martes, 18 de octubre de 2022

§ 2.798. Un dios salvaje (Roman Polanski, 2011)

 

Interesante propuesta de Polanski, que no suele dejar indiferente a nadie. Cuatro actores magnífico abordando un problema familiar provocado por los niños. La tensión que provoca el seguimiento del problema está magníficamente tratado. Seguramente lo mejor en esos casos es huir en dirección contraria lo más rápidamente posible. Seguir manteniendo el conflicto no hace más que prolongar su resolución. 
Kate Winslet y Christoph Waltz son unos padres, y Jodie Foster, y John C. Reilly los padres del otro niño. Me ha gustado mucho Waltz, y también Foster. Son los dos mejores sin lugar a dudas.
De una situación cotidiana saca una película estupenda. Realmente la situación descrita puede ser más común de lo que parece y no está tan alejada de la realidad como pudiera parecer a primera vista.

§ 2.797. Rostros (John Cassavetes, 1968)

 

Experimento fílmico más que película convencional. Interesante por lo que es, por cómo se rodó, por quién lo hizo y por su impacto en la historia del cine, que es, al parecer, mucha.
No pretende contar una historia de una manera tradicional. Los planos son siempre muy cercanos, a veces directamente enfrente de la cara de los protagonistas. Además, como he leído, no hubiera sido capaz de apreciarlo, las escenas comienzan una vez que la acción ya ha comenzado. Lo peculiar es que la ación no empieza con la toma de la cámara, sino que el plano 'se incorpora' a la acción que ya está discurriendo. Eso le da una nota de rapidez a la acción, un vértigo, una velocidad notable.
La temática no tiene nada de particular, retrato de una sociedad decadente, matrimonios desechos, infidelidades, alcohol a raudales, tabaco, vicios de todo tipo que componen una collage caleidoscópico que muestra solamente algunas piezas de la realidad que muestra, para que el espectador componga por sí mismo las piezas que faltan.
Problemas adultos de gente con bastante poca fibra moral. No me ha agradado especialmente. Se puede ver. De hecho veré más películas de Cassavetes, pero el cine independiente no es de los que más me gustan. De hecho me aburre bastante. Soy más de cine convencional, por no  decir clásico.
Me ha gustado mucho, eso sí, el papel de John Marley, perfectamente reconocible como el productor de cine de El Padrino (1972), prácticamente con el mismo pelo y edad.
Muy guapa, fina, sensual y brillante está Gena Rowlands, gran dama del cine.
El director es el también actor John Cassavetes, precursor del cine independiente y referente en el género, precisamente por películas como esta, experimentales, prácticamente artesanales, rodadas con pocos medios, distribuida en un circuito pequeño pero que gustó a la crítica, pero no sé si verdaderamente por su calidad o más bien por ser una contestación al sistema clásico y organizado de hacer películas. Una contraposición perfectamente interesante, por otra parte. No se olvide que la explotación del cine independiente también es un negocio en sí mismo.
Al gran público le gusta todo. Esa es mi opinión. Una película sí tiene algo que decir siempre tiene un público al que dirigirse. Y esta, sin duda, lo tiene. Tiene un discurso, tiene un mensaje, pretende exponer problemas reales de gente real.
No me ha agradado demasiado, pero  reconozco su valía.

§ 2.796. Tiovivo c. 1950 (José Luís Garci, 2004)

 

La baza de la sentimentalidad tiene que ser un recurso o un efecto, no el guión estético de la cinta. Retrato de un Madrid decadente, cansado, aburrido pero una cierta forma de ver la vida satisfactoria. La gente hacía lo que podía, vivía como podía, era feliz como podía. 
Un retrato de personajes de variada condición, extracción social, trabajo, linaje, origen, forma de vivir y sentir. Todos ellos, cada uno en su individualidad, con sus propias vivencias, disquisiciones, problemas, amores, traumas, celos. Me recuerda algo a La colmena, de C.J.C. Ese devenir de personajes que entran y salen de la escena por poco tiempo contando pocas cosas pero muy emotivas.
El reparto más que extraordinario es inmenso. Entran un salen grandes del cine español, ellas y ellos, cuentan su asunto y salen de la pantalla. Más de 50 actores que por sí hubieran soportado un metraje de dos horas como protagonistas. Desde Andrés Pajares hasta Manuel Galiana, Carlos Hipólito o Fernando Guillén Cuervo. María Adanez, María Asquerino, Amparo Bautista.
Tiene algo de despedida del gran cine por parte de Garci. Parece como si todos los grandes actores hubieran querido participar en esta cinta, que tiene algo de despedida y de homenaje.
Un retrato poliedrico de un Madrid triste y desangelado, feliz y acomodado en algunos momentos pero muy difícil para la supervivencia en otros.
Un retrato triste y emotivo de la época de la niñez del director, que recuerda por los ojos de sus personajes la esencia de sus vivencias.
No rehuye temas escabrosos: la policía política, el papel del clero, los empleos precarios, la servidumbre de las clases bajas, las amantes trileras... 
Es interesante, pero no me parece que sea de las mejores del director. A mi, al menos, hay otras obras suyas que me han gustado muchísimo más. Además, como inevitablemente tiene que ser es una cinta larguísima. 143 minutos es, se mire como se mire, un metraje descomunal. Además, la ausencia de una historia central que centre la película, y la insistencia en hacer un collage de cuentos pequeños con historias muy breves dificulta el seguimiento lineal. En principio este tipo de 'experimentos' no me gustan demasiado.

lunes, 17 de octubre de 2022

§ 2.795. El solista (Joe Wright, 2009)

 

