jueves, 30 de septiembre de 2021

§ 2.475. Saint Jack, el rey de Singapur (Peter Bogdanovich, 1979)

Prostitución en un Singapur decadente gobernado por un italiano. Algo descentrada en el planteamiento inicial, que oculta como parte del desarrollo de la trama. No se sabe si va a ser comedia o drama. Por momentos parece costumbrista, otras pretende hacer una singular burla sobre Goldfinger 
Todo el mundo conoce a Jack, alcohólico, proxeneta, perseguido no se sabe muy bien por qué, aunque seguramente sea por la mafia, vigilado probablemente por la policía.
No pretende mostrar el lado más sórdido de la prostitución, ni hay un menaje social, ni mucho menos una denuncia. Es, simplemente, el contexto el que se desarrolla una aventura, una singular historia. La violencia y la territorialidad de los grupos que manejan el negocio no es gratuita y se muestra a veces explícitamente.
El guión es de Paul Theroux sobre una novela propia, lo cual es una garantía de éxito, al menos al principio.
No me ha parecido tan buena como he leído. Es una cinta de su época, pro el estilo, por la temática, por la forma de estar rodada, los colores, la moda.
El resultado es interesante, incluso recordable, pero no la recordaré con el tiempo. No es del tipo de películas que agraden en demasía. En realidad no he visto ninguna de Bogdanovich que sea redonda. Ninguna de las únicas suyas tres que he visto me parecen geniales. Interesantes, se pueden ver, pero poco más.

miércoles, 29 de septiembre de 2021

§ 2.474. La huella de un recuerdo (John Brahm, 1946)

 

Inteligente cinta de un director muy olvidado que, sin embargo, me parece que tiene cosas que decir. Uno de esos alemanes que tuvieron que salir huyendo del país con la llegada del nazismo para no volver jamás. Primero Inglaterra, más tarde EE.UU. al abrigo de la población europea allí establecida dedicada al séptimo arte.
En este caso es un noir con femme fattale con pasado oscuro en versión retrospectiva.
Con Laraine Day, Brian Aherne, y un jovencísimo Robert Mitchum en sus primeros años. Bien rodada, elegante, sencilla pero con fondo. Un blanco y negro muy bonito. Y con un doble juego de retrospecciones que resuelve bien el guión.
Se deja ver, sobre todo en su primera parte. Luego decae un poco, aunque el contenido metraje propicia un desenlace rápido. 82 minutos, muy razonable.

martes, 28 de septiembre de 2021

§ 2.473. El regreso del gángster (Lewis Allen, 1955)

Cine negro de factura impecable de un director muy sólido, un "clase media-alta" de la industria, de los acomodados al sistema de estudio que rodaban y rodaban películas con presupuestos ajustados y fechas de entrega diabólicas. El cine es esto. También es lo otro, también es Tarkovsky por supuestos. Pero también es esto, y me gustan mucho estas películas.
Un gran Edward G. Robinson en un papel por momentos similar al de Perdición (Wilder, 1944), y un envejecido George Raft que aparenta quizá más edad de la que tenía. Una muy guapa Audrey Totter, y un Peter van Eyck tan característico en este tipo de papeles que no se le recuerdan otros.
Un guión facilón y unos decorados poco sofisticados lastran un poco el resultado final, que no es malo pero que podía haber sido mucho mejor. Se deja ver y poco más.
El secuestro en Canadá de un físico nuclear para llevárselo a la URSS es el asunto de la trama. El engaño consiste en engatusarlo con una mujer, antigua amante del secuestrador. El policía, Edward G, sigue una pequeña pista de un organillero con un mono que fue la persona que le sacó la foto al físico y tuvo que asesinar a un policía montada del Canadá. Un poco básico, no demasiado sofisticado, pero funciona.

domingo, 26 de septiembre de 2021

§ 2.472. Motivo de alarma (Tay Garnett, 1951)

 

Una muy guapa Loretta Young enamora a dos militares en plena IIGM: Barry Sullivan, y Bruce Cowling. Triángulo amoroso como tantas veces se ha rodado. 
Un blanco y negro claro, pero con una palpitación en la imagen que dificulta su visionado. No es una buena copia la mía. Un metraje muy contenido, 74 minutos que obliga a ir al grano desde el principio. A veces se agradece. 
Loretta es de esas estrellas discretas que, al final de su carrera mira hacia atrás y descubre que ha rodado muchas cintas, con directores de todo orden y de una calidad media/alta. Una estrella escondida. Ésta es una de sus últimas películas.
Un tema algo trillado que, sin embargo, permite varias perspectivas. Todo gira en torno a Loretta, que, a mi juicio, borda un papel que limitadas posibilidades de desarrollo. 
Un guión eficaz pero sin alardes y una música (de Andre Previn) acompañan una película que se puede ver. Es cierto que es para los muy amantes del género negro, pero es interesante.
Le faltaría para ser una gran película algo más de desarrollo en el guión y más personajes. Más que nada porque aunque las aspiraciones vitales de ella sí parecen claras, la explicación de por qué está enfermo el marido no se explicitan, ni tampoco se da pista alguna.

