lunes, 29 de noviembre de 2021

§ 2.531. Pánico en el estadio (Larry Peerce, 1976)

La supongo un éxito 'setentero', pero no lo sé a ciencia cierta, sólo lo imagino. Grandes estrellas de la gran pantalla al servicio de un éxito. Pero no sé muy bien como algunos de los que 'aparecen' deciden formar parte de esta cinta. Que no es que sea mala, mala de solemnidad, pero no tiene el chance de otras de catástrofes de aquellos años.
El reparto es muy bueno. Charlton Heston, John Cassavetes, Martin Balsam, Beau Bridges, Marilyn Hassett, David Janssen, Jack Klugman, Gena Rowlands, Walter Pidgeon. Pero, como digo, no sé qué pintan algunos de ellos aquí, sobre todo Cassavetes y Rowlands, dos de los actores fetiches del cine independiente. Seguramente la pasta que les pagaron descargaron de perjuicios su conciencia.
La presentación de personajes es muy canónica, uno por uno presenta a todos los tipos de personas que acuden a un partido de futbol americano: el apostador profesional, el abuelo con la nieta, el padre con dos niños y su mujer (que no le gusta el deporte), el matrimonio que se ha desplazado mucho kilómetros para verlo, la estrella que invita a un sacerdote amigo, el locutor de televisión, los políticos, y... el asesino, al que no ves en ningún momento. Y también el jefe de los agentes de intervención rápida y el policía jefe...
No se explican los motivos, ni la dinámica antecedente. Sólo ves hechos, acciones, sin motivaciones previas ni nada parecido. 
El problema básico de esta cinta es que su duración excesiva lastra cualquier pretensión de pasar por artística. 110 minutos es demasiado para contar lo que tiene que contar, que tampoco es tanto, y no está bien contado del todo.
Pasable, flojita, nada especial. 

domingo, 28 de noviembre de 2021

§ 2.530. Ana (Alberto Lattuada, 1951)

Las temáticas religiosas siempre tienen un riesgo cierto de no salir especialmente bien. Suele ser muy difícil expresar adecuadamente la fe religiosa, y cuando se consigue suelen ser películas muy absorbentes, tremendamente dolorosas, y emocionalmente muy duras.
Las reflexiones interiores de la protagonista no llegan a plasmarse con verdadera sinceridad. La sencillez del planteamiento no esconde la dificultad y la intensidad de la introspección interior. Una mezcla de desengaño amoroso que se vislumbra (y que sólo se descubre muy empezada la cinta) y una mal entendida fe religiosa como complemento de su profesionalidad como enfermera.
Las explicaciones retrospectivas que realiza el director explican qué paso antes de sus dudas, y cuáles son las razones por las que se encuentra trabajando de enfermera 
La duda es el principio sobre el que se edifica la constancia en la fe religiosa. Sin duda no hay verdadera fe, y la asunción de ella como algo connatural al género humano en general y al espectro religioso en particular es al fundamento de la afirmación de uno mismo.
Pero sólo viendo cómo baila en el minuto treinta se sabe cuál va a ser el resultado final y de que lado se va a decantar su duda...
Un reparto realmente magnífico: Silvana Mangano, de la que he visto pocas películas, un muy serio y verdaderamente impresionante Vittorio Gassman, Raf Vallone, y una Sophia Loren en sus primeros papeles.
La música de Nino Rota acompaña sin inmiscuirse demasiado para un film interesante pero algo acartonado. No ha envejecido del todo bien, tiene tono dramático y cuenta una historia elemental e intemporal, pero que no cuaja del todo. La presencia religiosa no es tan grande en la protagonista como para que modifique su trayectoria vital y afronte la vida con votos espirituales. La rotunda belleza de la protagonista tampoco ayuda ni la sensualidad de sus movimientos, de su forma de caminar, de cómo le queda de ceñida la ropa.

§ 2.529. Rambo: Acorralado Parte II (George P. Cosmatos, 1985)

Tenía ganas de verla de nuevo. Hace no menos de 25 ó 30 años que la vi y quería recordarla. La primer parte siempre me ha parecido una película bastante decente, incluso buena por momentos. Esta la recordaba de otra manera y efectivamente así es. Es otra cosa. Mucho peor. Testiculina, salvajismo, apéndices testiculares y poco más...
Pero, ojo al dato: el guión es de Guión es de Sylvester Stallone, pero con James Cameron, la música es de Jerry Goldsmith, y la fotografía es de Jack Cardiff. Gente de primera fila, absolutamente magnífica. Cada uno por separado son grandes profesionales, estupendos técnicos, buenos directores. 
La película se ve perfectamente, en un color más que aceptable, con una restauración perfecta.
Queda en el recuerdo como una cinta más de un tipo de cine peculiar, muy de los ochenta, con un mensaje individualista, militarista, un poco infantil y ausente de todo de tipo de realidad. Lo que sucede en la película es, simplemente, un cuento.


miércoles, 24 de noviembre de 2021

§ 2.528. El bígamo (Ida Lupino, 1953)

