sábado, 20 de abril de 2024

§ 3.371. Black Angel (Tinto Brass, 2002)

 

Hay que tener valor, mucho valor, para llamar a una película como otra italiana clásica de un monstruo del cine, de Luchino Visconti de 1954. Aquí le añade un número, el 45 con algo de pudor. Es una historia similar, aunque aquí en medio de la IIGM y en un tono erótico. De hecho ambas están inspiradas en el mismo relato de Camillo Boito.
Por momentos recuerda a 'La caída de los Dioses(, de 1969. La morbosidad, los trajes nazis, la ambigüedad sexual del protagonista masculino, la estética y la total falta de moral.
Los protagonistas principales son Anna Galiena (Jamón Jamón, y El marido de la peluquera) y Gabriel Garko.
Quizá pretendiera ser para Brass su película más película, junto con la complicadísima Calígula. Una cinta con la que se considerado algo más que el director de picaronas cintas semipornográficas. Me la imagino con presupuesto, medios y personal suficiente como para hacer una gran cinta. Se ve perfectamente, tiene un diseño de vestuario más que correcto y algo que he notado en todas sus películas, una especie de simetría en los encuadres. Si hay una ventana a la derecha a media algura, la hay también a la izquierda, si hay un mueble, un mueble, las escenas siempre se producen en el centro de la pantalla.
Quizá por eso la presencia de la música de Morricone. Aunque la verdad, ha sido tan prolífico, construye la banda sonora de más de 400 películas, que no se sabe si lo hizo por verdadera dedicación o por continuar en la rueda de los trabajos alimenticios.
Pretende ser una gran cinta, incluso de las que trascienden el género (El imperio de los sentidos, Justine, etc.), pero no lo logra. Es algo larga, sólo tiene interés al principio, en el enamoramiento, y en la caída, pero ambos momentos son resueltos de manera rápida, como si ya se supiera qué pasa y por qué. El resto no deja de ser una sucesión de escenas semi-eróticas que ni siquiera tienen buen gusto.

§ 3.370. Monamour (Tinto Brass, 2005)

La historia esperada de Brass. Esperada pero lo hace bien. Un erotismo sofisticado, nada palurdo, nada romántico, fuera de los cánones explícitos actuales. 
Me gusta mucho la fotografía, un color cálido, suave, con tonos ocres que otorgan una sensualidad a la cinta apropiada. Un clasicismo en los decorados, unos escenarios cerrados muy italianos: frescos, papel pintado, etc.
Una chica guapísima, Anna Jimskaia, que sólo ha rodado otras dos cosas más. Un guión bastante intuitivo, encuadres, planos y escenas bien trazadas, correcta programación de la intensidad erótica y un resultado decente. Último largometraje de Brass, que luego hizo un mediometraje, Kick the Cock, de 16 minutos, que no creo que pueda ser considerado para valorar su obra.
Además creo que aparece como personaje en una escena.
No es que su cine sea especialmente brillante, pero en este subgénero parece el rey. No hay otro director que sepa llevar estas historias con este nivel de realización. Jesús Franco es otra cosa, y en España no conozco a realizador alguno que camino por estos derroteros.

viernes, 19 de abril de 2024

§ 3.369. Duelo en el barro (Richard Fleischer, 1959)

 

Un Western de factura clásica. Vaquero recién llegado de no se sabe dónde que se hace imprescindible para el patrón, se enamora de la chica guapa y comienzan a surgir los problemas. Música impecable, exteriores dignos de una gran clásico. Funciona por momentos, sobre todos los iniciales, naufraga en el enamoramiento, pero es interesante. Bien rodada, con la solidez que un gran director imprime a sus obras. Es un director cuya filmografía tengo que terminar. Tengo 27, de 49 que rodó. Algunas son verdaderas obras maestras del séptimo arte. Sin ninguna duda. 

jueves, 18 de abril de 2024

§ 3.368. El especialista (Sergio Corbucci, 1969)

