jueves, 27 de diciembre de 2018

§ 1.511. El hombre sin alma (Harry Lachman, 1942)

Pensaba que era mucho peor de los que es. El título original explica por sí misma la película: Dr. Renault's Secret. Antecedente de la Isla del Dr. Moureay, en sus dos versiones, mejor la antigua de Don Taylor (1977) con un Marlon Brando ya en versión gordo desencantado.
Esta cinta tiene su magia, un blanco y negro que se ve muy bien, también una fotografía excelente, un un sonido que se escucha perfectamente. Gran producción en ese sentido.
Pensaba que pertenecía a ese grupo de películas de terror de los años 40 que constituían el campo de experimentación de grandes directores, Robert Rosen, Robert Wise, Richard Fleischer, etc. Directores que en el terror encontraron su perfecto campo de experimentación para aprender el oficio. Fuera de este campo se encuentra Jaques Tournier, con sus Panteras, y, desde luego, esta cinta. Muy bien lograda, a pesar de partir de un presupuesto de, en principio, bastante poco desarrollo.
Director, para mi desconocido, cuenta con 16 películas, según FilmAffinity, y casi todas de este género entre el terror y la ciencia.
La actriz tiene un evidente parecido con Simone Simon, la protagonista de la mujer pantera, la excelente película de Tournier del mismo año.
Los demás actores no me son especialmente conocidos, si acaso el protagonista masculino J. Carrol Naish haciendo de doctor y John Shepperd  en el rol de marido de su sobrina del médico fantasmagórico.
Interesante película mejor de lo que parecía y un cierto canon en la materia. Recomendable.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

§ 1.510. Mc LAGLEN, Andrew V. Los luchadores del infierno (1969)

Pues siempre me pasa lo mismo con Mc Laglen. Me parece que sus ideas son muy buenas, grandes propósitos que no cuajan en grandes películas. Siempre hay algo que chirría, que no cuadra, que hace que la cinta no sea totalmente cerrada, completa. Tiene buena maquinaria, buenos materiales, magníficos actores, algunos verdaderas estrellas de celuloide, pero algo deficitario en su desarrollo. Nunca he visto una película suya redonda. Esta tampoco lo es. Es entretenida, se deja ver pero poco más. Un poco larga, quizá demasiado.
Falta guión en la cinta, y algo de credibilidad en el desarrollo de las tomas, parece que no deja de ser más que una mera pretensión de recrear las imágenes de los incendios en una trama tan vista, tan manida que hace que desconectes, que dejes de prestan atención a los aspectos que no tiene que ver con los incendios en sentido estricto.
Puede verse como un precedente de otras cintas parecidas, en especial Armagedon, que es, técnicamente, la misma historia. También tiene una relación cierta con Hatari, de Howard Hawks, Wayne en el papel de hombre aglutinado de esfuerzos para llevar a cabo una misión peligrosa, aunque de grandes rendimientos económicos.
Es interesante, se deja ver y es entretenida. Nada más. Pero siempre con Mc Laglen me pasa lo mismo, que me gustaría ver una película suya redonda. Quizá la que más me ha gustado suya sea "El valle de la venganza" (1965).

§ 1.509 SHERMAN, Vincent. El regreso del Doctor X (1939)

Película de 1939 que se ve perfectamente. En versión original, claro. Un blanco y negro precioso. Película sed sesión doble, de verano, de cine de consumo. Pero con calidad. Es interesante, se deja ver y tiene un metraje ideal para este tipo de películas, 60 minutos.
El debut cinematográfico de un director de 'clase media' con algunas buenas cosas sin llegar a grandes cotas.
Para Humphrey Bogart era una de sus primeras películas; aunque llevaba rodando dese 1934 no era todavía la estrella que llegaría a ser y no estaba encasillado todavía en los clásicos papeles que le hicieron célebre una estrella de todos los tiempos. Se hace raro, la verdad, verle con un mechón de pelo blanco haciendo de malo robador de sangre ajena.
Es interesante cómo la consideración del periodismo como un elemento central de la sociedad americana es considerado en las películas de los años 30 y 40. Hay algo de solemne y dramatúrgico en él. Un valor que todos protegen, que sirve para mucho cosas: la lucha por conquistar el poder político, por desacreditar a un mafioso, por elevar a una persona en la escala social, o, como en esta, para la consecución de su función más propia: la averiguación de la verdad. Siempre se trata con respeto, admiración y delicadeza. nadie juega con la prensa, ni siquiera la policía, o el poder político.
La película me recuerda a las primeras de Robert Rossen, de Robert Wise, de Richard Fleischer, incluso algo a las de Anthony Mann y Henry Hathaway. Películas cortas, de estudio, de rodaje rápido, de doble sesión y consumo instantáneo... que sirvieron... sobre todo para aprende un oficio a artesanos del cine que forjaron la industria años después.
Curiosamente nunca a las de Ford, que por esta época ya era un director muy sólido. Las de aprendizaje de Ford son de años anteriores, los 20 y no he visto muchas, que se han perdido o, simplemente, no entran en el circuito de distribución comercial europeo, seguro que sí en el americano.

martes, 25 de diciembre de 2018

§ 1.508. SCHAEFER, George. El búnker (1981)


