martes, 7 de diciembre de 2021

§ 2.538. Michael Angel, el precio de la tentación (William Gove, 2000)

Un producto dirigido directamente para la televisión que se editó en DVD. Un resultado bastante mediocre, algo infantil y lleno de tópicos, sexo, crímenes, y una extraña mezcla de religión y poder en un pastiche pretendidamente comercial que lo imagino un fracaso total en taquilla.

Dura lo justo para no hacerla insoportable pero no tiene nada donde agarrarse. La tengo hace años en 'cartera' y bueno, quién me lee -que sé que no son muchos- saben que me gusta ver un poco de todo. Ayer una película excelente, hoy una bastante mediocre.

Tiene el interés de ver a un Dennis Hopper muy mayor, que lo imagino aceptando este papel por cuestiones meramente alimenticias. Aunque, la verdad, tienen tantas mediocridades que no sabes realmente cuál es en realidad su status en el mundo del cine. Muy alabado por la crítica en algunas de sus películas, pero con una carrera errática, dispersa, a impulsos, con bodrios inclasificables que no se le pasarían a cualquiera. Pero es un actor que tiene ángel, que probablemente conoce el mercado y la industria y sabe manejarse en ella.

 Richard Grieco le acompaña prácticamente como el único actor profesional del reparto. Esteriotipado, amanerado, excesivamente exagerado, nada sutil, bronco en sus formas y poco dotado para la interpretación artística. El papel que desarrolla tiene una mezcla de culpa originaria y rebeldía intrínseca para el que, simplemente, no está dotado. Añádasele su tendencia hacia la bebida, el sentimiento de culpa y con previas experiencias sexuales -probablemente traumáticas- que le dejaron huella en su tierna infancia o temprana juventud.

La película se ve bien, tiene ritmo y no es pesada, pero no es buena. Simplemente. Y la historia promete, tiene su gracias, y el guión es bueno. Pero el desarrollo es errático y su desenlace no es nada prrometedor. 

lunes, 6 de diciembre de 2021

§ 2.537. Hablando con la muerte (Oliver Stone, 1988)

Interesante, muy interesante, pero no me quito de la cabeza que Stone tenía a "Escalofrío en la noche" (1971) de Eastwood cuando la hizo.
Esta es una gran película. Aquella también, por supuesto, una de las mejores del director, del que habría mucho que hablar. Endiosado o odiado. Para mi ninguna de las dos cosas. Pero ahora toca hablar de Stone. Otro director maldito, iconoclasta, proscrito, marxista de rolex, muy ron después de una cena cara y de dormir en un excelente hotel. Un pijo, en definitiva. Así tengo yo catalogado a Stone. Director de algunas -pocas- buenas películas y otras medianías. De los revisionistas del Vietnam con sus aportaciones y su particular visión. 
Me ha gustado mucho Eric Bogosian, actor más que notable y activo en varios ámbitos de la cultura estadounidense: escritor de libros notables que han recibido premios, creador de series, guionista de éxito, etc. Un tipo interesante.
La película tiene garra, quizá sea un poco larga pero es una buena película. Hay un trasfondo de realidad en su guión, el asesinato de un locutor algo polémico por grupos supremacistas blancos.
Bien narrada, con ritmo, muy visual y con un fondo de superficialidad y frivolidad que contrasta con lo profundo que parece ser el mensaje que el protagonista pretende difundir.

domingo, 5 de diciembre de 2021

§ 2.536. El oro de nadie (Sam Wanamaker, 1971)

Una del Oeste inglesa por un director dedicado a la televisión. Entretenida, pero sin más. Una especie de spaguetti western con una estrella del género incuestionable Yul Brynner, y alguna estrella emergente como Richard Crenna. No es mal resultado, pero no tiene la profundidad de las del oeste de los grandes directores, ni mucho menos.
Tiene todos los tópicos del género: un malo de buen corazón, un sheriff empecinado con la búsqueda y detención del malo, una excusa decente para no hacerlo, mexicanos, alcohol y mujeres y 105 minutos de una cinta tan previsible como poco recordable.

