sábado, 23 de diciembre de 2017

MANN, Anthony. El hombre del oeste (1958)



No es su mejor película del oeste, pero es una gran película del oeste. Y eso en Mann es mucho. Una película del oeste media de Mann es una buena película del oeste en general.
Gary Cooper no está mal. He leído críticas de la película que comentan que está mal, que no tiene tensión, que es incapaz de expresar tensión emocional. No estoy para nada de acuerdo.
La pelea a puñetazos del medio de la película es magnífica. Llama la atención que no está nada idealizada, es real, o eso pretende, sucia, fuerte, violenta, salvaje y todo lo real que puede ser algo filmado. Es, evidentemente, una pretensión del director, que no quiere que este Wester sea como otros que ha hecho.
Quizá un poco idealizada la figura del malo, pero esta bien. Me ha gustado conocer a Julie London, cantante y actriz, que ya le he visto en otras películas, pero que no me había fijado.
Una buena película, en definitiva, sin ser una de las más brillantes del siempre magnifico Mann. Me hace mucha gracia aquellos que desprecian a este tipo de directores, como Mann. No saben de cine, a mi juicio.

viernes, 22 de diciembre de 2017

HELLMAN, Monte. El tiroteo (1966)


Película de culto, dicen. Y no digo que no. Pero no sé que tipo de credo profesa el personal que considera así a esta cinta. No digo que no sea interesante, que lo es. Incluso que puede leerse en clave de 'road movie' en versión Westher, que también. Pero de ahí a colocarla como una gran cinta del oeste creo que hay un trecho demasiado grande...
Las críticas de Filmaafinity la sitúan como una película de culto, con críticas magníficas, sesudas, que interpretan su desarrollo como una especie de 'El corazón de la Tinieblas' de Josep Conrad. La verdad, uno puede ver lo que quiera en donde quiera, pero entender que esta cinta es un relato de un viaje iniciático es mucho, muchísimo. Tiene su cierta intriga pues no dicen a dónde van, ni para qué, aunque intuyes, y el protagonista se lo dice a la chica, que van a matar a alguien.
Warren Oates sí da perfectamente el papel, el rol, pero los demás, empezando por el muy conocido Jack Nicholson y siguiendo por la (para mi) desconocida Mille Perkins pues, la verdad, no están como deben estar. No tienen ese peso específico tan específico, tan determinante. No sé sabe muy bien qué es, pero algunos actores lo tienen y otros no.
Jack Nicholson en concreto es un actor que no lo tiene. No es un actor muy dotado. Conoce la industria, el mercado, el negocio. Seguramente es un gran todo terreno. Al verle en comedia ligeras, películas de situación o incluso de amor, ves un actor que se maneja bien, pero no es un actorazo capaz de conmoverte hasta el tuétano. Es un caballo trotón, va bien en cualquier terreno y tiene tirón comercial. Un actor más, de los muchos que hay. Pero no se encuentra, a mi modestísimo juicio, en el olimpo de los dioses. No es Cary Grant, no es Gregory Peck, no es Willian Holden, Ray Millan, Tirano Power...
El director quizá estuvo de moda en su momento. Hizo buenas películas en unos pocos años, pero parece que su carrera o no se consolidó, o se dedicó a otras cosas, o simplemente se extinguió su genio creativo y su pulsión por narrar cosas.

jueves, 21 de diciembre de 2017

COCTEAU, Jean. El águila de dos cabezas (1948)


Interesante reflexión sobre el poder, el amor, sus relaciones y la vida en palacio. Cocteau era un desconocido para mi. Siempre lo situaba en el ámbito de la reflexión escrita, quizá algo de teatro, pero siempre en otro medio, siempre por escrito.
La película no se oía especialmente bien, el sonido de fondo, a veces del viento, otras música o cascos de los caballos impedía que los diálogos se oyeran correctamente. Y esta es una película de diálogos, de guión, de trama, casi de cuatro o cinco escenas de teatro. Probablemente lo haya sido originariamente.
La organización de la escena, el atrezzo, vestuario, peinado, joyas, muebles, escenario en general es magnífico, muy cuidado. Parece realmente un palacio austríaco de principio o mediados del XIX.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

