sábado, 17 de mayo de 2025

§ 3.837. La reina del Tabarín (Jesus Franco, 1960)

 
Irreconocible Franco. Una película  musical "madrileña", con chotis, ofertas y cabaret.
Es su segunda o tercera película, y encadena canciones y números de baile en cada momento, prácticamente los diálogos son musicados. 
No es su estilo, naturalmente, pero supongo que en aquellos momentos del inicio de sus carrera rodaba lo que podía.
Para mi es insufrible, porque ni es el tipo de cine que me gusta -detesto los musicales- ni tiene una historia detrás que me agrade (como puede ser West Story o Sonrisas y lágrimas, por ejemplo).
Mi espíritu de totalizar directores me lleva a veces a ver cosas que directamente no me gustan. No es que me gusten poco, es que no me gustan nada.

viernes, 16 de mayo de 2025

§ 3.836. Terror en Amityville (Stuart Rosenberg, 1979)

 
Seguramente fue una película de muchísimo éxito. Y probablemente, como ocurre en general con este tipo de películas de terror, fue criticada por los bienpensantes que analizan las películas no desde el plano emocional, sino desde la técnica cinematográfica. 
No ha envejecido mal, pero no es una de esas películas que han crecido con los años. No es "La profecía" (Richard Donner, 1976), ni mucho menos "Al final de la escalera" (Peter Medak, 1980), ambas perfectas obras maestras del cine, sin discriminación por el género. No son sólo estupendas películas de terror, son, sin más, estupendas películas. Tampoco es, por supuesto, "El exorcista" (William Friedkin, 1873).
La cinta es interesante, algo plana y dedicada más a la impresión instantánea que a crear un clima de terror o angustia en el espectador. Juega con la circunstancialidad, pero no te introduce en el miedo como las tres citadas.
James Brolin está bien, como siempre, como lo que siempre ha sido, un galán de los setenta. Margot Kidder es una actriz del momento, de aquellas época. Lo de Rod Steiger es como de otro mundo. Da miedo verlo. Provoca una sensación de desasosiego tremenda. Le supongo un obsesivo de los papeles que representaba, dedicado a analizar la situación, el contexto, a fijarse cómo se movían los personajes, etc. Un estudioso de los temas. Un estudioso profundo.
Se me ha hecho un pco larga. Noventa minutos hubieran sido suficientes. Pasa por momentos algo dispares que hacen que el espectador se disperse un poco. 
No tiene la intensidad de las tres citadas, que sí son, verdaderamente, cintas de miedo auténtico, miedo de verdad. Ésta es como más narrativa, menos epidérmica, menos de miedo.
De lo que he leído en Wikipedia puede deducirse que más allá de los homicidios en la casa, que sí son verdaderos, el resto de la historia es una combinación de novela, fraude, interés económico y engrandecimiento del mito. Pero han sido hasta 27 películas las que forman parte de la saga o pueden considerarse del grupo de "Amityville". Eso son muchas películas.

§ 3.835. La bandera negra (Amando De Ossorio, 1956)

Pues, pues, pues... una película de lo más interesante. 
Una película de un solo actor: José María Seoane.
Evidentemente, es difícil de ver, de apreciar. Y los 72 minutos no se hacen cortos. A veces, incluso, se hace larga. 
Primera película de De Ossorio.
Es la historia de la conciencia de un hombre que o ha cometido un crimen o lo ha presenciado y alcoholizado una noche rememora él sólo, en un soliloquio algo desquiciado, qué ocurrió, cómo pasaron las cosas, y por qué alguien ha sido condenado a morir, al parecer su hijo. 
Pero lo hace hablando él sólo, con un perro, por la calle, etc. Difícil de ver, parece una obra de teatro.
Evidentemente, es un alegato contra la pena de muerte, en una época en que sí existía, aunque de hecho no era usual su utilización. No sé cómo lidió con la censura esta película, quizá 
Pero también puede leerse entre líneas una crítica al oscurantismo del régimen, que estaba en su apogeo más duro: ya asentado y dominando todos los resquicios del poder, la propaganda, la justicia, los medios de comunicación y, por supuesto, el cine como entretenimiento de masas.
La copia no se ve del todo bien. Supongo que ha hay restauración alguna, y que se aprecia en su única versión. 
No tengo datos, pero creo que tiene que ser una de esas películas que forman parte de la leyenda negra del cine patrio, un malditismo que comparten otras obras, generalmente mayores que ésta, que no deja de ser una especie de ensayo fílmico, un experimento de algo más del mediometraje.
Aunque quizá sea algo desproporcionado afirmarlo, pero creo que algunos elementos del cine de Ossorio están presentes: lo telúrico, la oscuridad, las dobles vidas, los crímenes, lo morboso, etc.
Desde luego es un película muy valiente y abiertamente experimental.
Me ha gustado, y me parece más creativa que otras obras suyas posteriores, aunque siempre tendrá el mérito de la cuatrilogía de los templarios que reviven de la muerte.

