lunes, 8 de noviembre de 2021

§ 2.512. Incendies (Denis Villeneuve, 2010)

 

Muy interesante, tanto en la temática que aborda como en el desarrollo estético que propone. Pero dura, muy dura, de esas dureza que no se olvida. No necesite ser impactantemente salvaje, sanguínea o gore para producir dolor. La verdad de lo que cuenta ya de por sí es dolorosa, de una crudeza muy impresionante. Una guerra de religiones en pleno Siglo XX a pocos kilómetros del occidente civilizado produce ese tipo de horrores.
Tras la exposición algo compleja de la historia se esconde un profundo sentido humano, aunque sea difícil de apreciar en momentos difíciles siempre hay un lado humano de las cosas.
Un viaja hacia uno mismo, hacia sus orígenes a veces se convierte en un infierno, en una prueba de fuerza hacia uno mismo, en un reto que, o bien te devora, o bien te hace más fuerte.
Los pasados 'desconocidos' siempre siembras dudas sobre uno mismo, sobre la propia identidad, sobre el destino de cada cual. Y ese es el fundamento de la película.
Me ha gustado mucho. A pesar de no comprender bien el problema de base del conflicto -solamente me 'suena' un poco- la potencia de la historia es universal, y no necesariamente es diferente a otros conflictos similares. En todos ellos late la misma injusticia y la misma crueldad.
De Denis Villeneuve he visto tres cosas, y cada una de ellas me ha sorprendido más que la anterior. Más allá de los purismos Blade Runner 2049 (2017) es una buena película, y Sicario (2015) aunque quizá no  tanto sí cumple con los cánones de una cinta de acción. Tendré que ver más cosas suyas...

domingo, 7 de noviembre de 2021

§ 2.511. Harakiri (Masaki Kobayashi, 1962)

Realmente el cine japonés es mucho más que Kurosawa, Ozu, o Mizoguchi, y esta obra es una buena prueba de ello. Tan buena como cualquier de las obras maestra de esos tres monstruos.

Aunque puede parecer un tema conocido, trillado, y aunque nos queda lejos culturalmente hablando, la cinta consigue que te llegue la historia. Realmente es un relato fantástico, nada enredoso, muy claro, con una exposición limpia, lineal incluso en sus introspecciones hacia atrás. Se va descubriendo, poco a poco, la historia, el trasfondo, las motivaciones, la venganza... Tanto la exposición del ritual del harakiri, como su componente axiológico o moral está perfectamente tratado.

La fotografía es muy nítida, pero sin esos preciosismos de las películas en blanco y negro de los directores 'americanos': Lang, Hitchcock, o Preminger. No tiene claroscuros, ni contrapicados, ni ningún recurso de ese tipo. Expone la acción a la luz blanca prácticamente sin sombras, sin reflejos.

Los actores, naturalmente, no me suenan de nada: Tatsuya Nakadai, y Rentarô Mikuni en los papeles principales. Aunque indudablemente deben ser tremendamente conocidos, porque cada uno de ellos tiene más de cien películas. 

Una maravilla. Me ha encantado. Me ha parecido una obra de arte. No sé cuál es la sensación que tienen otros amigos del cine. Ni lo sé, ni me importa, porque nunca me ha importando. Tampoco pretende que mi criterio sea seguido por alguien. No soy más que un simple aficionado.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

§ 2.510. La calle del misterio (John Sturges, 1950)

 

Una de las primeras película de Sturges, un gran artesano del cine. Uno de los más cualificados, con varias películas que son auténticas obras de arte. Esta tiene hechuras pero no acaba de concretarse, tiene un ambiente logrado pero que no tiene personalidad propia. Emplea demasiado tiempo en apreciarse un sentido característico, propio. Tiene una manufactura de Serie B lo  que la dota de un cierto sentido común en algunos aspectos, pero le resta creatividad en otros.
Interesante, tiene el aliciente de seguir el caso del homicidio, pero pierde consistencia en los aspectos relacionados con la personalidad del policía y sus vicisitudes.
Es agradable de ver, tiene sus momentos y entretiene.

martes, 2 de noviembre de 2021

§ 2.509. El enemigo público (William Wellman, 1931)