Interesante recreación de los últimos días del mal. Es inevitable compararla con El Hundimiento. Esta es más generalista, más completa quizá, narrando más aspectos que la propia paranoia del mal. Aquella estaba más centrada en la propia figura del mal, en su deterioro cognitiva y su absoluta falta de empatía, de capacidad para apreciar qué ocurre a su alrededor y tomar decisiones racionales. Era evidente que la guerra estaba perdida, desde hace tiempo lo sabían los generales y el alto mando alemán, todos menos el mal.
Me gusta mucho el papel del Albert Speed, crítico con el propio mal. Arquitecto destacado del régimen y amigo del mal. Vida más que correosa, capaz de reencontrarse a sí mismo tras pasar años en la prisión de Spandau. Escribió varios libros sobre su ausencia de conocimiento de la solución final, aspecto sobre el que hay diferentes conjeturas y distorsiones. No queda claro qué pasó y si lo sabía o no. 
El papel es interpretado por un gran actor, Richard Jordan, que aunque americano lo borda. 
También es destacable el papel de Boorman, su asistente personal interpretado por Cliff Gorman
Muestra las diferentes soluciones que los personajes muestras: el intento de Goering por hacerse con los mandos, Himmler que huye para intentar una rendición, Boorman intentando colocar a sus hijos fuera de peligro, el salvaje de Goebles, que dejó que su mujer asesinara a sus seis hijos antes de suicidarse ambos.
El papel estelar del mal es interpretado por un Anthony Hopkins muy joven, que creo que se mete bien en el papel. No tiene una interpretación tan intensa como Bruno Ganz, que creo que es canon del mal. 
Hopkins realiza una interpretación más contenida, menos lírica, menos intensa, más facilona. Ganz es pura energía, locura en estado de intensidad volcánica.
En general me parece mejor aquella que esta, aunque esta aborda más aspectos que la mera paranoia del mal. Aquella se centraba en él, en esta se abordan más tramas que la principal. Forma mejor en lo que sucedió, y, desde ese punto de vista, es más instructiva.

§ 1.507. ZEISLER, Alfred. La maravillosa aventura de Ernest Bliss (1936)


Una historia sencilla. Rodada sencillamente, y con un resultado estupendo. Es de 1936, y a veces somos muy duros con este tipo de cintas. Todo lo que es anterior a 1940 tiene problemas de visión, de granulado en la cinta, de sonido. Por eso hay que ser algo condescendientes con estas películas. Tiene 80 años, que se dice pronto. Pero es cine y funciona. Y funciona bien. Cary Grant es el rey absoluto de este tipo de películas, absoluto. Tiene porte, tiene garbo, tiene capacidad y empaque. Es un auténtico galán. Con más de 70 películas, algunas verdaderas obras de arte del séptimo arte.
La chica es Mary Brian, una auténtica estrella del cine, con 149 películas en su filmografía, una heroicidad. Al menos eso dice Filmaffinity, que para estas cosas me fío.
Era otra época, cine de corta duración, producciones mudas, tránsito al sonoro. Mismos decorados, música enlatada, cine de consumo.
La historia tiene una moraleja clarísima: el trabajo larga la vida, te mantiene en forma y hace que aprecies mejor las cosas de la vida. Mensaje muy navideño, por otra parte.

§ 1.506. LeROY, Mervyn. FBI contra el imperio del crimen (1959)


Propaganda. No es exactamente una película, sino un acto de propaganda. Sin más. Con un director muy del oficio. No acabo de entender cómo James Stewart se prestó a esto que no es exactamente una película. Ese fondo moral de sus actuaciones, esa manera de darle al conjunto de su actuación un trasfondo axiológico, esa manera de hacer las cosas tan peculiar, que trasciende en buena medida el día a día de su actuación. Por eso, precisamente, te gusta mucho o no te gusta nada. No creo que sea un actor de películas concretas, o te gusta o no te gusta.
Ese punto idílico de este tipo de cintas empalaga más que el almíbar. Se puede ver alguna, pero, la verdad, es un poco cansino. 
La película es de 1959, tiene ya desde el final de la IIGM, por lo que quizá no era necesaria darle ese sesgo tan azucarado. La propaganda ya se dirigía hace el enemigo rojo, no hacía los que lo habían sido.
Más que ello es un conjunto de historias desgajadas que, se supone, fueron casos célebres del Departamento. Pero le falta narración, detalle, guión, trabajo de organización. Quizá no lo pretendía, simplemente era una cinta de consumo. Pero, en primer lugar, de esta hay muchas, al punto de poder considerarse un sub-género del cine, y, en segundo lugar, no hay directores que no hayan sucumbido a este tipo de cine. Recuerdo cosas de Hathaway, incluso El Extranjero de Welles tiene un cierto regusto propagandístico.
La película está cuidada, se ve muy bien con una fotografía espléndida y un sonido también muy correcto. El metraje es excesivo, 150 minutos son muchos, demasiados para una sucesión de historias que guardan poco en común. Quizá era el episodio piloto de una serie para la televisión, o algo similar.
Narrado todo desde la óptica de un hombre que empezó con ellos, con el departamento, desde el principio. Pero no dicen quien es, pudiendo ser cualquiera. Probablemente no es ninguno; quiero decir que encarna a muchos hombres en uno. 
Vera Miles actúa muy bien. Cumple perfectamente su papel y sus colaboraciones con Stewart son míticas, es la mujer americana típica, la que debía ser, fuerte y sonriente, subordinada al marido hasta lo imprudente.

domingo, 23 de diciembre de 2018

§ 1.505. LESTER, Richard. Los tres mosqueteros: los diamantes de la Reina (1973)


Entretenida película de capa y espada, de un director muy solido, con grandes actores y actrices. Muy destacado es Oliver Reed, para mi un gran actor, corpulento, de método, de teatro clásico.
Muy guapa Raquel Weltz, con una belleza muy clásica, sobria e intemporal. Faye Danaway muy interesante también. Heston en su línea, Chamberlain...
El protagonismo de Michael York no se justifica vista muchos años después. Siempre me pareció que estaba sobrevalorado, que disfrutó de más estrellato que el que realmente merecía. Un actor como otros, sin más. Una cara peculiar, algo de tino para elegir las películas y una carrera brillante por momentos, ahora ya olvidada.


§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...