Vaya año de Ida. Ésta y El autoestopista, dos películas excelentes. Un reparto muy equilibrado: Joan Fontaine, Ida Lupino, Edmund Gwenn, y el 'paratodo' Edmond O'Brien.
Una temática muy atrevida, especialmente para la época, dirigida por una mujer, lo cual parece una vuelta de tuerca.
La música es un poco intrusiva, a veces no deja de sonar cuando s está dialogando, lo que parece muy poco razonable. Lo mismo ocurre con alguna partitura de jazz que se escucha, no de fondo, sino como parte principal, interrumpiendo bastante el desarrollo.
El misterio, la trama, el objeto central de la película se revela pronto, prácticamente desde el principio. Rompe así con los cánones del propio cine. No parece que pueda despejarse al comienzo de qué va la cinta.
"Nuestro matrimonio se convirtió en una sociedad anónima". Es una frase que va más allá de una frase hecha, de un mero tópico. Es una realidad, a veces es la única realidad. A veces es el sustento del propio matrimonio. No sé qué hubiera hecho Bergman con ella y con sus problemas de pareja, tan recurrentes en su cine.
Contada en un flashback presenta el problema como una realidad a la que no se pudo sustraer el protagonista. Una salida inevitable a la sensación de soledad en la que vive la relación que mantiene con su mujer. 
A veces hay que hacer lo que hay que hacer, en el momento en que lo hay que hacer. Él parece querer salvar su matrimonio, sin embargo su mujer no se toma muy en serio el matrimonio, prefiriendo los negocios, la empresa, el vértigo del progreso profesional.
Las reflexiones sobre la relación adúltera, y sobre la soledad que realiza son interesantes. Sencillas, pero con mucho sentido.
Es una buena película, que dura lo justo para contar la historia que quiere contar. No sobra metraje, se ve bien, tiene contenido dramático pero no desde lo extraordinario, sino desde la naturalidad de las cosas, desde la normalidad.

martes, 23 de noviembre de 2021

§ 2.527. Murder is my beat (Edgar G. Ulmer, 1955)

Excelente película de cine negro, de un grande del cine que no tuvo excesiva suerte en el gran mundo del espectáculo. Quizá le faltó un éxito comercial incontestable, quizá la revisión de su cine ahora encuentra caminos más fáciles de apreciar que en aquel momento en el que él rodaba. No sé. Le tengo por un maldito del cine, a lo mejor estoy equivocado.
Protagonizada por un soso pero eficaz Paul Langton y por Barbara Payton, una actriz maldita, alcohólica y drogadicta de muy mala fama y peor carácter.
Un guión muy de la época, rodado en perspectiva retrospectiva, de la realidad hacia atrás, con recuerdos de cómo sucedieron las cosas. Bien valorada aunque duramente criticada por las pocas críticas que han redactado los aficionados.
Mantiene el interés, tiene algo de tensión sexual no resuelta y el climax de la historia se va escenificando poco a poco hasta llegar al punto culminante.
Me ha gustado mucho. Un blanco y negro precioso y una música suave que acompaña en los momentos en que no hay diálogo completan una gran cinta.

lunes, 22 de noviembre de 2021

§ 2.526. Me hicieron un fugitivo (Alberto Cavalcanti, 1947)

Cine negro de calidad de un director para mi desconocido. Brasileño radicado en Inglaterra y de carrera medianamente prolífica.
Interesante propuesta que gira alrededor de una venganza. Robos, cárcel, huída, asesinatos...
Muy interesante es el papel de la chica, fuera del rol tradicional de acompañante del jefe de turno. Aquí se dedica a pensar, organizar las cosas, estudiar las posibilidades, actuar...
El protagonista es Trevor Howard, que está magnífico, y ella es Sally Gray, buena actriz que estaba apurando sus últimas películas.
Blanco y negro muy logrado, un metraje contenido y una música muy poco intrusiva completan las características de la cinta. Quizá no sea recordada -hay muchas muy parecidas- pero se deja ver, entretiene y hace que pases el rato. Una más, de entre tantas. No destaca especialmente, pero no desentona. 

domingo, 21 de noviembre de 2021

§ 2.525. La Ley (Jules Dassin, 1959)

Peculiar cinta, llena de oscuridad que va revelando poco a poco las pasiones más intrincadas de las personas. Un pueblo cerrado, de interior, con calor, con pasiones privadas y públicas que muestran sin recato alguno, más por costumbre que por convencimiento. También se muestra el sur de Italia, con sus mujeres curvilíneas y algo pícaras, con esa mirada absolutamente felina hambrientas de sexo, pasión arrobada, control sobre los hombres bajo la apariencia de sumisión.

Los hombre, profundamente machistas, dominantes de su casa y entregados a pasiones fuera de ella. 

El choque cultural, social, económico e incluso ideológico que experimenta un joven ingeniero agrónomo destinado a un pueblo del sur para realizar determinados trabajos de desecación de pantanos es brutal. Los terratenientes dominan la sociedad, reparten el trabajo, caciquean toda la vida del pueblo, hacen favores, entregan divisas, dinero...

Un reparto muy interesante: Gina Lollobrigida en uno de sus clásicos papeles, el todoterreno Marcello Mastroianni, Melina Mercouri, y el varonil y gran actor Yves Montand completan esta producción muy 'italiana'.

El planteamiento realista de que el juego de la vida se basa en que el jefe impone las reglas de juego no está muy alejado de lo que realmente ocurre. Las situaciones de superioridad -moral, jurídica, económica, etc.- se basan en que el que verdaderamente manda impone las leyes que rigen el desarrollo del asunto, que es capaz de decidir cómo funcionan las normas que gobiernan y disciplinan todo el asunto.

Y de eso trata la película, exponiendo las relaciones humanas y sus pasiones con una crudeza y un bestialismo tan desusado que hasta duele. Las humillaciones de palabra y obra que se infieren unos a otros son descarnadas. ¿Cómo se comporta realmente el ser humano, cuando se contiene y cumple los estándares sociales de contención y sosiego, o cuando se muestra sin freno y sin límite dando rienda suelta a sus pasiones más inextricabelmente unidas a su ser?

Interesante propuesta, que supongo gran fracaso de público, no sé de crítica, por las dificultades de entender de qué trata realmente la cinta.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...