Lev Stepanovich era un contador de historias ciego que la abuela de León Tolstoy tenía a sueldo en la casa familiar. Era legendaria su capacidad para contar cuentos... manipularlos, hacerlos una y otra vez de manera diferente... Eso pretende este Blog, contar cuentos... de manera creible.
viernes, 9 de julio de 2021
§ 2.441. Lo que queda del día (James Ivory, 1993)
miércoles, 30 de junio de 2021
§ 2.440. Hombres de presa (Richard Wallace, 1947)
Pretende ser una entretenida historia de aventura y amor exótico pero naufraga por dos razones. En primer lugar, por la desmesurada duración de la cinta. Sentar al espectador durante 128 minutos para contar una historia requiere algo más que una historia que contar. Demasiado larga. En segundo lugar, porque Wayne nunca me ha parecido creíble como personaje romántico. No le "pega", no le "va"; se me hace raro verle en un rol de este tipo. La historia de amor es un poco enrevesada, sobre todo por la figura paterna, más de amante celoso que de padre. Se estructura una especie de triángulo amoroso complicado de resolver, algo más que una rebeldía juvenil frente a la figura paterna. No funciona, aunque puede entretener.
El reparto es muy interesante, un joven pero ya interesante John Wayne, una guapísima Laraine Day, mujer peculiar con una vida en sí misma digna de película, un Cedric Hardwicke con toques luciferinos y que recuerda en algunos momentos al mejor Drácula, y una Judith Anderson que siempre quedará anclada en su papel mítico de ama de llaves en Rebeca (Alfred Hitchcock a la dirección y David O. Selznick como productor, 1940). A ellos se suma Anthony Quinn, tan sobrio y profesional como siempre. Quizá esta sea la única película en la que trabajaron juntos Wayne y Quinn.
§ 2.439. Una vida privada (Louis Malle, 1962)
lunes, 28 de junio de 2021
§ 2.438. La vida en un hilo (Edgar Neville, 1945)
domingo, 27 de junio de 2021
§ 2.437. Objetivo: Londres (Babak Nakjafi, 2016)
Pertenece a ese subgénero de "Superacción", desde el comienzo,sin respiro, con tiros a lo bestia y una trama inverosímil pero que engancha, con una estrella de acción (Gerard Butler) un acompañante decente (Aaron Eckhart), y la participación que da un buen actor, en este caso Morgan Freeman que, probablemente hizo sus escenas en un par de horas en una mañana y luego se montaron más tarde, cobrando una "pasta gansa" por ello. Películas 'alimenticias' para él, de las de todos los días para los demás.
Tiene algún que otro fallo de guión más que notable y un final fuera de todo canon en el género, produciendo un resultado mediocre que no llega a entretener del todo, porque hay momentos de verdadero tedio entre tanto tiro.
No es mi tipo de película, pero tampoco creo que a los que les gusta el género la tengan en buena consideración. No tiene la ironía, la clase y la producción de las de 007, ni la intensidad ni los guiones, ni los efectos especiales de la saga Misión Imposible, por ejemplo.
El algunos momentos los efectos especiales se notaban bastante y quedaban un poco chapuceros, y los actores son excesivamente planos, incluso en los momentos de distensión, con una broma aquí y otra allá, quedaban fuera de lo que se espera.
Aunque en el año de producción de la película ya estaban un poco fuera de juego los Videoclub esta es una película para este tipo de consumo: instantaneo, sin pretensiones, para un público poco exigente, cenanco una pizza y una cerveza un sábado de junio. Si la ves en la tele haciendo zapping te quedas diez minutos. Poco más.
sábado, 26 de junio de 2021
§ 2.436. Infierno 35 (Don Siegel, 1954)
§ 2.435. El cebo (Ladislao Vajda, 1958)
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Erotismo nazi, intensidad sexual desacostumbrada, transgresión sexual, porno light, deseo reprimido y luego exaltado, naderías en un entor...
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La vi hace muchísimos años, en Cabueñes, en Asturias, en un campamento juvenil que organizaba el Injuve (el Instituto Nacional de la Juventu...
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La historia esperada de Brass. Esperada pero lo hace bien. Un erotismo sofisticado, nada palurdo, nada romántico, fuera de los cánones explí...






