lunes, 9 de junio de 2025

§ 3.880. La bruja (Robert Eggers, 2015)

 
Primera película de un director del que he visto, con ésta, todas sus cintas, cuatro en total. Ésta era su debut cinematográfico. 
Cuatro películas en nueve años. Ninguna de ellas me ha llegado a calar del todo. El Faro la entendí muy pretenciosa. El hombre del Norte, algo trillada. Nosferatu, sí me pareció una excelente versión.
Esta debe ser un cuento gótico alemán o americano, de finales del XIX supongo. Aunque el guión es original del propio director y no dice la ficha técnica que esté basado en ningún cuento o relato. Es, por tanto, un guión original.
Creo que es una película muy vista, con multitud de aficionados que la veneran y la tienen por referente. Funcionó bien en taquilla y la crítica no la despedazó.
No me ha parecido una obra tan colosal. Está bien hecha, tiene su interés y se deja ver, pero de ahí a pensar que es una maravilla, hay un trecho. Un trecho muy largo.
La sensación de angustia, de inmediatez, de sorpresa, de desamparo se arraiga fácilmente, pero no trasciende lo epidérmico. No es que se superficial, es que no es profunda.
El ideal del bosque embrujado es revisado con alegría. Sí es cierto que las tomas aliare libre son espléndidas, una excelente fotografía.
No me ha llegado. Ninguna de las cuatro de él me han parecido rotundas obras. Ésta, en concreto, me parece la peor de las cuatro.
El diablo representado por animales, conejos, cabras, etc. Una organización clásica del mal, una iconografía de siempre.

domingo, 8 de junio de 2025

§ 3.879. Resultado final (Juan Antonio Bardem, 1997)

Última cinta del indiscutible gran Director que fue Bardem.
Y ya sabes lo que leen este blog la idea que tengo sobre la última película de los grandes directores. En líneas generales no suelen ser buenas. Más bien suelen ser malas. El genio creativo se acaba, los recursos económicos no quieren arriesgar con directores mayores, la apuesta por la novedad es una pulsión grande.
La idea no es mala. Su desarrollo quizá no tanto. Pero las críticas que recibió la película sepultaron al director y a la actriz principal, Mar Flores.
En Filmaffinity recibió un 2.1 de media, de 688 votos. Es una barbaridad de resultado. Además las 8 críticas redactadas la fustigan de manera inmisericorde. En IMBd la media sube al 3.3, y en Letterbox no tiene suficientes notas para hacer una media, pero las votaciones que se aprecian son también muy deficientes.
Curiosamente la crítica que valora bien la película lo hace con verdadera pasión e interés, entendiéndola como una obra maestra incomprendida por la crítica y el público.
No creo que sea para tanto. No es, desde luego, una obra maestra. No es ni siquiera comparable a Muerte de un ciclista o Venganza. Ni siquiera llega, a mi juicio, a Los pianos mecánicos.
La idea es buena, el tema estaba de moda, el revisionismo crítico de al transición desde el punto de vista personal y crítico, aportando una melancólica visión retrospectiva siempre interesante. 
La excusa es el cáncer de útero que padece una mujer que vivió los acontecimientos de la transición política española en primera persona. Luego triunfadora en la vida, casada y con hijos. Lo que podríamos considerar una vida plena y llena, que se ve enturbiada con la enfermedad, que ella atribuye a su marido, que es, básicamente, un putero.
Es, básicamente, un ajuste de cuentas de los comunistas con el PSOE. Supongo que a los votantes del partido hegemónico en el país no les gustará la película. 
La idea es brillante de verdad. Pero falle en su ejecución. No sólo porque Mar Flores no da la talla (aunque he visto interpretaciones femeninas peores), sino porque tiene fallos de guión y de continuidad evidentes. 
Además, las reflexiones sobre cómo se hunde el comunismo en la transición y toma el poder el PSOE siempre son dialogadas, y más allá de algunas escenas gráficas, tiene un peso intelectual impropio de las relaciones humanas. Además, el hecho de colocar escenas de documentales parece querer contar la historia únicamente desde un punto de vista. 
Que hubo una élite más o menos acomodada en el franquismo que apoyaba sin decirlo abiertamente al comunismo y su lucha contra el régimen y luego, de la noche a la mañana se integró en el PSOE es una evidencia. Y eso molesta al régimen bienpensante.
Sí es cierto que el adoctrinamiento es cansino, y lastra la película de manera determinante.
A mi no me ha parecido tan mala película. Desde luego, si en vez de ser Mar Flores es otra actriz más consagrada, y si el director de cine (alter ego del Director) hubiese sido alguien más pujante la cinta hubiera sido un éxito.
No me parece que sea tan mala película.

§ 3.878. Comando de asesinos (Julio Coll, 1966)

Inspirada evidentemente en las películas de 007, pretende darle a la trama la misma mezcla de comicidad y seriedad en ambientes veraniegos, de vacaciones, elitistas.
Protagonizada por Antonio Vilar, Letícia Román y el peculiar Peter van Eyck, inconfundible en sus poses y sus ademanes. 
Como era de prever a veces la trama sirve como excusa para mostrar una ciudad, en este caso Lisboa, paseando en coche por sus calles.
La falta de medios y de guión hacen fracasar a la cinta, que se puede ver, pero que es casi de las peores que he visto de Coll.
No da con el tono. Tiene algo, pero no funciona. Es algo pasada y aunque tiene un metraje civilizado, 83 minutos, por momentos de hace pesada.
Me llama la atención que el Profesor malvado se llama Zandor, que lo entiendo como una derivación del Profesor Zaroff, de "El malvado Zaroff" la extraordinaria película de 1932 de Irving Pichel y Ernest B. Schoedsack.
Se puede ver, con esfuerzo. Sin más.