§ 3.834. Babylon (Damien Chazelle, 2022)

 
Una auténtica desmesura, un fasto, un dislate, un desparrame. De todo. De metraje, de escenario, de planteamiento, estético, moral, axiológico, ético, y de todo orden y condición...
Un excelente diseño de producción al servicio de una historia que, la verdad, no da para más. Desde la perspectiva del director puede parecer coherente, e incluso tener cierta gracia. Pero la visión del espectador no tiene por qué coincidir con la del director. Y en este caso lo que al director le podía parecer interesante y gracioso, para el espectador se vuelve excesivo e incluso vulgar. 
La crudeza del consumo de drogas me sigue llamando la atención. Es cierto que es el disparador de la decadencia de los personajes, de la sociedad que muestra la película. Pero sigue existiendo un culto al ocio con drogas.
Me ha gustado, pero me parece excesivamente excesiva. Puedes narrar la decadencia de las estrellas del cine silente al sonoro de muchas formas. Éste es una, El crepúsculo de los dioses, otra. Evidente me gusta más la clásica.
Esta no está mal, pero no deja de ser un exceso. Estás esperando el siguiente desparrame, la última ocurrencia (elefantes...) que va aparecer en pantalla.
No es mi cine.

jueves, 15 de mayo de 2025

§ 3.833. Intruso (Vicente Aranda, 1993)

 
Aranda tiene mucho fondo. Le cuento 26 películas, y una media de lo más interesante. Una evolución de lo más prometedor. Desde una especie de "fantaterror" de calidad, pasando por las bromas semieróticas, para llegar a la adaptación de novelas de Juan Marsé, que es, quizá, donde más brilla.
Esta cinta es una especie de drama familiar postmoderno de reconciliación de amores de juventud y re escritura de la propia vida, de encontrarse de sopetón con que la justificación que has ido construyendo de la toma de decisiones de tu existencia. 
Victoria Abril brilla con luz propia, lo cual no es ninguna novedad, porque es una actriz verdaderamente extraordinaria. También brilla Imanol Arias, naturalmente. Más frío y desangelado se ve a Antonio Valero, con menos capacidad y en un rol que no le pega, que no es capaz de desarrollar. Además no es nada creíble.

§ 3.832. Adiós pequeña (Imanol Uribe, 1986)

Uribe. Bueno, se deja ver. Siempre problemáticas, reales, duras. Drogas, tráfico de estupefacientes, violencia soterrada, pasiones humanas...
Bien hecha, con un toque de telefilm, de película para televisión. Escenarios limitados, personajes muy estudiados y bien tratados. 
Ana Belén, Fabio Testi, Juan Antonio Bardem, y Juan Echanove son los actores principales.
Pero no deja de ser un entretenimiento sin demasiada sustancia, pero se deja ver y cumple su objetivo. Me gusta. Todo lo que he viso de él está cortado por el mismo rasero, pero tiene siempre un estándar de calidad y una ejecución notable.
Un estilismo carcelario bien trabajado en contraposición de un mundo pijo vasco que él bien conoce es el caldo en el que se cuece esta salsa. Tiene interés y se deja ver. Sin más.

§ 3.831. Vida en sombras (Llorenc Llobet-Gracia, 1949)

 
Una película maldita, de un director también maldito. Proscrita por la censua, perdida y luego encontrada y restaurada. No alcanzo a comprender, más allá de alguna conversación muy evidente, ni cuál es la razón por la que la censura no consideró que tuviese capacidad de superar el corte ideológico, ni, lo que me preocupa más, por qué se la tiene en tan alta estima. Es muy evidente cuando se critica al alzamiento en la radio y se hace apologista de la huelga y la protesta social.
Si es por las circunstancias asociadas a su propia existencia, pues vale. Pero decir que esto es una obra de arte, pues, en fin. No acabo de comprenderlo.
Mi juicio crítico no es el de un profesional, sino el de un mero aficionado al cine. Y como tal me expreso y me comporto. 
Se la valora, al parecer, por dos cosas. Por su sus innovaciones técnicas, planos y composición, y por su expresividad únicamente con imágenes, como una declaración de amor al cine mudo.  Los planos en sombras, los diálogos siempre cinematográficos, las tareas que siempre hace el protagonista con las manos: recortar celuloide, hacer grabaciones, fotografías, girar la linterna mágica. 
Y por el tema de fondo, relacionado con el mundo del cine. Es una película del cine dentro del cine. Está llena de guiños al cine y a otras películas clásicas en el momento en que se rodó. Además se aprecian carteles de películas de la época y cine en los que entran los protagonistas a ver, precisamente, películas de cine.
Pero no le veo la maestría por ninguna parte. Más allá de ser una cinta "contracorriente" si verdaderamente hubiera sido exhibida en su momento no hubiera tenido la prensa y el crédito  que actualmente tiene. El malditismo funciona.
Brillantísimo Fernando Fernán Gómez, nunca bien valorado. O mejor dicho, nunca valorado en toda su maestría. Es impresionante... Uno de los mejores actores de todos los tiempos. Sí, sí, de todos los tiempos, incluyendo todos los americanos y europeos.
He leído que el director se arruinó al hacerla, que la cinta tuvo muy mala suerte, etc. Supongo que eso ayuda a encumbrar la película. 
Es, indudablemente, emotiva, sentimental, está muy bien rodada y el guión, y sobre todo la composición y montaje, tuvo que ser un auténtico encaje de bolillos.
Me ha gustado, me parece una buena película, pero no creo que sea una obra de arte. Es una muy buena película, que tiene que ser vista y que enseña a ver cine, pero de ahí a considerarse una obra de arte, hay un trecho. Es, sin dudarlo, una obra imprescindible para nuestro cine. Que debe ocupar un lugar de honor. Pero no creo que ocupe el Olimpo de otras de artistas de la época, desde Bardem a Nieves Conde, pasando por Julio Coll, Jorge Grau, y otros muchos. 
Pero, insisto, es una obra que debe verse, que tiene que verse y que enseña mucho cine.

§ 3.837. La reina del Tabarín (Jesus Franco, 1960)

  Irreconocible Franco. Una película  musical "madrileña", con chotis, ofertas y cabaret. Es su segunda o tercera película, y enca...