domingo, 31 de octubre de 2021

§ 2.505. Si la cosa funciona (Woody Allen, 2009)

Una más de Allen. 90 minutos de socarronería, humor ácido y entretenimiento con un punto de intelectualidad.
Es un poco la historia de siempre, la crisis de la mediana edad, ahora situada en los cincuenta y pico... con los problemas típicos de las personas preparadas pero incapaces de gestionar sus propias tensiones emocionales. Con un alto concepto de sí mismo y una crítica permanente a la humanidad circundante, de la que tiene muy mal concepto. 
Me recuerda, salvando las insalvables distancias a Primavera en otoño, (Eastwood, 1973). Aquí en clave de humor, en la de Clint desde un punto de vista dramático. Pero el trasfondo es similar: un romance entre un hombre adulto y una mujer muy joven. El ascetismo impropio y algo impostado del protagonista se da de bruces con la jovialidad de las ilusiones no experimentadas.
Actores no tan conocidos pero muy solventes, con mucha intensidad: Larry David, Evan Rachel Wood y Patricia Clarkson.
Me ha gustado. No es de las que más me han llegado de Allen, pero me ha parecido interesante.

sábado, 30 de octubre de 2021

§ 2.504. Gorky Park (Michael Apted, 1983)

Director británico, que le tengo por tranquilo y delicado y fino, dulce, alejado de la testiculina, aunque rodó una de 007. El guión es de Dennis Potter sobre una novela de Martin Cruz Smith que  tuvo buena acogida en el mundo editorial al comenzar una saga del detective Arkady Renko. Una de tantas novelas policiales, con un toque exótico y peculiar.

Un notable William Hurt, y un muy mayor Lee Marvin dan corporeidad a una historia un tanto truculenta e inverosímil, con ciertas dosis de thriller y algo de gore. Cine policial en la URSS. También interviene Brian Dennehy, actor más que mediocre del que no he conseguido ver ninguna película decente.

Me recuerda a una película que vi hace mucho años, pero no me acuerdo del título. Era sobre un asesino en serie en la Rusia comunista al que se tarda años en detener. Y luego también me recuerda, algo menos a "El niño 44" (Daniel Espinosa, 2015), que me gustó mucho. La segunda es buena, pero la primera era extraordinaria, era muy interesante pero no recuerdo mucho de ella, la vi hace muchísimo años y no tenía la pulsión cinematográfica que me consume actualmente.

El desarrollo es interesante, está muy bien rodada, la tensión va in crescendo y el climax se mantiene durante tiempo. Realmente no sabes por dónde va a salir la película, no imaginas cuál es el derrotero que va a tomar. No sé dónde está rodada, pero, desde luego, parece Moscú y la Unión Soviética. Los árboles, los coches, las calles, las dachas. Todo está muy bien cuidado, ambientado, los edificios, las ropas, la música clásica que acompaña, que no dudo que es de algún gran compositor soviético, las cafeterías, las caras de los secundarios y de los extras.

Me ha gustado, es entretenida, y se deja ver. Todo está rodeado de un halo de irrealidad. Como si fuera ficción. No consigue darle el punto de credibilidad que suele ser necesaria para pasar de ser una película interesante a una cinta buena o excelente.

§ 2.503. Raza de violencia (Douglas Sirk, 1954)


Me llama la atención que Sirk, director delicado y melodramático por excelencia se dedicara a un Western, por mucho que se el género americano por excelencia. Seguramente las exigencias de los estudios tenga mucho que decir.
No tiene un alto desarrollo dramático, ni esconce una gran historia de amor. Nada parecido. Es, sin más, una de tantas del oeste. Rodada en los más característicos parajes naturales del género en un technicolor brillante que los blu-ray actuales potencian de manera notable. Puede ser que responda a hechos verídicos, no lo sé, pero tiene toda la pinta.
Está bien dirigida, tiene un guión clásico -aunque ciertamente previsible- y se deja ver, pero nada más. No tiene la profundidad de las películas de Ford o Hawks, ni la complejidad de los Western crepusculares, con esa mezcla de género y ambivalencia de sentimientos que los hace tan atractivos: no sabes qué ves, si un Western o otro tipo de película (drama, thriller, terror, policíaca).
La verdad es que Rock Hudson por mucho que lo intenta no da el tono, no es su registro, y su algo parecido ocurre con Barbara Rush, una actriz correcta pero sin la intensidad requerida para un papel como éste.
En definitiva, una del Oeste, sin más. Correcta y agradable.

viernes, 29 de octubre de 2021

§ 2.502. Veinte mil años en Sing Sing (Michael Curtiz, 1932)

 

Un clásico drama carcelario en tono blanco. Educación, moralina, ejemplo... Bien narrada, aunque con un tono demasiado blando, algo casi infantil, educacional para los niños y jóvenes. Me gusta Curtiz, creo que tiene muy buenas películas. Ésta no es una de ellas. Sin embargo se deja ver, y es entretenida por momentos. Siempre tienes el aliciente de ver a un muy juvenil Spencer Tracy,  y a una prácticamente debutante a estrella Bette Davis. Ambos con una decena de películas, pero comenzando a domar el mundo del espectáculo... Pero no les recuerdo en otra a los dos juntos.
La historia entronca con la clásica segunda oportunidad, a la que todos los hombres tienen derecho, incluidos los presos.
Tiene un metraje contenido, un blanco y negro muy bonito, y un resultado interesante. Seguro que para los muy del subgénero de cárceles mucho más.

