miércoles, 23 de octubre de 2024

§ 3.544. 8 de diamante (Scott Prestin, 2006)

 
Bueno... un subproducto, probablemente encaminada directamente al Videoblub. Pero no es infame. Se ve relativamente bien y la banda sonora es más que aceptable. 
Es la única película de su director. No sé si precisamente "gracias" a esta cinta. Una especie de comedia negra en el contexto de una película de robos. Pretende tener esa gracia inglesa de las comedias de situación, pero no la tiene. 
El único amor que conozco es Eric Roberts, que le he visto en algunas cintas pero que no me parece un gran actor.
El resto me son desconocidos. 
Presenta a los personajes por capítulos, cada uno a su manera, para componer a una galería de seres marginales que se unen con un propósito delictivo. Naturalmente nada sale como estaba previsto, y las circunstancias que circundan la acción son abordadles desde el cinismo y a veces desde el humor. Se deja ver, pero no es gran cosa. Pero la nota que tiene en las plataformas es excesivamente escasa.
Tiene su gracia.

martes, 22 de octubre de 2024

§ 3.543. Vida fácil (Jacques Tourneur, 1949)

 

Melodrama ambientado en e mundo del Futbol Americano. No hay nada inventado. Las lesiones, la dureza del deporte, las dudas existenciales, los proyectos vitales malogrados, el dinero se acaba, las chicas se evaporan, el papel cuche ya no es tan agradable y todo parece ponerse en contra.
Un reparto muy de la época: Victor Mature, Lucille Ball Lizabeth Scott.
Como galería de personajes está muy bien trazada. Quizá no tanto como melodrama clásico. Hay algo que no funciona del todo. No la tengo por una obra mayor de Tourneur, pero se deja ver. Y para los muy de Tournerur es inconfundible. Esa abuso del claroscuro, la música de clásica acompañando, ese retrato a medias de pasiones y venganza, de sentimientos agridulces y artificios emocionales. 
Es como si sus personajes se centrasen en las cosas poco importantes. Dando por sentado que los cosas buenas se merecen, la búsqueda de un 'algo' mejor suele anticipar una catástrofe emocional.
Me ha gustado. En realidad este tipo de películas son las que más me gustan. Entiendo que mi valoración está algo inflada, igual que en otros géneros infravaloro con naturalidad. 
En definitiva, no es un gran Tourneur, pero se deja ver. Y un Tourneur siempre es un Tourneur.

lunes, 21 de octubre de 2024

§ 3.542. Femina ridens (Piero Schivazappa, 1969)

 
Me suena a clásico, a pequeña obra de culto. Nada importante, nada mayor. Pero interesante y seguida. Una cinta de referencia, que se tiene en consideración, que sirve, que el útil, que es seguida y apreciada. Tiene ese punto de irreverencia e insolencia que la hace de difícil catalogación. No es un drama, no es un thriller, no es, tampoco, una obra de destape o pornografía. Ni mucho menos una película sexual. Es un poco de todo ello y nada de ello. 
Erotismo naif, guapas mujeres muy femeninas, un claroscuro interesante, algo contestaría, femenina y machista, las dos cosas a la vez y sin ser contradictorio. Planos picados, morbo a raudales... y una obra de lo más interesante.
Hay que verla, me parece una película que hay que ver. Con esa mezcla de sadomasoquismo y discurso político (encubierto). 
Los actores, para mi totalmente desconocidos, son: Philippe Leroy, Dagmar Lassander y Lorenza Guerrieri.
Hoy he escuchado (no es la primera vez, naturalmente) a Miles Davis en un concierto grabado en Polonia en directo en 1983, con tema de Bitches Brew (1970), y ahora, al ver la película he pensado que a Miles esta película le gustaría.
Tiene ese aire moderno de las cosas -decorados, vestuario, sonidos, ambientación- tan de Miles. No es tanto como son de modernas las cosas, sino cómo las llevas. Algo de eso tiene esta película. No es que sea moderna, que lo es, es que a todo le imprime un aire de modernidad.
Me ha encantado. Si bien lo miras por momentos puedes ver algo de Almodovar, en la historia, en los planos, en las feminidad blanca de las protagonistas, en la morbosidad de las relaciones, en el color blanco que destaca en todo.
Me ha encantado.

domingo, 20 de octubre de 2024

§ 3.541. Un grito en la oscuridad (Fred Schepisi, 1988)

 