NEGULESCO, Jean. El hundimiento del Titanic (1953)


Entiendo que hay versiones mejores, probablemente la de Cameron lo sea. Pero es que hay dos debilidades que tengo en el cine. Clifton Webb, que es un actor de pocas películas, muy encasillado en determinados papeles y casi siempre con el mismo rictus gestual, y, sobre todo, Barbara Stanwyck, que es una actriz absolutamente impresionante, capaz de hacer cualquier papel, más o menos comprometido.
Tiene un luz en su mirada, una fuerza expresiva, una capacidad corporal, una intensidad en su expresión absolutamente maravillosa. Además está muy bien vestida, muy peinada, con perlas y joyas. Me parece una mujer guapísima
Me ha gustado de la película la relación del padre con el niño, muy definida por el propio Webb y su forma de comportarse en el escenario.
La escena del hundimiento está bien hecha, a pesar de las limitaciones técnicas.
Se me ha hecho muy corta.

martes, 19 de diciembre de 2017

RENOIR, Jean. Aguas pantanosas (1941)


Me ha parecido magnifica. Si no hubiera visto antes el remix de esta película de Negulesco no me habría fijado lo brillante que es la original.
Con un Dana Andrews estupendo, con una Anne Baxter tan interesante como en Eva al Desnudo, con la plenitud de Walter Huston y la madurez de Walter Brennan.

lunes, 18 de diciembre de 2017

FORD, John. La ruta del tabaco (1941)


No es una película reconocible como Ford. Hay algunos momentos de lirios irrebatibles, como cuando la madre mira al cielo, como preguntándose qué va a ocurrir, o cuando está recogiendo las cosas para irse de su casa para no volver jamás. También cuando el marido llora en el coche que conduce Dana Andrews para ir a la casa de beneficencia y al final le conduce a su propia casa, a su hogar, al único sitio que ha conocido.
Esos momentos son muy de Ford, como la mujer que canta permanentemente, también es muy suyo. Sin embargo, en general, tanto por el tono como por el enfoque no me parecen de Ford. La temática sí podría ser de Ford, pero lo trata como si fuera una comedia, y creo que no consigue lo que pretende, subrayar la pobreza y las situaciones lamentables de vida y trabajo.
Hay que tener en cuenta que acababa de rodar "Las uvas de la ira", y al año siguiente rodaría "Qué verde era mi valle"... Entiendo que estuviera saturado de intensidad, de emocionalidad, de potencia. Quería rodar algo menos duro, con un enfoque menos solemne, más ligero, trivial.
Lo que no entiendo es que los personajes tengas que ser todos medio imbélices, abiertamente bobos. No lo entiendo. Podía haberlo hecho con otro enfoque, con otra perspectiva.
Además queda una imagen un tanto distorsionada de la realidad. Parece que eran felices en su mundo de miseria, y es cierto que hay un punto de inocencia en la idiotez, pero no creo que haya sido capaz de hacer una película redonda. Por supuesto nada comparable a las dos citadas, o a sus otras quince obras maestras que rodó...
En todo caso es de Ford, y había que verla.

domingo, 17 de diciembre de 2017

LEVIN, Henry. Un hombre solitario (1957)


Me ha gustado. Mucho. Es una copia de Raíces Profundas de STEVENS, George (1953), muy parecida. En este es un padre el pistolero que intenta ayudar a crecer a su hijo, en aquella, mucho mejor película, es un desconocido que llega a una ciudad. No sé por qué, pero me han parecido similares.
Jack Palance no es un actor muy dotado. Hace bien su trabajo, sin duda, pero no es la clase de actor dotado para la interpretación. Anthony Perkins es otra cosa, pero, la verdad, de pistolero no le veo. Es más complejo que para estas cosas, mucho más dramático.

§ 3.896. La última señora Anderson (Eugenio Martín, 1971)

  Una acercamiento al cine de suspense británico de toda la vida. Rodada en los exteriores de Londres, supongo que con personal británico, e...