§ 2.501. Caboblanco (J. Lee Thompson, 1980)

Película de aventuras en el Perú en 1948, en un pueblo de costa. Barcos, chica francesa, hombre de negocios rico y con un pasado oculto, un policía corrupto y algo depravado, y noventa minutos para contar una historia que se va descubriendo poco a poco, lentamente.
Con un reparto absolutamente de campanillas: un Charles Bronson maduro y algo ya cascado, un intemporal Jason Robards,  una guapa Dominique Sanda, un sorprendente Fernando Rey (que no se por qué interviene en esta cinta), y Gilbert Roland, para el que ya habían pasado los mejores años...
Su planteamiento es bueno, pero la ejecución no tanto. No pretende ser una mala copia de Casablanca, aunque es innegable que el parecido argumental es evidente. Pero la limpieza del relato de una película clásica no lo tiene, ni mucho menos.
A medida que se consume el metraje el interés por la historia se desvanece, pasando de ser una película interesante a una historia que aburre y cansa. No es una buena cinta. Desde luego Thompson tiene cosas mejores. Es un director del que ya tengo casi todo, aunque sus primeras cuatro o cinto películas son inencontrables, así como una de la saga de los simios, que, curiosamente, no soy capaz de dar con ella. Las demás están siempre a nivel medio, sin descollar más que en un par de ellas. De toda su filmografía, rodada además con actores de primerísima fila solo destacaría: La bahía del tigre (1959); Los cañones de Navarone (1961); El cabo del terror (1962); Una llamada a las doce (1965); y El oro de Mackenna (1969). Tengo 25 suyas y estas serían las únicas que recomendaría a un aficionado que pretendiera acercarse a su filmografía. El resto, especialmente las últimas diez son mediocres, cuando no algunas de ellas directamente malas.

jueves, 28 de octubre de 2021

§ 2.500. Marathon Man (John Schlesinger, 1976)

Una película oscura. Difícil, enrevesada. Varias historias paralelas que no se saben muy bien adonde van, pero que tienen que converger en algún sitio, naturalmente. Varios escenarios en varios países, con historias paralelas, París y Nueva York. Homicidios, secretos escondidos, personajes siniestros, amantes del Maratón y alguna chica guapa. Comercio de algo valioso pero no muy voluminoso.
Muy entretenida, con suficiente tensión emocional como para considerarlo un buen thriller. Si el propósito del director es esconder la trama para mantener la tensión emocional lo consigue. Me ha gustado mucho.
Supongo que con cierta celebridad, con muy buena nota en todas las plataformas.
Un reparto muy interesante: Dustin Hoffman, Laurence Olivier, Roy Scheider, William Devane, y Marthe Keller ayudan, y mucho, al éxito de la película. No lo he comprobado, pero me parece que tuvo que ser un exitazo en su tiempo, tanto de crítica como de público. La clásica película del año. Me recuerda en algunos momentos a Los niños del Brasil (Franklin J. Schaffner, 1973) de sólo tres años antes.

§ 2.499. El último hombre… vivo (Boris Sagal, 1971)

 

Película "setentera" con una estética muy característica, con un mensaje ideológico algo confuso pero muy efectista. El final del hombre y sus 'culpas' le han llevado a su extinción como especie. Una profecía que, al día de hoy -todavía en plena expansión del Covid-19- no representa tanto un miedo como sí una realidad. En 1971 la pesadilla se vinculaba con un holocausto nuclear, una guerra bacteriológica, hoy en pleno siglo XXI con un virus producido en un laboratorio militar en una recóndita región de china.
No contiene, no obstante, demasiadas referencias morales, éticas o axiológicas. Nos lo cuenta como un cuento, como un acaecer. Como si se tratara de una película de aventuras. En vez de en el mar o en el desierto, en una ciudad apocalíptica, desolada y colonizada por medio hombre que, como los vivos, sólo pretenden sobrevivir. Al principio sí se pretende encauzar esa pretensión, y luego, más tarde, cuando se le enjuicia, es cierto que se produce un dilema moral. Pero tampoco nos explica demasiado qué ha ocurrido, por qué o cómo. Es interesante que los infrahombres no puedan ver la luz, es toda una alegoría de la vida y del mal. 
Es entretenida. Me ha gustado menos que El último hombre sobre la Tierra (Soy leyenda) (Sidney Salkow, Ubaldo Ragona, 1964), pero algo mas que Soy leyenda (Francis Lawrence, 2007).

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...