sábado, 7 de junio de 2025

§ 3.877. Apuestas contra el mañana (Robert Wise, 1959)

Otro Wise prodigioso. Qué forma de hacer cine, qué maravilla, cómo exprimir los argumentos, qué capacidad para presentar a los personajes, qué dominio del escenario, de los planos, de la luz, de las emociones. Qué cosa más divina.
De Wises he visto prácticamente todo. Me queda dos o tres películas que no están editadas en dvd y que tampoco pueden verse on line.
Cine negro, atraco a un banco, planes perfectos que salen mal, apuestas de caballos, hombres despiadados y deshumanizados, gánsters de cartón piedra, chicas guapas cuando todavía no se ha quitado el maquillaje.
Me ha gustado mucho. De la filmografía de Wise que recuerdo es la más negra de todas las películas suyas. Tiene otras duras, pero no de corrupción policíal y atracos.

§ 3.876. El desierto de los Tártaros (Valerio Zurlini, 1976)

Leí la novela y me gustó mucho. El paso del tiempo, la madurez, las ilusiones perdidas, el declinar de la vida, la pérdida de la inocencia, de la alegría, del impulso vital.
Me pareció un excelente relato, incluso podría calificar de ensayo. No exactamente, pero podría leerse con lápiz y papel, reflexionando con ella a medida que avanzas en su lectura.
La película es un goce de los sentidos. Me ha parecido árida y desangelada, sin corazón. emotiva y triste. Una gran obra, muy bien hecha, delicada y puntillosa.
La aristocracia de la guerra, con una puntillosidad, con una distancia del mundo real, lejano de los valores humanos, cercado por tradiciones, saludos, reverencias y aspectos superfluos que no sirven más que para retroalimentar al propio sistema militar.
Además de una reflexión sobre el paso del tiempo, sobre la tranquilidad del reloj, sobre la decrepitud y la vida, puede leerse como un ensayo sobre la inutilidad del ejercito, sus propósitos y su funciones.
Un tema que también trata son las ilusiones, y hasta qué punto éstas puede haceros perder la razón, el criterio y la cálmales. Ilusiones personales y  vitales, e ilusiones reales, convertidas en alucinaciones. La alucinación como derivación de la ilusión.
La inutilidad del paso del tiempo sería el lema de la novela y la película. 
El reparto es espectacular: Vittorio Gassman, Helmut Griem, Francisco Rabal, Fernando Rey, Jean-Louis Trintignant y Max von Sidow. Casi nada. Es cierto que los dos españoles interviene poco.
Dicen que fue un proyecto que abrazó Luis Buñuel pero que nunca llegó a poner en pie.
Primera película que veo del director, que me ha parecido un gran artesano. Domina el tiempo, los escenarios, los actores, los planos, encuadres y demás.

§ 3.875. Hay un camino a la derecha (Francisco Rovira Beleta, 1953)

La delincuencia como camino y esperanza vital. Una vida normal, un trabajo normal, una esperanza normal. Que se ve alterada por la pérdida del empleo, la precariedad económica, la falta de esperanza y de futuro.
Un tema muy clásico, bien rodado, bien narrado, con una evidente carga moral acorde al ideario del régimen, naturalmente.
Tiene un punto de neorealismo italiano, por la norma de presentar los personajes, de rodar, de mostrar la realidad, por la forma de abordar la temática.
Pertenece a la trilogía del delito del director, junto con El expreso de Andalucía (1956) y Los atracadores (1962).
Muy bien Francisco Umbral, verdaderamente magnífico, además de un gran actor guapo de verdad. Un hombre verdaderamente guapo. En ese momento tenía 27 años y era una de sus primeras películas, la décima, más o menos. Otro actor que trabajó como un animal, a lo bestia, a destajo. Seguramente ganando un buen dinero, nada que ver con lo que se gana ahora en el cine, pero un buen dinero.
Julita Martínez es la protagonista. Una actriz clásica, de las de siempre, nacida en 1931, todavía viva, y que trabajó muchísimo, tanto en cine como en teatro y el televisión.
La cinta va como anillo al dedo al código moral de la época. Vida con pocas esperanzas laborales, malas influencias de amigos y familiares, crimen (supuestamente) perfecto, delito, pena, redención, perdón, esperanza. 
Funciona, es interesante, se ve perfectamente y está muy bien rodada. Buen director, con oficio y talento.

§ 3.874. El ojo en la oscuridad (Umberto Lenzi, 1975)

 
Un Giallo italiano clásico rodado en Barcelona, con una simbología clásica, un método ortodoxo y una técnica depurada. Un cineasta de siempre, que sabe hacer lo que tiene que hacer y lo hace. 
Un poco lo de siempre, pero es que el género no da para más. la originalidad no es infinita, y es un género en donde abundan la mediocridad. Es, en realidad, un género mediocre. El drama, los históricos, dan para más. Parecen dar para más.
Un thriller clásico en donde lo peculiar es saber quién es el asesino y para qué hace lo que hace. Lo de por qué lo hace, es casi lo de menos. Porque no tiene explicación.
Excusa para ver algunos edificios peculiares de Barcelona, alguna chica guapa y poco más.
De las cuatro películas que he visto de Lenzi, es la menos brillante. Es la más vulgar.

§ 3.916. Beltenebros (Pilar Miró, 1991)

La vi hace muchísimos años, en Cabueñes, en Asturias, en un campamento juvenil que organizaba el Injuve (el Instituto Nacional de la Juventu...