Una película muy conocida y una de las primeras del genero de gangsters, con un prototipo de actor del género: James Cagney, que se hace acompañar por la rubia platino más célebre de todos los tiempos: Jean Harlow.
Un guión previsible pero eficaz, un desarrollo temático bien trabajado y aunque los actores están amanerados el resultado es  apreciable. No tiene la complejidad argumental de otras obras del género posteriores, pero la simpleza de su planteamiento no aburre ni cansa. Ciertamente es un poco infantil, incluso en el planteamiento estético de las imágenes, pero se le perdona en aras de la claridad del discurso. Además dura más de lo acostumbrado para una película de comienzo de la década, 85 minutos.
La cinta tiene la friolera de 90 años y se ve perfectamente, seguramente porque se ha sometido a una restauración exhaustiva. Que sea blu-ray también ayuda. Sonido perfectamente coordinado, blanco y negro sin grumos ni manchas. Realmente se ve mucho mejor que películas de los años 50 que no han sido restauradas.
Me llama la atención la cantidad de personas que han visto la película, para ser tan antigua. En las plataformas que he consultado ha sido muy votada, mucho más que otras más modernas que tienen mucho mejor crédito. Se explica por ser una de las pioneras del género.

§ 2.508. ¡Jo, qué noche! (Martin Scorsese, 1985)

 

Un comedia negra de esas que o te salen bien y se convierten en una gran obra, o son completamente prescindibles. Seguramente los sesudos intérpretes de la comedia americana sean capaces de vislumbrar en ella aspectos interesantes que la eleven a un estado superior de calidad, pero a mi no se me ocurren cuáles pueden ser éstas. Me parece una obra menor, y, desde luego, una obra menor en la filmografía de Scorsese, que tiene obras magníficas junto con otras muy menores.

A esta película no le he cogida la gracia. Como otras suyas la veo por ser de él. No me ha motivado nada. Me parece una sucesión de imágenes sin demasiado sentido, con una forma de narrar que no me agrada. Ni la entiendo, ni intento comprender por qué. Simplemente no es mi tipo de cine. Seguro que hay muchos aficionados a los que le gusta mucho esa película y este cine. Con un guión abracadabrante, una mezcla entre sueño y realidad, un cine entre experimental y narrativo. No me ha gustado nada.

lunes, 1 de noviembre de 2021

§ 2.507. The Boxer (Jim Sheridan, 1997)

Celebérrima película, dura y áspera, seca y sin concesiones. Ambiente muy logrado, aunque 25 años después el trasfondo de la historia no se comprende igual de bien. El IRA y su descontrol  delictivo y homicida por ideas políticas ya cesó. Como en España.
Es, como tantas veces se narra en el cine, la historia de un perdedor. De alguien desencantado con quien ha sido en el pasado. Alguien que perdió sus oportunidades y todavía no se explica por qué razón, qué paso y cuál fue la razón. Además no sabe cómo recomponer su vida si reescribiendo su historia otra vez o empezando del cero absoluto.
No es, en realidad, una cinta de boxeo, aunque boxear significa mucho para el protagonista, sobre todo porque supone poder reconstruir su pasado, darle continuidad a su vida, asumir los años que ha pasado en prisión y entenderlos como algo que ha sucedido, sin más, que forma pare de él y poder así transitar hacia un punto nuevo.
La intensidad emocional que le da al papel Daniel Day-Lewis es realmente magnífica. Un actor muy completo, moderno y actual pero con ese aire de actor de toda la vida, metido en el papel hasta las trancas, eficaz desde la sobriedad, sin estridencias, sin aspavientos, sin necesidad de impostar el rol que le corresponde en cada momento. Le acompaña una suave pero firme Emily Watson, y Brian Cox en un papel que parece hecho para él, firme y rudo.

§ 2.506. El verdugo de Venecia (Luigi Capuano, 1963)


Película italiana de aventuras de corte clásico. Aventuras, espadas, honor, peleas. Un "Capa y espada" como las de toda la vida de Hollywood. No se aprecia a simple vista diferencias en el formato o el tratamiento. Enemigos irreconciliables que además de la lucha por el poder o la política se ven separados por el amor de una mujer. Tiene atrezzo, música, trama, un guión bastante previsible y un resultado previsible. Entretiene. Sin más. 
Desde luego le falta una gran estrella para poder considerarla una obra mayor. Ese papel no puede jugarlo Lex Barker, actor limitado y del montón, que igual hace vaquero que de espadachín.
Le acompañan Guy Madison, y una guapa Alessandra Panaro en los papeles esenciales.
Interesantes escenarios naturales -rodada inequívocamente en Venecia- y una ropas un poco recargadas hacen el resto. Lo que se ha llamado, de toda la vida, diseño de producción.
No me parece tan mala como podría parecer. No es una clásico del género, pero se deja ver, entretiene, mantiene la tensión y se disfruta.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...