 
De Aranda he visto pocas cosas, lo de siempre. Y le tengo por un director solvente y capaz, Conocedor el oficio y con suficiente imaginación y dedicación a su medio como para sacar buenas cosas de él. 
Esta es una de sus primeras películas, y tiene buenas hechuras. Un excelente guión, pero bueno de verdad (sobre el libro Bailando para Parker, de Gonzalo Suárez) y unos actores comedidos y centrados y un ritmo y un tempo perfectamente medido hacen de la película un producto digno de ver. Lo que se considera una buena película.
Me ha gustado mucho el papel de pérfida de la mujer del protagonista, interpretado por Teresa Gimpera. Le da una pose y una pausa especial. Es sobre ella sobre la que reposa gran parte de la cinta. Muy bien también Carlos Estrada, muy en la linea del españolito medio de finales de los años sesenta. Y Capucine como 'feme fatale' también funciona.
Es una película interesante, extraordinariamente bien rodada y que funciona como cinta de intriga con ese punto de 'tantaterror' tan propio de la época pero con muchísima más clase y talento que las prototípicas del género.

§ 3.141. Los últimos golpes del Torete (Perros callejeros III) (José Antonio de la Loma, 1980)

 


viernes, 6 de octubre de 2023

§ 3.140. De corazón a corazón (Mervyn LeRoy, 1941)

 

Una historio sentimental, emocional y sencilla que es bastante mejor de lo que parece. Poco a poco te va metiendo en el tema, con suavidad y definición, sin dudas. Comienza como una novela rosa pero va virando, poco a poco hacia una comedia sentimental profunda y encantadora. De esas que se recuerdan por siempre.
Cuenta la historia real de Edna Gladney, una activista por los derechos de los niños huérfanos.
Greer Garson está absolutamente impresionante, brillante, satisfecha de sí misma, en un papel que le va como anillo al dedo. Y qué decir de Walter Pidgeon, un actor clásico, varonil y muy cotizado que siempre encaja en los papeles. Forman una pareja muy interesante que  actuaron juntos también en La Señora Miniver (William Wyler, 1942).
Es inevitable que tenga un punto lacrimógeno. Y yo soy un fulano de lágrima fácil. Me ha gustado mucho.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...