§ 2.535. Más allá del deber (John Fasano, 1985)

Es mala de solemnidad. No es que esperara una gran película, pero me ha sorprendido lo vulgar que es. No se trata de que sea un telefilm, que lo es. Es que no tiene dónde agarrar. Unos actores esteriotipados, un guión previsible y poco trabajado... una película espantosa.
Me recuerda mucho a una parecida, de similar temática, interpretada por John Travolta, también en una base milita, ahora no me acuerdo de cómo se titulaba. Aquella era infinitamente mejor que esta.
No tiene de dónde agarrar...!!!

sábado, 4 de diciembre de 2021

§ 2.534. Fiesta salvaje (James Ivory, 1975)

Una comedia con tintes musicales... Con una Raquel Welch absolutamente espectacular, de una belleza rotunda, sincera y con una figura de mujer que es un canon de belleza en sí mismo. Impresionante. Le acompaña James Coco en el papel principal. Un actor interesante al que no le he seguido bien la pista. Tiene toda la pinta de ser un grandísimo actor.
Filmada con delicadeza, muy bien ambientada en todo el atrezo: la ropa, los coches, etc. Un color muy atrayente, muy bonita.
El resultado es una película interesante, algo decadente, un poco sombría y con un regusto amargo. La decadencia es triste, siempre lo es. Y la sensación de perder la brillantez, la energía, la juventud, la belleza, aquello que poseas, es desagradable y anuncia el final de todo. De la vida.
Me ha gustado excesivamente, está bien rodada, tiene su ritmo, se deja ver, pero no me parece una redonda película.

jueves, 2 de diciembre de 2021

§ 2.533. Cumpleaños mortal (J. Lee Thompson, 1981)

Una más del prolífico J Lee, que tiene cosas buenas sin más, muchas mediocre y algunas otras directamente malas. Creo que apuntaba más de lo que consiguió en su carrera. Tuvo una carrera decente, con buen resultado en taquilla -porque si no, no se hubiera mantenido- pero probablemente no demasiado éxito de crítica.
Estas últimas, desde mediados de los setenta hasta su última cinta, son más mediocre que del montón. Ésta en concreto se suma a la lista de películas de miedo de terror adolescente, en este caso con traumas de la infancia por la muerte de la madre, con exhibición de hormonas sexuales a mansalva y estrella de cine invitada, en este caso un Glen Ford bastante cascado ya en una de sus últimas películas. Él, que había sido una estrella de las más grandes, de las de verdad, sometido a tener que hacer este tipo de películas, probablemente meramente alimenticias. Además no se puede decir que tenga un papel protagonista, ni mucho menos, aparece muy poco.
El guión es algo inconsistente, difuso, sin continuidad. La exposición de la película no es del todo acertada y la técnica de desarrollo tampoco, todos los asesinados parecen conocer al asesino -incluso le llaman por su nombre- y, sin embargo, el espectador no sabe quién es. No se desvela, y ahí está la gracia de la película. Pero, por un lado, es demasiado larga y, por otro, es demasiado blanda. Las escenas gores son interesantes, pero les falta su integración en una trama más compleja y urdimbrada. Hay algo episódico, coyuntural, circunstancial en todo ella. Le falta sustancia, entidad, potencia. Puede gustar a adolescentes porque tiene mejor factura que las clásicas del género, muy de videoclub, por otra parte, pero como película completa, rotunda y moderna fracasa irremisiblemente. 

miércoles, 1 de diciembre de 2021

§ 2.532. Holocausto (Marvin J. Chomsky, 1978)

 

Impresionante serie que recuerdo muy vagamente. La vi en los años ochenta, con 13 ó 14 años y me pareció fabulosa. Por eso la he visto ahora. Me ha parecido durísima, 475 minutos de una crudeza asegurada. 
Del director vi una película suya, relativamente larga titulada "Victoria en Entebbe" de 1976 que me gustó bastante.
Aquí los verdaderos protagonistas son los padres de los hijos. El médico y su mujer pianista, interpretados por Fritz Weaver y Rosemary Harris, aunque la historia se desenlaza también con sus tres hijos: un artista que pinta, un joven rebelde que jugaba al futbol y una niña que también tocaba el piano. El destino trágico de la familia es el sentido de la miniserie.
Como testimonio es interesante, aunque fílmicamente quizá no sea tan brillante tiene el mérito de haber sido una serie mítica que ayudó mucho a concienciar a la humanidad de las bestialidades del Nazismo. Los destinos de los personajes representa muy bien cómo fueron las cosas. 
Una idea se repite una y otra vez, que muchos de los Nazis o de sus colaboradores se comportan como se comportan porque carecían de trabajo y funcionar con el régimen les sirve, simple y llanamente, para sobrevivir en la carestía que se vive en la guerra. Es, desde luego, una excusa no demasiado razonable, aunque en algunas situaciones no dudo que fuera cierta. 
El oficial nazi que representa Michael Moriarty, el capitán Erik Dorf, es el vivido retrato de la banalidad del mal de la que hablaba Anna Harent, y no se esconde que es un retrato de Eichman, el burócrata capaz de organizar eficazmente la distribución de trenes en dirección a los campos de concentración, luego célebre por su secuestro en Argentina y posterior envío, juicio y ajusticiamiento en Israel.
Me ha gustado mucho, aunque en tres días no vi otra cosa.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...