 
Una cinta al servicio del actor. Algo muy habitual y que en esta película tiene su historia. Un guión hecho para Lee Van Clilf reconvertido años más tarde en un guión para un productor francés que quería hacer una cinta para Johnny Hallyday. Lo llena la pantalla, nada que ver con otros clásico del Spaguetti Western. Para empezar es flaco, barbilampiño y con cara de niño. No tiene esa planta, entre salvaje y violenta, que provoca admiración y miedo. Juega el rol de un pistolero pero no infunde sensación de peligro. Además es, más o menos, un ligón con mucho éxito entre el público femenino. Amanerado y poco en su papel. 
El Shreriff es Gastone Moschin, un actor muy conocido en este tipo de producciones baratas de Serie B.
La cinta es interesante, pero demasiado larga. Carece de interés la mayoría de las veces y nada tiene que ver con El Gran Silencio, una cinta que sí me llegó, verdaderamente buena. Más que buena, magistral. Magistral comparándola con ésta, que sí, que tiene algunas escenas, pero poco más.

miércoles, 17 de abril de 2024

§ 3.367. La máscara de la muerte roja (Roger Corman, 1964)

 

Ocho películas de Corman se rodaron sobre relatos de Poe. Ésta película es la penúltima. 
Sus protagonistas son: Vincent Price, Hazel Court, Jane Asher, y Patrick Magee. 
Bien rodada, a todo color (a cargo de Nicolas Roeg, luego excelente director de películas que me han gustado mucho), formato amplio, escenarios medievales, muchos extras, todos los ingredientes para ser un clásico del género. Del subgénero de aventuras épicas medievales. O incluso del subgénero de películas basadas en relatos de Poe, que son muchísimos: 128 según Filaffinity.
Tiene un punto de crítica social interesante. La nobleza y todos sus excesos se ponen al descubierto. Algo similar a lo hecho por Buñuel en una de las películas que más me gustan: El ángel exterminador (1962). No se puede extraer una lectura social, pero tiene esa fascinación, parte al menos, de las cintas que recrean textos bien escritos. Recuerdo con verdadera pasión la lectura de las obras completas de Poe, la sensación de relato acabado, bien hecho, cerrado, centrado, completo, profundo y ligero a la vez, trascendente y fútil. Todo un clásico que alguna vez, antes o después, tendré que volver a leer.
La lucha entre el bien (Dios) y el mal (el diablo) al servicio de cultos propios y entretenimientos ajenos. 
Además de tener alguna relación temática (y, hasta cierto punto, estética) con la de Buñuel, puede apreciarse alguna relación con Saló, o los 120 días de Sodoma (Pier Paolo Pasolini, 1975), aunque esta última es posterior.
La idea de una "fiesta" cerrada en un recintos asfixiante, el errático comportamiento de los protagonistas, los cambios de carácter que experimentan, etc. Es un argumento recurrente, pero que une temáticamente las tres cintas.

martes, 16 de abril de 2024

§ 3.366. Cuenta atrás (Fred Cavayé, 2010)

 

Un thriller bastante previsible, e incluso creíble. Bien narrado, bien seguido y con sentido. Una guión ortodoxo, metraje civilizado y una fotografía más que buena.
La música se entromete demasiado, pero es comprensible: hay que rellenar huecos de alguna manera cuando se carece de otros recursos fílmicos.
Un poco fría, sin llegar a ser un Polar ni mucho menos. Algo feminista -las mujeres ocupan un lugar especial, inspectora mediante- y resultona. Pero tiene algo que no funciona, y la sucesión de tópicos no ayuda. Las escenas son recurrentes, los peligros conocidos, el desenlace altamente previsible. Por momentos de deja ver, sin más. 
Director para mi desconocido. Frances, ha rodado 13 películas (esta es la segunda) y tiene pinta de pertenecer a la nueva ornada de cineastas franceses de nuevo cuño.

lunes, 15 de abril de 2024

§ 3.365. La huella conduce a Londres (Sam Wanamaker, 1969)

 
Un thriller muy de la época. 'Setentera', a pesar de ser de 1969, rapidez de cámara, alguna evocación al clasicismo americano de siempre, en el trato entre los policías, el reconocimiento entre ellos, un cierto respeto del malo hacia la autoridad y viceversa. El resto es usual, conocido y hasta cierto punto sabido.
Colaboración policial entre países, mafia de la elaboración de dinero falso, homicidios y asesinatos...
Convencional, por momentos interesante -cuando muestra el Londres de aquella época sobre todo, mercados, calles, etc.- pero algo deficiente en su ejecución. Demasiado larga y algo 'televisiva', hubiera dado para dos horas más con un par de personajes, para una miniserie.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...