domingo, 17 de septiembre de 2023

§ 3.118. Delito de pasión (Gerd Oswald, 1947)

Interesante propuesta, que mezcla el clásico problema de cine negro, un crimen, con el papel corrosivo de la prensa. Guapa y fina Barbara Stanwyck, como siempre, pero algo menos espectacular que en otras ocasiones. Sterling Hayden tan varonil como siempre, y Raymond Burr como policía acompañan a la estrella del momento. 
La pareja no funciona del todo. Por lo menos en esta cinta. Quizá ella estaba ya algo mayor, pero él está como cansado, aburrido, quizá el papel que jugaba era precisamente ese, pero, la verdad se hace raro verlos juntos. 
Intenta ensayar un mensaje feminista. La vida de una mujer independiente, aunque algo entrada en años que se enamora de un policía que tampoco ha tenido especial suerte con las parejas a lo largo de si vida. 
Pero la cinta va derivando hacia una película de cine negro clásico, ortodoxa: ambiciones desmedidas, sueños irreflexivos, imposibilidad de asumir el papel que cada uno ha sido capaz de labrarse. Una falsa perspectiva de la valía de cada uno. Y, sobre todo, la necesidad de crecer, de avanzar, de que la vida es algo más que lo que se ha vivido. En el fondo retrata los problemas de una mujer fuera de lugar, incapaz de adaptarse a las situaciones que vive, porque experimenta una desazón por dentro difícil de manejar consigo misma. A veces es mejor renunciar a las aspiraciones que continuar aferrado a ellas. En todo caso el desequilibrio que experimenta es casi patológico. No sabemos nada del pasado de la protagonista, pero sí intuimos que arrastraba una maleta cargada de lluvia.
Primera película que veo del director. Los primeros minutos parecen mutilados, parece como si pasaran demasiadas cosas en poquísimo tiempo. 

§ 3.117. El aullido del diablo (Paul Naschy, 1987)

 

Una más de la factoría Naschy, con sus cosas. Algunas buenas y otra no tanto. Verle haciendo de Rasputín supera todo umbral de credibilidad. Destape, miedo y toda falta de escrúpulos al rodar hacen de este singular producto patrio una cinta atrayente.
Todo parece conducirnos hacia los crímenes de un 'aparecido', pero la realidad es algo más compleja.
Hay un punto de desquicie del guión, que, se mire como se mire, está fuera de lugar. Fulanas, destape, miedo y resentimiento. Un cockel muy difícil de manejar. Intenta salir de él de manera airada, pero naufraga irremisiblemente, porque, probablemente, no pretende otra cosa que entretener. Lo que ocurre es que una vez vista una de Naschy, vista todas. Con todo respecto y con todo el cariño, porque es un género más que interesante que construyó el director junto con unos pocos.

§ 3.116. El manantial (King Vidor, 1949)

 Muchas veces vista, una de las películas de mi vida.

Extraordinaria, desde cualquier perspectiva que se analice. Me encanta. 

jueves, 14 de septiembre de 2023

§ 3.115. El otro amor (André De Toth, 1947)

 

Melodrama clásico de un director luego experimentado rodador de Western. Novela de Eric María Remarque, que desconocía que tuviera un relato de este tipo, casi melodramático.
Clásico triángulo amoroso en el que el vértice es la mujer. Bien tratado, bien narrado, un melodrama ortodoxo lleno de emocionalidad y energía.
Ver a Bárbara Stanwych es toda una delicia, una mujer guapa de verdad, con esa belleza clásica pero atrevida, grande ante las cámaras como ninguna otra, con una sonrisa de fuego, angelical pero peligrosa. Está soberbia, frágil y vulnerable pero de un encanto arrollador.
David Niven tiene esa galanura de hombre maduro con un pasado lleno de vida, de experiencias. Incluso joven parecía un hombre pasado de años, con experiencias vitales y siempre con un pasado dolorosa en las relaciones amorosas. Le tengo por el galán al que la chica deja plantado por otra mejor opción, como sucede en esta película.
Richard Conte en su papel de siempre, viviendo al límite, en el filo de la vida, Don Juan arrebatador, racial y con una fisicidad muy peculiar, no es musculoso, ni siquiera estaba fuerte o era grande. Ni siquiera era alto, pero tenía una magia especial con la cámara.

