domingo, 6 de abril de 2025

§ 3.752. Sólo se vive una vez (Fritz Lang, 1937)

Sólo la he visto una vez. Hace muchos años, seguramente más de veinte. Y la recordaba amarga, sombría, triste y desesperanzada. 
Y lo es. Pero también mantiene un hálito del sueño americano. Del país de las garantías y de la perseverancia en situar al ser humano por encima de todo. Puede leerse como un fracaso del sistema judicial americano, de la esperanza en el ser humano. Y, sobre todo, en el cerco que el  destino traza sobre las personas. Algunas condenadas a una vida dura, otras al triunfo sin merecerlo. Pero ambas, la perdedora y la exitosa, tienen trazado su destino desde siempre y todo aquello que hagan para modificar su directriz no tiene verdadera eficacia. Es artificio y sin sentido.
También hay un crítica a la mezquindad del ser humano. Capaz de perdonar, pero también de recordar y ser malvado.
La pareja Sylvia Sidney y Henry Fonda funcionan muy bien. Uno de los primeros trabajos de él. Ella comenzó un poco antes, en 1931, con La Calle, de King Vidor. Excelentes carreras las de ambos. 
La recordaba de forma parcialmente diferente. En el fondo es una cinta de cine negro, con sus características y sus tópicos. No forma parte del elenco de las (varias) obras maestras de Lang, pero es muy apreciable. Lástima que la copia que tengo no se vea excelentemente. Se ve bien, sin más. Con algunos grumos algunas sombras. 

§ 3.751. Furia (Fritz Lang, 1936)

Es la seunda vez que la veo. La recordaba bien, pero más corta y menos intensa. Es demoledora. Una crítica a la sociedad, a la justicia, a los prejuicios, a la estructura de convivencia, a la cultura propia del EE.UU. Hay que ser extraordinariamente valiente para que tu primera película una vez emigrado sea ésta. Pudo hacer un Western, de hecho los hizo luego, algo sencillo, fácil. Que no diese problemas.
Y, sin embargo, se mete de lleno en una película que critica de manera durísima uno de los dogmas de la cultura americana por excelencia: la capacidad de cada uno de hacer justicia por sí mismo. El linchamiento como método de solución de problemas.
Pero también es una reflexión sobre el infortunio, sobre cómo los acontecimientos fortuitos pueden enredarse y generar resultados verdaderamente aberrantes, de resultados contrarios a los pretendidos.
La vida no es sólo lo que uno prevé, o lo que organiza, o por lo que lucha, o a lo que se prepara. También es aquello que sucede alrededor de uno. A veces se controla, a veces no. A veces lo que sucede, conviene. A veces, todo lo contrario. 
También es una crítica despiadada al cotilleo, a la maledicencia, al rumor, al chisme, a la media verdad, a la noticia falsa, a la fake new. A las gallinas que pían y pían sin sentido. Al igual que un ser humano respira, otros pían.
Pues la reflexión que expone la cinta es precisamente ésta. 
Sylvia Sidney y Spencer Tracy funcionan a la perfección. Sobre todo él. Es un verdadero genio de la interpretación. Me ha gustado mucho Edward Ellis como Sheriff, y también está por ahí Walter Brennan, que no sé en cuántas películas ha participado, una barbaridad, en cualquier caso.
Me ha gustado mucho más que la primera vez que la vi. Fue la nochebuena de 2012. Y la crítica que hice sobre ella varía mucho sobre la que ahora he proyectado. La califiqué con un 9. Ahora la pongo un 10. Una película extraordinaria. 

sábado, 5 de abril de 2025

§ 3.750. Liliom (Fritz Lang, 1934)

