martes, 7 de noviembre de 2023

§ 3.180. Johnny Staccato (1959)

 

Serie de Televisión emitida entre septiembre de 1959 hasta marzo de 1960. Jazz, mucha música y un ambiente de bares, malas chicas y la fuerza del más fuerte que conforman un ambiente de bares (el Waldo, principalmente) mujeres alegres, alcohólicos en vía de reforma y toda un conjunto de mitos y tópicos sobre el jazz y sus interpretes.
La serie tiene 27 capítulos de 25 minutos. Multitud de directores dirigen los episodios: John Cassavetes, Robert B. Sinclair, Boris Sagal, Richard Whorf, John Brahm, Jim Hogan, Paul Henreid, Bernard Girard, Robert Parrish, y Joseph Pevney.
El inspirador musical el Elmer Bernstein, que aprovecha las introducciones, los parones y cambios de plano y de escena para introducir música de jazz a todo tren, desfilando por los diferentes capítulos muchos músicos clásicos del Jazz americano. 
Bien rodada, con multitud de tomas en escenarios naturales -trenes, calles, coches, bares- y con gente corriente haciendo su vida y, sobre todo, tomando copas. 
Interesante propuesta que veré a pequeñas dosis. Un par de capítulos cada vez.

lunes, 6 de noviembre de 2023

§ 3.179. La escalera de Jacob (Adrian Lyne, 1990)

 

Recuerdos del pasado, vitalismo arruinado, emocionalidad dislocada, y un pasado para ser olvidado que, sin embargo, vuelve una y otra vez de manera recurrente. La vida actual no permite un respiro, y el acudimiento al pasado para poder encontrar algo de cordura y equilibrio se vuelve una aventura que no lleva a ninguna parte. 
Drama urbano con reminiscencias de un pasado atormentado. Consigue una cierta asfixia en el tratamiento de la locura del personaje, un agobio injustificado que no encuentra otras explicación que los demonios interiores que le atormentan. Inmiscuirse en su deriva sólo puede traer consecuencias nefastas. Y esa reflexión vale para las drogas, para el abuso del alcohol, para los pensamientos suicidas y para los problemas mentales.
Gran Tim Robbins, muy joven, quiero decir, más joven que ahora, obviamente. 

domingo, 5 de noviembre de 2023

§ 3.178. Hombres de mañana (Frank Borzage, 1934)

 

Una película de niños, distinta, aparentemente sencilla, pero más profunda y difícil de lo que parece. Claramente antibelicista, sin llegar a las cotas de Tormenta Mortal, que es una obra de arte, sí pretende enunciar en el enfrentamiento infantil de las dos bandas una crítica a la guerra y al militarismo.
Las películas de niños son difíciles de rodar, de montarlas, de publicitarlas, de hacerles un seguimiento y de situarlas como grandes obras. Y esta es una película prácticamente protagonizada por niños. 
Blanco y negro directo, sin sombras, con mucha luz, bien rodada, planos centrales, sin virgüerías, pero eficaz y sentido. 
No conmueve, pero se deja ver, tiene un metraje muy contenido y es interesante para ir completando la filmografía de un grande.
Cuanto más cine veo, más atrás me voy para elegir a mis preferidas. 

§ 3.177. Era el comandante Callicut (Felix E. Feist, 1953)

 

Una película que bien podría haber filmado Raoul Walsh, por la temática, por el ritmo, incluso por los personajes. Un Western marino, con chica guapa y triángulo amoroso venido a menos pero que destila un fuego escondido que antes o después va a arder como ascuas.
Es una especie de historia sobre la construcción de Los Ángeles, un hombre del ejército pretende abortar la idea revolucionaria de unos secesionistas que pretenden imponer la esclavitud en ese territorio. El asunto central pivota sobre el control del agua en la zona. En eso recuerda a Chinatown, de Polansky.
Está bien rodada, tiene gracia, un buen guión y un Randolph Scott tan singular como siempre. No es un actor muy dotado, pero realmente funciona en pantalla. No es expresivo, y no creo que pudiera con papeles dramáticos más potentes, ni tampoco le veo en una historia de amor convencional, pero este tipo de papeles le van bien. Algo esterioripado, pero funciona.

sábado, 4 de noviembre de 2023

§ 3.176. El espía negro (Michael Powell, 1939)

 

