domingo, 9 de febrero de 2014

BRANDO, Marlon. El rostro impenetrable (1961)

Un Wester decente, de un director de una sola película. Nunca más Brando volvería a filmar una película. Como actor no tiene precio, como director habría que ver más de una cinta para valorarle en su justo punto.
No está mal, no es mala, pero sí es cierto que decae a la hora y pico... ya no es tan pujante, se pierde un poco. Pero en general se deja ver y responde a los cánones de este tipo de obras...

sábado, 25 de enero de 2014

FORD, John. Qué verde era mi valle (1941)



10. Punto.

BOETTICHER, Budd El asesino anda suelto (1956)

Un autor para mi desconocido, absolutamente desconocido. Me ha gustado. Cine negro en estado puro. Policía mata accidentalmente a la mujer de un ladrón de bancos. Accidentalmente porque él había disparado primero y le habían comunicado que en la habitación no había nadie más.
Ingresa en prisión y por buen comportamiento presta su condena en una granja, de la que escapa y asesina a un repartidor y a un granjero. Su idea es clara: matar a la mujer del policía.
El asesino tiene algo de Anibal el Canibal, el juego que hace con las gafas es parecido a cómo mira él... no sé, me ha recordado, probablemente no tenga nada que ver.
Joseph Cotten en su línea, tan bien como siempre, sólido y poco ceremonioso. Rhonda Fleming muy guapa, con esos estándares de belleza tan propia. Esa rubia platino, a la que él llama pelirroja, con esas curvas, esa cintura, esos pechos en punta con esos suerte llevados hasta el paroxismo en perros de paja de Peckinpak. Esa forma de caminar, a saltitos, con ese pelo rubio, esa cara de porcelana blanca, esos rasgos óseos tan marcados, esa cara tan intemporal.
Las tensiones interiores de ella por el temor a que a su marido le ocurra algún percance por ser policía están bastante bien narrado. Transmite bien la intensidad de la angustia, aunque es demasiado poco verosímil, pues visto lo visto a dónde ha llegado la industria del terror, esta angustia es para casi desayunar.
El disparo en la botella de leche está logradísimo, me recuerda a aquél de Fuller en un tonel.
En algunos momentos el tono dramático sube con intensidad notable, por ejemplo, cuando a la mujer del policía le comunican que el auténtico objetivo del pistolero no es el policía, sino su mujer.
El desenlace es muy previsible pero está muy bien rodado, con una intensidad magnifica.
Bootticher de lo que he visto es un director clásico, no tiene una forma de narrar diferente, ni nada le hace peculiar, es el típico artesano de la industria, que vive cada plano en su cabeza y lo proyecta a la pantalla.
Muy bonita, en definitiva.

§ 3.391. Don Dólar (Irving Cummings, 1951)

No creo que funcionara en la taquilla. Esa especie de comedia ligera con diálogos chispeantes y canciones me parece un propósito complicado ...