martes, 4 de abril de 2017

BRANAGH, Kenneth. Enrique V (1989)


Muy bonita, muy desarrolla, con un trasfondo histórico real, al parecer.
Un vestuario excelente, y un muy buen casting de actores, muy británicos, muy reales...
Las escenas de batallas es la parte más floja, como era de esperar. Y sin embargo es muy fuerte en los diálogos, la trama y la acción en sitios cerrados. Es realmente una buena película.

lunes, 3 de abril de 2017

TAUROG, Norman. El canalla redimido (1946)


     Bueno. Es lo que hay. Hay que ver de todo. No me ha parecido buena película. Pasable, puede verse, pero no es una gran cinta.
     Además el doblaje no era muy bueno, estaba doblado con un acento mexicano que dificultaba algunos giros lingüísticos. Esther Williams guapísima, con un tipo estupendo, y Angela Lansbury también muy en su papel. Sobre todo William Powell funcionando con su arquetipo de hombre de otra época.
     Es un cine para otra época, para una época en donde con poco presupuesto se hacían muchas películas, como estas: trama, desarrollo rápido, pocas complicaciones, y una idea recurrente que se repite para llegar un resultado más que previsible.
     Un cine con estrellas, como éstas, que llevaban la pantalla por sí mismas y toda la película gira alrededor de ellas y sus problemas.
    Director nuevo para mi, que al parecer fue el que hizo muchas de las películas de Elvis Presley.

domingo, 2 de abril de 2017

HILL, Walter. Los protectores (2006).

     
     Pues en un tiempo en el que los Wester no están de moda, que no se ruedan, que no se estrenan, da gusto, verdadero gusto ver este tipo de obras, magnífica.
     Telefilm no estrenado en pantalla grande, y, desde luego, cabria preguntar por qué. Es una gran obra, está bien realizada, tiene trama, paisajes tan bonitos como cualquier otra película del oeste, un fondo moral bien construido, diálogos cuidados, y un poco de todos los tópicos que pueden imaginarse en una película de este género.
     No es sólo, como he leído en alguna crítica, Robert Duvall y unos buenos actores no tan conocidos... Está bien dirigida, no se hace larga, a pesar de durar tres horas, con sus diálogos encadenados, con las escenas bien secuenciadas, que no son más de diez o doce, quizá catorce, lo que nos da, aproximadamente escenas largas de ocho a diez minutos, lo cual es un reto. No hay muchas de esas escenas de relleno que sirven para cambiar el discurso de lo eu acontece, son pequeños planos de los propios caballos corriendo, de los paisajes, y vuelve prácticamente al mismo sitio, con los mismos personajes. Desde luego Duval puede estar en pantalla más de 120 minutos de los 180 que tiene, una barbaridad.
     El director me ha gustado. Vi con Rodrigo hace unos días otra suya que no me agradó demasiado, Gerónimo, pero está es, a mi juicio, muchísimo mejor película.

sábado, 1 de abril de 2017

ZINNEMANN, Fred. Tres vidas errantes (1960)



Me ha gustado. Esperaba quizá algo más... Pero es una buena película. Debora Kerr está guapísima, Peter Ustinov es un actor magnífico, pero el que me ha sorprendido ha sido Robert Mitchum. Le tengo por buen actor, versátil, capaz de hacer buenos papeles, pero con poca densidad, con poco peso específico. Gran actor, muy característico, pero no un excelente actor. Y la verdad, tengo que ir modulando el juicio que tengo sobre esto. Es mejor actor de lo que parece, hay más trabajo tras él de lo que él mismo de sí mismo parecía proclamar.
Es duro, es viril, pero su actuación está muy trabajada, muy serenamente preparada. Siempre con esa mirada, como de miope, con la cara bajada, con un cabeceo de la cabeza cuando se le está haciendo una reprimenda... 
Tiene algo muy propio, aporta una personalidad convulsa, domada por la vida pero que quiere escapar de sí mismo para seguir siendo libre, seguir siendo hombre, seguir siendo él.
Es cierto que tendría que verlo haciendo de Othelo, o algún otro clásico Sakesperiano, pero me pasa algo similar a lo que me ocurría con Richard Widmarck, que le tenía por un secundario de superlujo elevado a la categoría de estrella que le quedaba grande, y la verdad, me sorprendió lo excelente actor que es.

miércoles, 29 de marzo de 2017

SIRK, Douglas. Obsesión (1954)

Me gusta Sirk. Es un cine muy suyo, característico. No engaña a nadie, muestra lo que quiere mostrar... Es una emoción muy singular en la que se especializó, el melodrama. Aquí hay lágrimas a manta, todas las que quieras y más.
Con una Jane Wyman espléndida, digan lo que digan. En esta película al menos lo hace de maravilla. Rock en su línea absolutamente de siempre. No era un gran actor, un actor de recursos, de técnica, de potencialidad, era otra cosa, un grandullón en pantalla, arrebatadamente guapo y con posibilidades de interactuar con grandes estrellas. Y  una Barbara Rush que confundo con una mujer que intervenía en las de Hitchock, que recuerde. En Rebeca seguro. Pero no es ella.
Pero la estrella es Wyman.
Metraje adecuado, nada largo, a pesar de los 108 minutos de cinta, muy buen guión, bien trazado, sin saltos, todo muy ordenado y una música que acompaña. En definitiva, una película que se puede ver. Aunque con Sirk habría que analizar si sus películas tiene muchos visitados. Quiero decir, una vez conocida la trama, vista con tranquilidad, no sé si podrían volver a verse otra vez. Más que nada porque sólo hay trama, sólo hay discurso y desarrollo, no es un preciosista de la cámara, ni tiene mucho más que decir que lo que dice. Creo que vistas por segunda vez quizá no se apreciara esa emocionalidad que transmite la primera vez que las ves.

martes, 28 de marzo de 2017

VAN DYKE, W. S. El enemigo público número 1 (1934)


Me ha gustado. Es sencilla, obviamente pueril, no con una trama muy desarrollada y con un resultado más que previsible.
Me ha gustado mucho Mirna Loy y Willian Powell, también Clark Hable. Era un cine distinto, más dedicado a contar un sentimiento que una acción. Es evidente que ningún malvado se comporta como éste, y también que ningún fiscal del distrito se casa con la ex novia de un mafioso, pero en esta tipo de cintas, de nada menos que de 1934, todavía suena creíble estas historias.
Del director ya he visto algunas otras y la verdad es resolutivo. De lo que he leído sobre él es de los rápidos de la industria. Le llega el material, coloca los decorados, rueda y monta. Nada de dobles tomas, escenas complicadas, y demás. Pura eficacia.
La pareja de Mirna Loy y Willian Power al parecer es toda una estrella en el firmamento del cine de aquella época. Rostros muy definidos, muy reconocibles. En ese momento estaban en lo más alto de su estrellato. A ellos se une Clark Gable en el comienzo de una carrera que se extendería hasta 1961 con su última intervención en Vidas Rebeldes de John Huston.

§ 3.393. El imperio de la pasión (Nagisa Oshina, 1978)

Menos impactante que El imperio de los sentidos de 1976. En su estela, tanto en la trama como en el planteamiento de la historia.  Vida rura...