Tengo a esta película, y a a Marea de luna, como las dos menos brillantes de Lang. Y probablemente lo sean. Es una cinta francesa, rodada en francés y probablemente en Francia. Quizá antes de emigrar a EE.UU. No lo sé, no conozco tan bien el periplo personal del Director. 
No me parece una temática Lang. No es un drama, no es de cine negro, no es mítica, ni tiene los giros y argumentos de Mabuse, Spione y similares. Además, se detiene demasiado en explicar una temática obvia: la relación del feriante con las mujeres. Ocupa casi una cuarta parte. Quizá la cinta estuviese pensada para más metraje, o sencillamente la copia se montó de otra manera. En todo caso, lo central del asunto no avanza hasta bien entrada la cuarta parte. 
Los argumentos cómicos a veces se esconden en un sarcasmo, en otros en un ironía, en otros en un chiste o una escena risible. Pero no parece tener continuidad en un género determinado. Los toques fantásticos de la redención parecen de Presburger, como poco. Tienen su gracia, pero sin más. 
Además no me parece que el trabajo de Charles Boyer pueda salvar la película. Lleva el peso, pero es infructuoso en ese sentido. No es un papel que le vaya bien. Richard Conte, o incluso Tyrano Power hubieran estado más cerca del tono adecuado para el papel. 
Me parece algo pueril la trama. No es que sea infantil, no es eso, pero muy sin sustancia. No me ha llegado nada. Nada de nada. 
Creo que es la peor de Lang. Desde luego la que menos me ha gustado de todas las que he visto suyas.

§ 3.749. El testamento del Dr. Mabuse (Fritz Lang, 1933)

Otra excelente de Lang. Mucho mejor que los Mabuse originales. Un cine más construido, más ortodoxo, con continuidad. Menos esquemático. Los originales (el jugador y el infierno) eran esbozos, dibujos, ésta es un lienzo completo, cerrado. Una película canónica.
Tiene una cierta continuidad con M, pues el inspector Lohmann es el protagonista policial. La idea es sugerente, y el desarrollo ortodoxo. El legado del crimen y las enseñanzas de un gran criminal ha dado luego muchísimo juego a grandes producciones. El germen de todo esto se encuentra aquí. La verdad es que todo Lang es seminal, sus ideas contribuyeron a forjar el lenguaje cinematográfico. 
La restauración es una maravilla. La imagen no se mueve lo más mínimo, el blanco y negro es muy nítido, y el sonido (no sólo los diálogos, sino cualquier tipo de ruido) perfecto. 
Tiene continuidad argumental con los Mabuse originales, pero puede apreciarse como una cinta totalmente independiente. 
La crítica al Nazismo, la prohibición de la película por esta razón, y la mítica antinazi del propio Lang tiene que comerse con papel de fumar. Puede ser cierto que en una visión muy peculiar del asunto se entienda que estamos en presencia de una crítica a la manipulación de masas, y que Mabuse es un trasunto de Hitler. Pero, desde luego, no es una crítica directa, como Chaplin en el Gran dictador, ni nada tan explícito. ¿Puede leerse así? Puede, con imaginación. Pero con mucha imaginación.
Entiendo, es una opinión muy singular, que la prohibición fue por otro camino: el mostrar que puede existir una sociedad criminal paralela que planta cara al estado y es capaz de ser eficaz y estar organizada de forma académica, con reglas, jefes, etc. El crimen ya no sería una cuestión personal, sino organizada, sometida a cánones. No procedía, por tanto, de un impulso personal, sino de una sociedad paralela capaz de poner en jaque al propio Estado. 
Además, no se sabe, yo al menos no lo sé, si se utilizó la prohibición de la película para presionar al propio Lang para que se hiciera cargo de la UFA, como pretendía el régimen Nazi.

§ 3.748. Fritz Lang: el círculo del destino (Jorge Dana, 2000)

Interesante documental, eu trata la obra de Lang como una unidad, como si fuera una sola obra. Todo lo que hizo tiene un sentido y va a un sitio, a sí mismo.
Varios otros directores hablan de él. Curt Siodmak, Claude Chabrol; Scholdorff; Alfred Eibel; Pierre Rissient; Patrick McGilligan; Cornelius Schanuber;  Artur Brauner; 
Está bien, te acerca a facetas que quizá no sabías y, sobre todo, te lo resitúa en el lugar que corresponde, seguramente uno de los más grandes de todos los tiempos. Tanto en los aspectos técnicos, como en la imaginación para componer historias. Saber qué contar y cómo contar.
La tónica general de su obra es la lucha del hombre contra su destino. Un concepto muy alemán, ese de que el hombre es un títere del destino al que no puede sustraerse.

