viernes, 17 de septiembre de 2021

§ 2.458. La emboscada (Harold Daniels, 1951)

Me ha parecido una joya por descubrir. Una película olvidada, poco conocida pero con mucho más que ofrecer de lo que parece. Femme Fatale morena algo menos violenta y dramática que otras de su clase aunque igual de salvaje.
El guión es previsible, el desarrollo esperado, el final cantado. Pero entretiene, se deja ver y forma parte de esa educación sentimental "en negro" para el aprendizaje de ese subgénero tan característico del cine, el que más me gusta junto con el Western.
No es una obra cumbre del género, las hay mejores, pero es interesante.
Un reparto muy de la época: Charles McGraw como Joe Peters, en un papel hecho para él, con esa cara marmórea y ruda de detective honrado y fiable que pierde la cabeza por una mujer que le engaña (y el lo sabe y no le importa, o asume el riesgo de que le importe poco) y una  desconocida para mi Joan Dixon como Diane. De ella sólo he visto: Mensaje del otro mundo (Herbert I. Leeds, 1950), que no me pareció gran cosa, aunque se podía ver por el estilo y la forma de organizar la película.
De él sí he visto algunas más, muchas más. Al fin y al cabo era una estrella del cine. No de las más rutilantes, pero era una estrella.

jueves, 16 de septiembre de 2021

§ 2.457. El Padrino III. Epílogo: la muerte de Michael Corleone (Francis Ford Coppola, 2020)

Nuevo montaje de la Parte III de El Padrino. De 1990 a 2020, 30 años. Soy incapaz de apreciar cómo se han montado, dicen que de forma diferente de manera sustancial, las mismas escenas. Al parecer ha servido para revitalizar la cinta, que era de las tres de la saga la menos brillante, siendo brillantísima, al menos para mi, como simple y llano aficionado al cine.
El planteamiento es el mismo, así como la estructura de la cinta. No he sido capaz de apreciar alguna diferencia. Tendría que verlas seguidas, una tras otra para apreciarlas.
Los discursos que subyacen son varios. En primer lugar que la transición del crimen a los negocios sí es posible. Y, en segundo lugar, y por eso siempre se pensó que podría haber una cuarta parte de la película, que la violencia como motor de la acción ejecutiva que necesita un gran hombre de negocios es imprescindible para triunfar, no diferenciándose el mundo de la empresa del violento de las calles que dominan los mafiosos. Ya no se trata solamente de beatificar a los mafiosos, santificando el crimen y sus actividades.
Me parece una maravilla, con este montaje, con el otro. Con todos. Para mi, considerando la trilogía completa, es, sin lugar a dudas, la mejor película de la historia del cine. Punto. No tengo más que decir.
Quizá le falta algo que las dos partes anteriores sí tienen, esa estética mítica de los cuarenta y cincuenta, esa manera de hablar y moverse los personajes, siempre como si se tratase de estrellas de cine. Hay algo de canon en las dos primeras partes que esta tercera no tiene. Como película de continuación de las anteriores sí se comprende, como película sola por sí misma no.

martes, 14 de septiembre de 2021

§ 2.456. Los hijos del día y de la noche (Sergio Corbucci, 1973)

Una Spaguetti Western menor, transitado por los lugares más comunes del género. Con una estética conocida y una presentación estilística manida y saboreada hasta el hartazgo en otras cintas del género, generalmente tan mediocres como esta. 
Es un género que gusta mucho a los que les gusta, pero que, más allá de unas cuantas películas, no creo que goce de una buena  consideración entre los cinéfilos. Es un género de tópicos y lugares comunes. Es más, muchas son idénticas en su formato, en su estética, en su planteamiento e incluso en su desarrollo.
Música de Ennio Morricone y de Telly Savalas como principales argumentos para un director santificado en el género pero que a mi me dice pocas cosas.

lunes, 13 de septiembre de 2021

§ 2.455. Un extraño en mi vida (Richard Quine, 1960)


Película muy recomendada por José Luis Garci, que la tiene en gran estima.
Amores adultos, entre personas que creían tenerlo todo y no tenía lo esencial. Ambos casados, ambos felices en la idílica América basada en el confort y en los fines de semana alcohólicos.
Kirk Douglas, tan varonil como siempre, y Kim Novak tan guapa como en sus mejores años. Él, como siempre, actor de sí mismo y ella mejor actriz de lo que aparentaba, de lo que los demás veían de ella, o en ella.
La infidelidad de ella se produce por desatención del marido, básicamente por no "atenderla" sexualmente. Aunque no se expresa con toda claridad, hay algo en el marido de ella que induce a pensar que es impotente.
La de él es diferente, su motivación se basa en la búsqueda de experiencias nuevas, en el placer de la conquista. No es idéntico el tratamiento de ambas infidelidades. Detrás de todo ello, qué duda cabe, hay un juicio moral, muy de la época. Ahora el mismo tema sería tratado de forma muy diferente.
El hastío de la vida, la necesidad de volver a experimentar esa sensación corrosiva y visceral del amor desenfrenado, de eso que te hace rejuvenecer, la sensación de ingravidez combinado con la potencia de la experimentación sexual. ¿Quién no daría parte de su monótona y aburrida vida por volver a vivir, aunque fuese por unos fugaces instantes, la grandiosidad del amor?
Me ha gustado mucho la ropa de los protagonistas, perfectamente actual y ponible el día de hoy. Los vestidos de ella serian claramente avant-garde y las americanas de él, los trajes ceñidos y las camisas claras con corbatas oscuras forman algo más que un uniforme, es toda una declaración de intenciones, una forma de ser y sentir.
La novela en la que se basa el guión es una novela de Evan Hunter. La música, lo suficientemente buena que no interrumpe, es de George Duning.
Me ha parecido una película soberbia, absolutamente recomendable. Es, además, muy intemporal, y el paso del tiempo no la ha tratado nada mal, antes al contrario, ha envejecido muy bien.