Vi esta película hace mucho años, muchísimos, seguramente más de veinte. Y me impresionó mucho. Porque sabía que era historia real, por la fuerza de la interpretación de la protagonista, por lo raro y extraño del procedimiento judicial. Sé que en esos momentos estaba estudiando derecho, por lo que debería ser después de 1988.
Se nota que aunque funciona no es una buena cinta. Se mantiene por la intensidad del drama judicial, pero poco más. 
Hay algo extraño en la historia. Es una rareza, pero poco más. Sí es cierto que la memoria es traicionera, porque recordaba dos datos que no se corroboran: que era raptada por monos, y en realidad es raptada por perros salvajes, y en segundo lugar, que es raptada de la tienda de campaña cuando los padres acampan al aire libre, no en una instalación destinada al efecto. Lo recordaba sin testigos, y en la película queda claro que hay testigos por todos lados, lo cual hace más raro todavía las peripecia judicial que posteriormente se desarrolla.
También puede verse como una película crítica con la prensa, con su funcionamiento, con el sensacionalismo con el que se exprimió el asunto en la televisión y en los periódicos. Era el momento de apurar el cáliz hasta las heces, y así fue.
Es un poco larga, no se sostiene por la mera expectativa de resolución el caso. 
Muy alabada fue la actuación de Meryl Streep, pero la de Sam Neill no le va a la zaga.

§ 3.540. Horizontes de grandeza (William Wyler, 1958)

 


Grandiosa, Homérica, gigantesca, monumental, Sakesperiana. Más drama que Western, o un drama ambientado en el Oeste. El bien, el mal, las pequeñas infamias, las mentiras llevadas al extremo, la incapacidad para perdonar, y la violencia como forma de resolución de los problemas. La ha visto varias veces, probablemente ya será la cuarta o quina vez, y sigo sintiendo que nos encontramos ante una obra maestra. El ritmo, la cadencia, el guión, las miradas de los actores, sus gestos y poses, sus movimientos. Es una obra muy de actores, aunque no lo parece.
Me ha gustado muchísimo Gregory Peck, hace un papel muy sereno, un rol que encarna la ciudad y la razón frente a lo abrupto del Country. Me ha encantado Jean Simmons, de la que se enamora perdidamente Gregory, y que hace que abandone a su novia, con todo lo que eso conlleva. Pero sobre todo me ha encantado Burl Ives, que hace un papel canónico. Quiero decir: un vaquero resentido y amargado con un pasado lúgubre y ningún futuro se tiene que comportar así, como él lo hace.

§ 3.539. El buque maldito (Amando de Ossorio, 1974)

Con la misma estética de su creación más famosa, los templarios zombies que vuelven para tomar venganza, y utilizando alguna leyenda del mar, que seguro que las hay, el director organiza una película interesante, sobre todo si la situamos en la época en la que está rodada, plena transición española, tiempos de destape, libertad, liberación de la mujer, etc.
De hecho es la tercera parte de la tetralogía de "Los templarios ciegos", compuesta también por "La noche del terror ciego" (1971), "El ataque de los muertos sin ojos" (1973),  y "La noche de las gaviotas" (1975). 
Ésta era la única que me quedaba por ver. No creo que verlas fuera de orden desconecte de un guión previamente establecido. Ni los personajes, ni las tramas, ni siquiera los actores tienen conexión, únicamente la estética tiene algo de coherencia entre ellas. 
Se deja ver. Tiene su gracia, pero le falta potencia, tonelaje, garbo. Es difícil hacer cine, sobre todo en este país. Muchísimo mérito lo de Ossorio y otros directores de aquellas época.
El reparto tiene su gracia, con el infatigable Jack Taylor y la lustrosísima Bárbara Rey, que está tremenda, guapa y potente, aunque plana en sus matices actorales. Ahora muy de moda por otras cosas, es evidente que no estaba hay por su manera de actuar.









§ 3.538. Un hombre que vino a matar (León Klimovsky, 1967)

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Un Western español, seguramente rodado en Almería, y con actores y equipo técnico español. Aunque es una mediocridad, se deja ver. Los escenarios, el atrevo, el diseño de producción y demás elementos accidentales de la película funcionan. Pero no tiene la más mínima profundidad. Tiene un guión interesante, aunque manido, pero la ejecución de las escenas es un poco pobre. 
Sin embargo, la música si acompaña perfectamente a las imágenes. 
Me llama la atención la participación de Jesús Puente, hombre para todo, que lo ha rodado todo y que todavía, al día de hoy, es capaz de acometer proyectos verdaderamente magníficos, tanto de la propia industria, como de las auxiliares de la principal.
La chica, bueno, una de las chicas es Femi Benussi, interesante, femenina, injustamente maltratada.
Se deja ver, sin más....

$ 3.932. Blade Runner (Ridley Scott, 1982)