Pues es una película magnífica. Parece mentira que en 1939 se hicieran cintas de submarinos de esta calidad. Hay varias lecturas, pero los primeros minutos son verdaderamente espléndidos, y no llegas a saber qué ocurre, o quiénes son los buenos y quiénes los malos. Y  eso es una aliciente para su visionado. Más tarde la trama de espionaje sustituye a la militar, protagonizada por mujeres. Interesante. Más tarde se desvela toda la profundidad de la trama. De la tensión militar y el complot femenino se pasa a contar una historia de espías convencional.  Pero no se juzga, ni se trazan retablos sobrecargados de los personajes o sus actuaciones. Nada que ver con Los invasores, sólo de dos años después, que era  altamente propagandísticas. Esta es otra cosa. Además no se ubica en la IIGM sino en la IGM, una diferencia notable a la hora de plasmar la crítica moral a los propósitos bélicos de ambos bandos. 
Puede llegar a considerarse una joya escondida. Me ha gustado mucho.
No interviene como director Emeric Pressburger, pero sí como guionista. Supongo que las colaboraciones comenzaron de esa manera, para luego codirigir las cintas.

§ 3.175. Fata Morgana (Vicente Aranda, 1965)

 
Pues no sé. Realmente me ha costado saber de qué va la cosa. Una especie de distopía futurista cercana al apocalipsis zombie en una ciudad española (según dicen, Barcelona), en el que pululan personas solas por la calle que no se sabe a dónde van ni de dónde vienen.
No le he cogido la onda a la historia. Una cinta que fue un fracaso total en taquilla, perdiendo dinero y enterrando las posibilidades de progresión de su director. Pero parece que se repuso, porque Aranda tiene una filmografía excelente, con títulos magníficos. No es el caso de esta cinta. No se trata de que cuenta algo de manera diferente, es que, en realidad, no sé qué cuenta. Parece un ensayo, un discurso, un relato experimental sobre el deseo, las perversiones emocionales y sobre lo que quieras, porque nada tiene orden ni concierto. Una sucesión de imágenes sin demasiado sentido, sin concierto que no parece caminar hacia ningún sitio.
El reparto es Teresa Gimpera en el papel estelar, Marianne Benet, Marcos Martí, Antonio Ferrandis, Alberto Dalbés y el peculiar Antonio Casas (futbolista, y todoterreno del cine).

miércoles, 1 de noviembre de 2023

§ 3.174. Horizontes perdidos (Frank Capra, 1937)

 

Un clásico restaurado relativamente hace poco, porque no quedaba ninguna copia original, pues el metraje parecía excesivo y se cortaba para su exhibición más comercial. El ideal, dice la publicidad de la película, se ha conseguido: recuperar la cinta original tal y como fue concebida. Son 132 minutos, no todos han conseguido ser restaurados, a veces se mantienen los diálogos pero como no ha podido recuperarse todo el metraje se sustituyen por fotografías.
Esta cinta la he visto hace muchos años. La recuerdo muy vagamente, era un niño muy pequeño (10 ó 12 años), pero me impactó mucho y siempre la he recordado con cariño.
Es toda una alegoría de la propia vida. Shangri-La es la vida, y los hombres son las diferentes categorías de hombres que hay en el mundo. Una película simple, sencilla, con una cierta inocencia no exenta de complejidad y profundidad. Tiene, evidentemente, varias lecturas. La búsqueda de la simpleza, la vida tranquila, la confirmidad con la suerte que le depara a cada uno la vida. Sensaciones vitales, personales y profundamente humanas se dan cita con uno mismo en ese punto de reflexión que cada uno tiene que hacer alguna vez en la vida, cada uno en un momento distinto.
El reparto está encabezado por Ronald Colman, tan varonil como siempre (a veces lo confundo con Brian Donlevy), Jane Wyatt (para mi desconocida actriz, aunque la he visto en varias cintas, cuatro o cinco), John Howard, Sam Jaffe, John Howard, y H. B. Warner.
Es muy interesante, pausada, serena, lenta pero con fondo y con verdadero fundamento. Todo es moderación en este paraíso idílico. Un discurso idílico de las relaciones humanas que cala hondo en cualquier cultura, en cualquier idioma y ante cualquier adversidad. 
Es una película muy bonita. Sincera, bien rodada, con mensaje y sumamente apetecible de ver varias veces en la vida. 
Me ha parecido una obra de arte.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...