miércoles, 20 de febrero de 2019

§ 1.562. Más allá de la duda (Peter Hyams, 2009)


Hay que ser muy valiente para hacer un remake de una película de Fritz Lang, muy valiente. No me parece gran cosa, la verdad. Es repetitiva, monótona, y muy previsible, con actores estereotipados y un Michael Douglas que ya no se sabe a qué juega, a poco supongo.
No me gustan en general los remake, pero este en concreto no es bueno. Ya no es que compares con la original, que no tiene punto de comparación, es que no es buena cinta.

lunes, 18 de febrero de 2019

§ 1.561. Bajo amenaza (Joel Schumacher, 2011).


Mediocre. No sé hasta qué punto Nicholas Cage y Nicole Kidman se prestan a estas cosas. Supongo que  por dinero, claro.
Intenta hacer subir la tensión poco a poco, con giros y sorpresas, pero la película en sí misma no vale mucho. Las posibilidades de que alguien efectivamente adinerado se comporte como se compara el padre de la casa, es directamente inverosímil. No hay por donde cogerlo. El papel de Kidman sí se comporta de manera más creíble. No sé qué ocurre con determinadas partes de la cinta pero no encajan. Dos giros muy inesperados. Que la caja fuerte no tuviese nada y que él dijese que valía más muerto que vivo. Es claro que eso explica su comportamiento antecedente, pero no me parece creíble. Además, me parece que el tiro lo recibe en una pierna y el torniquete se le pone su mujer en la otra.
Muy mala, nada de valor, un poco histérica, muy nerviosa, y con giros previsibles y nada original.

domingo, 17 de febrero de 2019

§ 1.560. Rocky IV (Sylvester Stallone, 1985)


Mala como ella sola, pero funciona para lo que funciona, sin más. La verdad es que quizá en taquilla hayan funcionado, pero no quedan para la historia del cine. Lo que no entiendo es como Talia Shire se prestó a esta tipo de cintas, sobre todo por el gran inicio de su carrera, tan prometedor.
Y si me apuras Burt Young, y Carl Weathers están por debajo de su potencial. 
Su guión es previsible, su desarrollo mediocre, su resultado muy pobre.

§ 1.559. Las ratas del desierto (Robert Wise, 1953)


Excelente película bélica, de una factura impecable. Un gran Jame Mason con el complemento, directo en este caso, de Richard Burton, en un papel muy hecho a su medida.
Escenas inolvidables de guerra en el desierto, y una mítica de Romel hablando con el prisionero en términos tan caballerosos que parece que estemos en una escuela, aprendizaje de caballero.
Me gusta mucho Jame Mason, es un actor de una calidad contrastada, cualquier papel que haga es magnífico.


jueves, 14 de febrero de 2019

§ 1.558. La legión del desierto (Joseph Pevney, 1953)


Muy entretenida. Se hace raro ver a Richard Conte en un papel que no es de cine negro, pero la cinta es entretenida. A su lado de Alan Ladd cubre mejor sus expectativas, sin ninguna duda. Me ha gustado mucho Arlene Dahl, actriz guapísima, pelirroja, y madre de Lorenzo Lamas, qué cosas, esposa de Fernando Lamas.
Pevney tiene cosas interesantes, El rastro del asesino (1957)
y El último torpedo (1958) son buenas películas.
Me agrada el aire de aventuras de la cinta, ese aspecto clásico del cine de entretenimiento, que no siempre estaba exento de profundidad. No es este caso. 
Lo mistico, lo religioso y la aventura se mezclan con eficacia y agilidad. Me ha gustado más de lo que la crítica dice de ella, más que la nota que tiene en FilmAffinity.

miércoles, 13 de febrero de 2019

§ 1.557. El asalto de los apaches (Harald Philipp, 1965)


Libro de Karl May, guión razonablemente bueno, metraje contenido, un actor de tirón en taquilla, buen desarrollo: una más del oeste, bienintencionada, bien facturada, suficientemente entretenida para no perderse en el cúmulo de cintas parecida, idénticas, todas rozando la serie B, que en el género puede dar incluso buenas cosas.
Colonos que pactan con indios su establecimiento en un lugar propio, algo inverosímil y poco probable, como muchas de las historias de Marcial Lafuente Estefanía, nuestro "gran" escritor de novelas del oeste, pero que conmueven el imaginario colectivo y por eso funcionan.

martes, 12 de febrero de 2019

§ 1.556. El discreto encanto de la burguesía (Luís Buñuel, 1972)


El cine experimental es inclasificable. En esta cinta, la verdad, más que un discurso mordaz o cínico o una sátira a la sociedad, es una ejemplificación del caos como orden del mundo, la casualidad, lo no previsto, lo anecdótico, lo singular, lo imprevisible, el caos como movimiento de la vida y sus protagonistas. Con algún aspecto o particularidad onírica, tiene dos elipsis relacionadas con militares, sueños recurrentes quizá, figuras totémicas que le torturaron en el exilio probablemente, que tienen un claro significado para él, pero que cada espectador construye de forma diferente, distinta. Y en las dos recurrencias la madre forma parte de anhelo del militar, el niño y el adulto.
Los militares en casa del protagonista contando sueños de niños que echan de menos a sus madres.
La burguesía no es un status social, es más un motor de casualidades que mueve el mundo, de circunstancias encadenadas que desencadenan acontecimientos imprevisibles.
Me ha gustado, pero reconozco que disonar este tipo de cine cansa y no llena. Puedes ver una o dos cada cierto tiempo, pero es agotador hacerlo muy a menudo. Anoche Tarkovsky, hoy Buñuel, mi cuota de cine no convencional ha acabado. Mañana Ford, Wyler...

$ 3.932. Blade Runner (Ridley Scott, 1982)