Del director vi hace varios años El instante más oscuro (2017) que me pareció muy emotiva y muy bien trazada, luego he visto algunas partes de la película y no me pareció tan intensa. Ésta es anterior y la temática es atrayente, me recuerda a una cinta que vi sobre un periodista que decía haber descubierto a un ex boxeador, un auténtico campeón de los grandes pesos que vivía en la calle. No es que hubiera ganado muchos combates ni título alguno pero sí peleó por grandes cosas siendo muy célebre. Luego desapareció de la faz de la tierra... Pero todo era mentira.
En esta, sin embargo, la historia es cierta, totalmente y eso le da a la historia un valor añadido.
El director aprovecha no sólo para contar su historia, que también, sino para realizar una introspección hacia la locura, la enfermedad mental, el abandono y la ayuda mutua. Es un esquizofrénico de manual, no diferencia la realidad de lo que imagina, desdoblándose su personalidad y haciéndole sufrir una barbaridad.
Esta cinta juega con la misma idea. Está bien montada, tiene ritmo. Creo que los actores están muy bien elegidos: Jamie Foxx, que lo borda, en ese terreno intermedio entre el loco y el genio, y un Robert Downey Jr con sus puntos hitriónicos pero contenido y algo más sereno cada vez que la película va adquiriendo mayor tonalidad, mayor peso específico, mayor intensidad dramática.
Gran trabajo actoral. Quizá me ha parecido un poco larga, no es necesario contar en 120 minutos lo que se puede contar en 90.

§ 2.794. Frankie y la boda (Fred Zinnemann, 1952)

Esta es la última de Zinnemann que tengo. Me faltan varias que no encuentro, o bien porque están descatalogadas, o bien porque no se han editado en DVD.
El ambiente intimista está bien logrado, la sensación de abandono de la niña, sus pretensiones por crecer, el ensanchamiento de su perspectiva vital, e inclusos los celos de la niña están perfectamente conseguidos.
No consigo entrar en la cinta. No me llega la historia, no me transmite nada que me conmueva.
Zinnemann es un gran director, del que he disfrutado mucho viendo sus películas.

domingo, 16 de octubre de 2022

§ 2.793. El secreto de Mary Reilly (Stephen Frears, 1996)

Hace años que la tengo en 'cartera', comprada y en el estante de las que me quedan por ver, que ha bajado ya un poco pero que sigue teniendo más o menos 250 dvd.
Parece un producto típico del cine de los años 80. Se aprovecha el tirón de unos actores muy de moda y se construye una cinta clásica, sobre perspectiva gótica, algo de misterio y una buena dirección.
Lo que se pretende es elevar la calidad del currículum de algunos actores con cintas de solera y prestigio. Probablemente John Malkovich no necesite ese impulso, pues creo que se le puede considerar un actor prestigioso, pero sin duda Julia Roberts, e incluso Glenn Close sí necesiten ese tipo de apoyo, pues sus carreras se fundamentan más en las comedias de situación y dramas ligeros que en dramas espesos o profundos.
La película se rodea de un misterio que mantiene la tensión, y por momentos es interesante, pero cansa un tanto la pertinaz insistencia en mantener el drama oculto. Se tarde demasiado en comprender de qué va la historia. 
Julia mantiene la compostura, tiene esa actitud modosa que cuadra con el personaje. Glenn está algo atribulada y demasiado caricaturizada. Parece un dangerrotipo, un cromo, una simplificación de la realidad.
Malkovich está soberbio, muestra su complejidad y su morbosidad con cada movimiento. Es malvado y a la vez bueno, al menos formalmente. Tiene dos caras a cual más compleja. Es uno y dos, o dos en uno. Es el yo y su conciencia, o como dicen en algún momento, es uno y lo que le gustaría hacer sin tener escrúpulos. Es un papel que le cuadra bien.
Mantiene la tensión, es interesante porque no sabes qué ocurre o cómo se va a desarrollar, pero más allá de ese halo de misterio se me queda un poco corta la cinta. 
Bien por el director, no obstante, que idea una historia interesante y la proyecta bien. No creo que deba gozar de tan poco crédito como el que creo que tiene esta cinta. La tengo por no bien tratada por público y crítica. Hay algo que no cuadra del todo en la historia, a veces es demasiado lineal, y una vez presentada no parece avanzar con suficiente virtuosidad.

§ 2.792. Black Rain (Ridley Scott, 1989)

 

Es la segunda vez que la veo, y me ha impactado bastante menos. Es efectista, tiene su gracia, pero no es tan buena como Yakuza, que la vi ayer y precisamente por eso he visto esta, que no es exactamente un remake, ni una continuación, ni una segunda parte, pero si tiene una clara conexión.
Más allá de la falta absoluta de credibilidad, (credibilidad real, no cinematográfica) tiene un planteamiento excesivamente 'western',  de venganza, personal, que no le va. Sí está mejor narrada la parte del Japón moderno, lo tecnológico, las calles llenas de neon, etc. Pero los aspectos tradicionales son más deficitarios. 
El binomio que forman Michael Douglas con Andy García tiene su gracia. Sin ser verdaderamente poderoso. Sin embargo el papel de Ken Takakura está muy desaprovechado. Nada que ver el rol tan oscuro y frío de Yakuza, que es estupendo.
Scott tiene películas realmente fabulosas, pero a medida que su carrera avanza se van deslizando hacia un cine cada vez más comercial, hacia grandes producciones que arrasan en taquilla, aunque sea con una merma de su calidad fílmica.
El comienzo de su carrera auguraba, sencillamente, que se convertiría en uno de los mejores directores de todos los tiempos: Los duelistas (1977), Alien, el octavo pasajero (1979) y Blade Runner (1982).


§ 3.916. Beltenebros (Pilar Miró, 1991)

La vi hace muchísimos años, en Cabueñes, en Asturias, en un campamento juvenil que organizaba el Injuve (el Instituto Nacional de la Juventu...