lunes, 1 de noviembre de 2021

§ 2.507. The Boxer (Jim Sheridan, 1997)

Celebérrima película, dura y áspera, seca y sin concesiones. Ambiente muy logrado, aunque 25 años después el trasfondo de la historia no se comprende igual de bien. El IRA y su descontrol  delictivo y homicida por ideas políticas ya cesó. Como en España.
Es, como tantas veces se narra en el cine, la historia de un perdedor. De alguien desencantado con quien ha sido en el pasado. Alguien que perdió sus oportunidades y todavía no se explica por qué razón, qué paso y cuál fue la razón. Además no sabe cómo recomponer su vida si reescribiendo su historia otra vez o empezando del cero absoluto.
No es, en realidad, una cinta de boxeo, aunque boxear significa mucho para el protagonista, sobre todo porque supone poder reconstruir su pasado, darle continuidad a su vida, asumir los años que ha pasado en prisión y entenderlos como algo que ha sucedido, sin más, que forma pare de él y poder así transitar hacia un punto nuevo.
La intensidad emocional que le da al papel Daniel Day-Lewis es realmente magnífica. Un actor muy completo, moderno y actual pero con ese aire de actor de toda la vida, metido en el papel hasta las trancas, eficaz desde la sobriedad, sin estridencias, sin aspavientos, sin necesidad de impostar el rol que le corresponde en cada momento. Le acompaña una suave pero firme Emily Watson, y Brian Cox en un papel que parece hecho para él, firme y rudo.

§ 2.506. El verdugo de Venecia (Luigi Capuano, 1963)


Película italiana de aventuras de corte clásico. Aventuras, espadas, honor, peleas. Un "Capa y espada" como las de toda la vida de Hollywood. No se aprecia a simple vista diferencias en el formato o el tratamiento. Enemigos irreconciliables que además de la lucha por el poder o la política se ven separados por el amor de una mujer. Tiene atrezzo, música, trama, un guión bastante previsible y un resultado previsible. Entretiene. Sin más. 
Desde luego le falta una gran estrella para poder considerarla una obra mayor. Ese papel no puede jugarlo Lex Barker, actor limitado y del montón, que igual hace vaquero que de espadachín.
Le acompañan Guy Madison, y una guapa Alessandra Panaro en los papeles esenciales.
Interesantes escenarios naturales -rodada inequívocamente en Venecia- y una ropas un poco recargadas hacen el resto. Lo que se ha llamado, de toda la vida, diseño de producción.
No me parece tan mala como podría parecer. No es una clásico del género, pero se deja ver, entretiene, mantiene la tensión y se disfruta.

domingo, 31 de octubre de 2021

§ 2.505. Si la cosa funciona (Woody Allen, 2009)

Una más de Allen. 90 minutos de socarronería, humor ácido y entretenimiento con un punto de intelectualidad.
Es un poco la historia de siempre, la crisis de la mediana edad, ahora situada en los cincuenta y pico... con los problemas típicos de las personas preparadas pero incapaces de gestionar sus propias tensiones emocionales. Con un alto concepto de sí mismo y una crítica permanente a la humanidad circundante, de la que tiene muy mal concepto. 
Me recuerda, salvando las insalvables distancias a Primavera en otoño, (Eastwood, 1973). Aquí en clave de humor, en la de Clint desde un punto de vista dramático. Pero el trasfondo es similar: un romance entre un hombre adulto y una mujer muy joven. El ascetismo impropio y algo impostado del protagonista se da de bruces con la jovialidad de las ilusiones no experimentadas.
Actores no tan conocidos pero muy solventes, con mucha intensidad: Larry David, Evan Rachel Wood y Patricia Clarkson.
Me ha gustado. No es de las que más me han llegado de Allen, pero me ha parecido interesante.

sábado, 30 de octubre de 2021

§ 2.504. Gorky Park (Michael Apted, 1983)

Director británico, que le tengo por tranquilo y delicado y fino, dulce, alejado de la testiculina, aunque rodó una de 007. El guión es de Dennis Potter sobre una novela de Martin Cruz Smith que  tuvo buena acogida en el mundo editorial al comenzar una saga del detective Arkady Renko. Una de tantas novelas policiales, con un toque exótico y peculiar.

Un notable William Hurt, y un muy mayor Lee Marvin dan corporeidad a una historia un tanto truculenta e inverosímil, con ciertas dosis de thriller y algo de gore. Cine policial en la URSS. También interviene Brian Dennehy, actor más que mediocre del que no he conseguido ver ninguna película decente.

Me recuerda a una película que vi hace mucho años, pero no me acuerdo del título. Era sobre un asesino en serie en la Rusia comunista al que se tarda años en detener. Y luego también me recuerda, algo menos a "El niño 44" (Daniel Espinosa, 2015), que me gustó mucho. La segunda es buena, pero la primera era extraordinaria, era muy interesante pero no recuerdo mucho de ella, la vi hace muchísimo años y no tenía la pulsión cinematográfica que me consume actualmente.