§ 3.114. Hola, Mamá (Brian De Palma, 1970)

 

Casi un ensayo, más que una película, sobre los desvaríos de un espirante a director que ha visto demasiadas veces la Ventana indiscreta, del maestro británico. Rodado de una manera muy libre, pero muy fresca, atrevida y como convención. 
Algún que otro guiño a la intelectualidad más progre que, la verdad, da gusto verlos al día de hoy, donde la corrección política es una buena parte del éxito social y, sobre todo, de la aceptación grupal. Desde este punto de vista elabora un discurso radical, distinto y fresco. La trama es algo caótica, pero no creo su propósito elaborar una cinta canónica.
Le queda una especie de comedia urbana, con giros y con risas de lo más interesante, en una búsqueda -el aquellos años- de una personalidad propia que pueda contar cosas.
Película que vista la evolución del director puede considerarse como una película de formación.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

§ 3.113. Una mujer bajo la influencia (John Cassavettes, 1974)

 

Probablemente la gran película de Casavettes como director. Faces (1968) no me gusto demasiado. La encontré algo insustancial, real y apegada a un tipo de sociedad y comportamientos, muy realista en este sentido, pero no acorde a mis gustos. Por momentos es un ensayo, más que una película. No es, ni lo pretende, un documental, ni mucho menos, pero el estudio de los personajes desde un punto de vista sicológico, y desde el punto de vista de las relaciones humanas. Interesante.
Los problemas (emocionales, y también etílicos) de las mujeres de los años setenta no parece un buen escenario para desarrollar las dotes artísticas de la pareja formada por Gena Rowlands y Peter Falk.
Actores magníficos, sobre todo ella, que están absolutamente estupendos, llenos de vitalidad y fortaleza.
Rowlands es delicada y fuerte. Le imprime al personaje una inestabilidad que por momentos asusta. Era una mujer de belleza clásica, rubia, entrada en cuerpo, pero con grandes dotes para el cine, e imagino que también para el teatro. 
Falk es un actor más rudo, totalmente opacado por su papel de inspector de policía astuto y pequeño que todo lo resuelve desde la perspicacia y la tranquilidad.
Los movimientos de cámara, la rápida sucesión de imágenes en los momentos de crisis nerviosa o de excitación se acompañan con planos más relajados y tranquilos que suavizan la dinámica destructiva en la que se encuentra.
Aunque es una película larga, 140 minutos no se hace pesada. Ni mucho menos. 

martes, 12 de septiembre de 2023

§ 3.112. Todo el dinero del mundo (Ridley Scott, 2017)

 

No sé por qué, pero creo que no me va a gustar la película. Los prejuicios es lo que tienen. Sin fundamento te formas una impresión sobre algo, una obra de arte, una persona, etc. 
Quizá sea la temática, quizá la fama de autor complejo, pero la verdad es que era un perjuicio injustificado. No es de las mejores de él, pero no sólo se deja ver, sino que tiene ritmo, estilo y personalidad. Como las últimas cintas del director me parece que le sobra metraje.
Está montada a través de diferentes flashback que funcionan relativamente, no te aclaras del todo y por momentos confunde. Sí está muy bien organizada la fotografía, con diferente color y diferente textura para cada época. Es un prodigio la organización del atrezzo para cada momento histórico. 
Supongo que el hecho de contar una historia real patrocina gran cantidad de material, bibliográfico, fotográfico, documental del juicio, etc., facilita mucho la organización del material para documentar la cinta.
Gran actuación de Christopher Plummer. Se acompaña de una actriz que no me suena nada, aunque seguro que he visto cosas suyas, Michelle Williams, que lo hace fenomenal (entre ellas  Brokeback Mountain); el siempre solvente Mark Wahlberg, y de Timothy Hutton.

§ 3.897. Fedra West (Joaquin Luís Romero Marchent, 1968)

  Un guión previsible, aunque interesante. Con la gracia de ver al gran actor que fue Simón Andreu en un rol del oeste. No es exactamente un...