domingo, 12 de septiembre de 2021

§ 2.454. Pi, fe en el caos (Darren Aronofsky, 1998)

Película de culto (dicen). De esas que prefiero catalogar de experimentales, diferentes, con una dinámica narrativa poco ortodoxa y una estética vanguardista, rupturista, propia, diferente, no usual.
Supongo que hay que ver de todo, pero, la verdad, no es mi canon de cine, ni mucho menos.
La locura tiene varias derivadas. Una de ellas es la del sabio que es incapaz de entender qué le ocurre a él o a su entorno aunque es perfectamente hábil para racionalizar las claves matemática más enrevesadas y obtusas. Es un tema manido pero efectista, y que, además, engarza con creencias populares muy asentadas en la sociedad. Esta película es una buena muestra de ello.
La película está rodada en un blanco y negro muy degradado, sucio y difícil de ver, que supongo que responde a la dinámica narrativas, pero que no se justifica desde posiciones estéticas. No recuerdo haber visto una película con un granulado tan duro y tan poco agradable de ver. No creo que se necesite.
El director para mi es totalmente desconocido, y el protagonistas tampoco me es conocido: Sean Gullette. Mark Margolis es el maestro con el que conversa, y a éste sí le he visto en varias películas.

sábado, 11 de septiembre de 2021

§ 2.453. Una cuerda, un colt (Robert Hossein, 1969)

Una más del spaguetti western pero con algo más que otras similares. Tiene algo. Pocos diálogos, imágenes muy visuales, estética previsible aunque muy lograda (el pueblo, por ejemplo, está muy bien caracterizado), y un desarrollo lento pero inexorable: sabes lo que va a pasar desde el minuto uno y, sin embargo, entretiene y consigue captar la atención del espectador.
Es, como tantas otras, la historia de una venganza y de un pistolero encargado de ejecutarla. Nada nuevo. 
No sé cuál fue su presupuesto, pero circulan una cantidad grande de secundarios y extras, muchos, sobre todo en las escenas tumultuosas, en el hotel y demás... además el atrezzo y la caballería tiene una pinta excelente.
Está bien rodada y no le pondría mala nota, a pesar de la que tiene en las plataformas que la catalogan. No es tampoco una joya olvidada, ni nada parecido. Simplemente me ha gustado y no la considero tan mala como pude parecer por el título, el subgénero y la temática.
Tiene escenas potentísimas: la comida en la casa del patrón, el corte de la cabeza del conejo...
Me ha gustado bastante.
No conocía nada de Hossein, y me ha parecido un director sólido. He visto que no era un director de western, ni un director de cintas B o de bajo presupuesto. Actor decente, al que no recuerdo pero sé que he visto algunas suyas, porque lo he comprobado, que se metió a dirigir como extensión de su profesión. Al parecer era un entusiasta de Dostoievsky, lo cual ya nos da un nivel de intelectualidad importante.

§ 2.452. La torre de los siete jorobados (Edgar Neville, 1944)

 

Estética gótica en un Madrid costumbrista de finales del Siglo XIX. Apariciones, fantasmas, ilusión, creencia, sensaciones ultraterrenas... Parece un relato de Poe, o de Lovecraff, pero es una novela de Emilio Carrere y un guión del propio Edgar Neville, con José Santugini. Carrere era un escritor adscrito al modernismo, nacido a finales del XIX y fallecido en 1947, alguien, imagino, del tipo de Julio Camba, de esos escritores cultos y delicados, seguramente con mal humor y huraño pero tremendamente talentoso.
Excelente, se mira como se mire, una especie de thriller de ultratumba con amores asociados y un hombre normal que sigue unas pesquisas, como si de un detective de fantasmas se tratase, mitad con el propósito de averiguar detalles de un crimen, mitad con la pretensión de enamorar a la sobrina del finado.
Edgar Neville es un genio, interdisciplinar además. Cine, teatro, novela, pintura, diplomático. Su vida da, literalmente, para una película, o para una serie, con varios capítulos, eso sí.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...