§ 2.471. El asesinato de la hermana George (Robert Aldrich, 1968)

No es de las más conocidas de Aldrich, que es un director prolífico y muy versátil. Hizo de todo: aventuras, western, dramas, terror, bélicas... y todo lo hizo bien. Un gran director. Uno de los mejores, uno de mis favoritos.
No es frecuente que las relaciones lesbianas se muestren en el cine. En este caso además la relación es entre una mujer mucho más mayor que la pareja. Y otro aspecto interesante es la visión de la prostitución lesbiana, abiertamente tratada.
El alcoholismo sí se ha mostrado más veces, pero no con tanta crudeza en una mujer. Siempre había sido 'despendoladas' de  una noche, chicas de cabaret y novias de gansters, pero no mujeres mayores con trabajos normales, que no llegan a fin de mes y tiene problemas mortales. El sadismo de la protagonista y las humillaciones a las que somete a su pareja es otro tema espinoso. Los celos de la protagonista también es un aspecto que sobrevuela toda la cinta.
Desde luego Aldrich no tenía "pelos en la lengua", y no tenía el más mínimo prejuicio en mostrar la realidad más escabrosa.
Me ha parecido un poco larga, 135 minutos son demasiados.
Beryl Reid es June Buckridge, y Susannah York es Alice.
La película consigue pasar por británica sin serla, el ambiente de exteriores está muy bien conseguido, como también la casa de la protagonista, en donde se desarrolla gran parte de la trama, como si se tratase de una obra de teatro.

sábado, 25 de septiembre de 2021

§ 2.470. Refugio de criminales (Irvin Kershner, 1960)

La segunda de un director muy conocido pero poco prolífico. Ha filmado en la saga de 007 y en la de Star Wards, casi nada...!!!
Biopic sobre Fr. Charles Clark, un sacerdote que trabajaba con hombres que salían de la cárcel. Hace años, pero no recuerdo cuál, vi una de similar temática protagonizada por Spenser Tracy (creo recordar). Aquella era sobre niños, esta sobre adultos.
Intensa y emotiva,  aunque un poco lenta y pausada y con un metraje algo elevado para la historia que cuenta, que no deja de ser algo convencional, trillada y, hasta cierto punto, conocida. 
El papel del periodista sirve de contrapunto a la bondad intrínseca de la historia, como si fuese la de la propia sociedad que sospecha de intenciones tan altruistas.
Me ha gustado mucho la música, acompaña sin inmiscuirse demasiado.
Me ha gustado Don Murray, un actor del montón que con esta historia pretende elevarse tanto en el aspecto actoral como también en la figura del guionista, pues hace tal menester junto con Joseph Landon.
El blanco y negro está un poco deteriorado, a veces se mueve la imagen. Se nota que no se ha restaurado. Muchas veces no sabes cuál es el criterio por el que unas películas sí y otras no se restauran.

§ 2.469. Dulce pájaro de juventud (Richard Brooks, 1962)

 

Amores difíciles, el paso del tiempo, la añoranza del pasado que no fue, la desesperanza por lo que va a venir. Un canto al amor de juventud, a esa inocencia que se va con el paso del tiempo...
Los melodramas basados en novelas de Tennessee Williams son tórridos, desgarradores, con un punto de sexualidad animal a flor de piel. Siempre rodeados de grandes terratenientes sureños con casas tan particulares, con el calor como compañero inseparable.
El poder político es un motor de ambición, 
La musica es de Robert Armbruster, y la pareja de actores Paul Newman, Geraldine Page es sencillamente magnífica. Shirley Knight es una cara bonita que encaja bien en la historia, pero no creo que le de ese punto desgarrador que requieren los dramones de Williams. Page tiene algo de la alcohólica de El Graduado, es mezcla de mujer madura borracha con un pasado mejor -cualquier pasado fue mejor para ella- pero con una necesidad de afectividad y pasión sexual que la domina y la desborda. Es guapa, pero es consciente que su belleza es más efímera de lo que esperaba, su vida afectiva ha fracasado y duda de como gobernar su vida.
El Newman de esta película no es muy distinto que el de otra cinta de Brooks rodada antes: "La gata sobre el tejado de zinc" (1958). No es que sea el mismo papel exactamente, pero se le parece bastante. Allí estaba torturado por la amistad perdida, con claras referencias homosexuales con una mujer bellísima que necesita una atención sexual y que añora quedarse embarazada. Las relaciones con su padres, su hermano y su cuñada eran un tormento para él, y la culpa por el amigo muerto no desaparece por muchos litros de alcohol que trasiegue para hacer digerible la vida. Aquí sin embargo es otra cosa, aunque la necesidad profunda de afecto de ambos personajes es similar. Es, en realidad, el tema de los "dramones" sureños de Williams.
Las relaciones entre los dos personajes principales son de una emotividad desgarradora, de esas que duele, tremendamente autodestructiva. Plantea, además, un debate que en su momento tuvo que levantar algo de suspicacia, la prostitución masculina y la compra de sexo por una mujer, una mujer mayor en este caso.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...