viernes, 4 de abril de 2025

§ 3.747. M, el vampiro de Düsseldorf (Fritz Lang, 1931)

Es la terceravez que la veo. Y siempre me ha impactado. Mucho, la verdad. Es morbosa, sofisticada y vulgar. Emociones encontradas. Tiene la natural tendencia al thriller, con el hastío  por lo gore y una cierta propensión natural a mirar al mal a la cara, a los ojos, para poder saber qué hacer con él. Una especie de entrenamiento para nosotros mismos.
Lo primero que llama la atención es la facilidad con la que Lang transita hacia el sonido. No solo hacia el cine hablado, sino también hacia el empleo de sonidos: coches, pájaros, silbidos, puertas, golpes, etc.
La segunda genialidad es el empleo del color y, sobre todo, de las sombras. Juega con ellas con un dominio de la luz y del espacio verdaderamente magistrales. 
La tercera es empleo de los personajes. Se transita desde la masa al individuo, desde el nosotros al yo. Es como un proceso de culpabilización.
La psicosis social que provoca está perfectamente diseñada. Es una maravilla. Una auténtica maravilla. Una obra de arte. Una rotunda obra de arte.
Tiene varias lectura, obviamente. Una de ellas puede ser la decrepitud de la sociedad alemana bajo el terror de los Nazis, que hace confundir a la política con el hampa. No sólo tienen intereses comunes, sino que manifiestan maneras y formas similares de actuación, medios parecidos de comportarse.
Un 10 en toda regla.

§ 3.746. La mujer en la luna (Fritz Lang, 1929)

Curiosamente, se ve peor, bastante peor, que Spione, que es de un año antes. Seguramente el proceso de restauración de aquella hizo maravillas, siendo innecesario en ésta, pues se conservaba correctamente, en buen estado , una copia.
A lo mejor es mi copia de DVD. No sé.
Lo cierto es que, en general, me parece mejor película Spione. Me ha llegado más. Ésta es, para empezar, bastante más larga, no menos de veinte minutos más, para llegar hasta las dos horas y cuarenta minutos. Una auténtica barbaridad, incluso para las películas de aquellas época, que eran ligeramente más largas que la media actual. 
Para rodar una historia que super los 130 ó 140 minutos tienes que tener muchas cosas que decir, y ser capaz de narrarlo con la maestría necesaria para que no se venga a abajo la historia.
Me parece, sea como fuere, un metraje absolutamente desmesurado, que lastra a la propia cinta, que se termina visitando casi por obligación. Por momentos aburre y cansa, ves cosas sin sentido, que no te llevan a ninguna parte, que repiten las ideas y que verdaderamente no suponen un avance significativa en la trama.
Me ha gustado mucho Gerda Maurus, me parece una belleza muy clásica, muy femenina, muy sensual. Un canon de feminidad europea de la época.
El desarrollo de la trama es lento, demasiado pausado, poco elegante. A diferencia de Spione, aquí se pretende pasar por todos los momentos emocionales, sin desperdiciar ninguno. Mientras que en la anterior el uso de la imaginación era más acusado.
No me ha gustado tanto. Tiene momentos, claro. Pero la tónica general no es tan brillante como la anterior.
La idea general de la trama forzosamente tenía que ser muy original para su tiempo. Y pasa por ser una de las primeras cintas de ciencia ficción en la que la hipótesis de funcionamiento se construye con bases semicientíficas.
Tiene su gracia, y puede verse, pero se me ha hecho muy larga. y no por la historia, Los Nibelungos es más larga todavía, sino por el desarrollo. A veces excesivamente detallista. ES evidente que Lang evoluciona hacia una contención expresiva y una concreción dramática a lo largo de su cine, especialmente el negro. Más tarde, al final, con las cosas indias, vuelve a distender el estilismo y a hacer más lenta y menos contenido el mensaje. 
Su estilo se va estilizando, nunca mejor dicho. Haciéndose más contenido, contando más cosas en menos tiempo.

§ 3.752. Sólo se vive una vez (Fritz Lang, 1937)

Sólo la he visto una vez. Hace muchos años, seguramente más de veinte. Y la recordaba amarga, sombría, triste y desesperanzada.  Y lo es. Pe...