El desarrollo es interesante, está muy bien rodada, la tensión va in crescendo y el climax se mantiene durante tiempo. Realmente no sabes por dónde va a salir la película, no imaginas cuál es el derrotero que va a tomar. No sé dónde está rodada, pero, desde luego, parece Moscú y la Unión Soviética. Los árboles, los coches, las calles, las dachas. Todo está muy bien cuidado, ambientado, los edificios, las ropas, la música clásica que acompaña, que no dudo que es de algún gran compositor soviético, las cafeterías, las caras de los secundarios y de los extras.

Me ha gustado, es entretenida, y se deja ver. Todo está rodeado de un halo de irrealidad. Como si fuera ficción. No consigue darle el punto de credibilidad que suele ser necesaria para pasar de ser una película interesante a una cinta buena o excelente.

§ 2.503. Raza de violencia (Douglas Sirk, 1954)


Me llama la atención que Sirk, director delicado y melodramático por excelencia se dedicara a un Western, por mucho que se el género americano por excelencia. Seguramente las exigencias de los estudios tenga mucho que decir.
No tiene un alto desarrollo dramático, ni esconce una gran historia de amor. Nada parecido. Es, sin más, una de tantas del oeste. Rodada en los más característicos parajes naturales del género en un technicolor brillante que los blu-ray actuales potencian de manera notable. Puede ser que responda a hechos verídicos, no lo sé, pero tiene toda la pinta.
Está bien dirigida, tiene un guión clásico -aunque ciertamente previsible- y se deja ver, pero nada más. No tiene la profundidad de las películas de Ford o Hawks, ni la complejidad de los Western crepusculares, con esa mezcla de género y ambivalencia de sentimientos que los hace tan atractivos: no sabes qué ves, si un Western o otro tipo de película (drama, thriller, terror, policíaca).
La verdad es que Rock Hudson por mucho que lo intenta no da el tono, no es su registro, y su algo parecido ocurre con Barbara Rush, una actriz correcta pero sin la intensidad requerida para un papel como éste.
En definitiva, una del Oeste, sin más. Correcta y agradable.

viernes, 29 de octubre de 2021

§ 2.502. Veinte mil años en Sing Sing (Michael Curtiz, 1932)

 

Un clásico drama carcelario en tono blanco. Educación, moralina, ejemplo... Bien narrada, aunque con un tono demasiado blando, algo casi infantil, educacional para los niños y jóvenes. Me gusta Curtiz, creo que tiene muy buenas películas. Ésta no es una de ellas. Sin embargo se deja ver, y es entretenida por momentos. Siempre tienes el aliciente de ver a un muy juvenil Spencer Tracy,  y a una prácticamente debutante a estrella Bette Davis. Ambos con una decena de películas, pero comenzando a domar el mundo del espectáculo... Pero no les recuerdo en otra a los dos juntos.
La historia entronca con la clásica segunda oportunidad, a la que todos los hombres tienen derecho, incluidos los presos.
Tiene un metraje contenido, un blanco y negro muy bonito, y un resultado interesante. Seguro que para los muy del subgénero de cárceles mucho más.

§ 2.501. Caboblanco (J. Lee Thompson, 1980)

Película de aventuras en el Perú en 1948, en un pueblo de costa. Barcos, chica francesa, hombre de negocios rico y con un pasado oculto, un policía corrupto y algo depravado, y noventa minutos para contar una historia que se va descubriendo poco a poco, lentamente.
Con un reparto absolutamente de campanillas: un Charles Bronson maduro y algo ya cascado, un intemporal Jason Robards,  una guapa Dominique Sanda, un sorprendente Fernando Rey (que no se por qué interviene en esta cinta), y Gilbert Roland, para el que ya habían pasado los mejores años...
Su planteamiento es bueno, pero la ejecución no tanto. No pretende ser una mala copia de Casablanca, aunque es innegable que el parecido argumental es evidente. Pero la limpieza del relato de una película clásica no lo tiene, ni mucho menos.
A medida que se consume el metraje el interés por la historia se desvanece, pasando de ser una película interesante a una historia que aburre y cansa. No es una buena cinta. Desde luego Thompson tiene cosas mejores. Es un director del que ya tengo casi todo, aunque sus primeras cuatro o cinto películas son inencontrables, así como una de la saga de los simios, que, curiosamente, no soy capaz de dar con ella. Las demás están siempre a nivel medio, sin descollar más que en un par de ellas. De toda su filmografía, rodada además con actores de primerísima fila solo destacaría: La bahía del tigre (1959); Los cañones de Navarone (1961); El cabo del terror (1962); Una llamada a las doce (1965); y El oro de Mackenna (1969). Tengo 25 suyas y estas serían las únicas que recomendaría a un aficionado que pretendiera acercarse a su filmografía. El resto, especialmente las últimas diez son mediocres, cuando no algunas de ellas directamente malas.

§ 3.896. La última señora Anderson (Eugenio Martín, 1971)

  Una acercamiento al cine de suspense británico de toda la vida. Rodada en los exteriores de Londres, supongo que con personal británico, e...