miércoles, 13 de enero de 2016

SIEGEL, Don. La gran estafa (1973)

Pues me encanta D. Siegel, casi todas sus películas son buenas cintas, entre ellas ésta. Que la había visto antes, seguro, seguro segurísimo, pero no en DVD, sino en la tele, pero hace mucho tiempo. Consigue desarrollar personajes propios de forma muy coherente, interpretar un discurso ágil y dinámico de manera muy eficaz, los minutos corren .a toda velocidad.
El guión es brillante, y las interpretaciones propias, algo importada alguna de ellas, pero en líneas generales está bastante bien.

martes, 12 de enero de 2016

Mc TIERMAN, John. Depredador (1987)

La recordaba algo mejor. Algo más inteligente, con más desarrollo, guión e interpretaciones. El impacto emocional de la historia no sostiene un segundo visitando. No es horrorosa, pero no es especialmente brillante.
Hay que ver de todo en el cine, hoy Rossellini, mañana Bergman, pasado Antonioni... y también Mc Tierman. No soy un apasionado de las películas de acción, pero hay que reconocer que es razonable ver alguna de vez en cuando. En el fondo es cine son emociones, y el contexto en el que se desarrollan las historias de acción patrocinan un tipo de cine muy particular.
En todo caso no me ha parecido especialmente buena. Mc Tierman tiene mejores películas, en su línea de acción bruta, pero mejores. Quizá la mejor de todas sea el Secreto de Thomas Crown...

lunes, 11 de enero de 2016

FULLER, Samuel. El kimono rojo (1959)

El tratamiento de los planos tan cercanos a los rostros es algo muy característico de Fuller. La historia no tiene mucho juego, y no está del todo bien presentada, infantil y poco evolucionada. Pero funciona. Al menos por un rato. El racismo no es una cuestión fácil de manejar en el cine. No siempre se consigue el tono lírico necesario para expresar lo que se quiere decir. En este caso la cuestión se complica porque no es un racismo típico. Además el momento en el que se produce la historia es recién acabada la guerra de Korea en 1950, sólo cinco años desde el fin de la II GM, y no hay ninguna referencia a esta cuestión.
Muy interesantes los planos iniciales y finales de las calles de Los Ángeles, llenas de coches, cines y locales de espectáculos.

domingo, 10 de enero de 2016

SCOTT, Ridley. Blade Runner (1982)

Película más mítica que buena, más valiosa desde el punto de vista emocional que de calidad contrastada, con más mensaje sugerido que efectivamente expresado... No acabo de verle la gracia. La he visto ya varias veces, de manera complete que recuerde tres, y ninguna de ellas me he quedado completamente satisfecho. Es cierto que sugiere un mundo emocionalmente muy diferente, que es capaz de transportarte a otro mundo, literalmente, pero no es el tipo de cine que me subyuga. La música es extraordinaria, muy reconocida, probablemente una de las bandas sonoras más identificadas con una película, muy similar a lo que ocurre con la del tercer hombre de Carol Reed. Es, además, un éxito internacional de Vángelis, hasta ese momento conocido pero no elevado a la categoría de mito, como ocurre tras esta película.
Harrison Ford, pues en el mismo papel que en la guerra de las galaxias. La chica se llama Sean Young, y aunque tiene algunas películas más, ésta es la suya más conocida.
La frase mítica de Rutge Hauer sí es cierto que ha creado toda una mitología, sobre todo, porque, al parecer, no figuraba así en el guión original, teniendo que expresar algo mucho más sencillo ante de morir de un balazo, y no como lo hace, atontándosele las 'pilas'. Su carrera sí es más sólida, llegando a las cien películas.
En definitiva, una cinta mítica que no le pondría, ni mucho menos, en mi lista ideal de las cien mejores de todos los tiempos.

sábado, 9 de enero de 2016

WYLER, William. Horizontes de grandeza (1958)

El agua, la película trata sobre el agua y los problemas que puede acarrear. Sobre cómo se afronta la escasez del líquido elemento parajes que carecen de ella y se necesita para dar de beber al ganado. Dos familias, dos fincas, dos ranchos enormes, con miles de cabezas de ganado, en medio una tercera finca que tiene agua y que de todo la vida ha permitido que abreven las reses de las dos fincas colindantes.
El extranjero que va a contraer matrimonio con la hija de uno de los dos terratenientes observa los roces de las familias desde una óptica práctica, intentando analizar las cuestiones no desde la emotividad, sino desde la razón, apoyando sus acciones en cabeza y no en músculo. Rehuye cualquier tipo de enfrentamiento con el Mayoral de la finca, secretamente enamorado de su novia. El conflicto está más que servido.
Excelente película, con un desarrollo emocional muy intenso aunque pausado, un guión excelente y una filmación escrupulosa. Wyler es, qué duda cabe, un excelente cineasta. Todas son películas son muy intensas, muy espesas, nada es causalidad, todo tiene trascendencia, no deja cabo sin atar.
Adopta una perspectiva como convencional para un Westher, no se trata del "más chulo del barrio", de "tiro porque me toca", sino de una posición moderna, racional, no emotiva, desapegada de la lucha, la fuerza y la potencia, más cercana a una situación madura, racional, potente pero callada, no alacarosa pero intensa.
Magnífica película, como todas las suyas.

viernes, 8 de enero de 2016

HATHAWAY, Henry. La conquista del Oeste (1962) [Codirigida: George Marshall, y John Ford].

Muy pretenciosa, demasiado grande. La idea básica es intentar reproducir en una sola cinta todos los tópicos que forjaron la aventura del oeste. El viaje y el desarraigo del lugar de origen, los tramperos de castores, el amor, los piratas de río, los rápidos, la guerra de secesión, la lucha con los indios, Mountain Valley, el juego en el rio mississippi y los espectáculos de bailarinas, el alcohol, los duelos con enemigos de antaño a pistola, los caballos, los muertos y enterrados en tierra de nadie, los hermanos que se separan, la evolución de las ciudades, el tren y su expansión, los ricos terratenientes hechos a sí mismo que quieren casarse con la chica guapa...
Demasiadas cosas para tres horas escasas.
No es, ni mucho menos, la mejor de las películas del Oeste, ni tampoco la mejor de sus directores. Además, en algunas páginas de internet, incluso Wikipedia figura también como director Thorpe, pero ni en la cinta que tengo ni en el visitando de la película figura su nombre. Además el metraje de la misma varia considerablemente según qué páginas consultes. Yo tengo la sensación, como tras unas dos horas y poco que hay algún corte, porque hay sucesos y eventos más tarde que recuerdan una explicación anterior que no ha expuesto. El duelo de George Peper, sin ir más lejos.

jueves, 7 de enero de 2016

KUROSAWA, Akira. Kagemusha: la sombra del guerrero (1980)


Algo alejada de mis intereses, de mis gustos, pero ha de reconocérsele una gran capacidad visual, una manera muy ritual de contar las cosas, en historias sobre todo distantes de las clásicas a las que estoy acostumbrado.
El tema de fondo que plantea es evidentemente la impostura, y la utilización de un doble de un personaje político, en este caso un general, un gran señor de la guerra, para seguir manteniendo el status quo. Hay un diálogo en donde el personaje que patrocina la impostura, quien impulsa la utilización del doble afirma que una cosa es tener un doble cuando el original está en vida que emplear un doble de un muerto, porque en el primer caso es una impostura, pero en el segundo es un engaño.

§ 3.556. El orgullo de los marines (Delmer Daves, 1954)

John Garfield y Eleanor Parker, una pareja absolutamente brillante, sobre todo ella. Él tiene una fisonomía más normal, unos cánones de bell...