sábado, 18 de mayo de 2024

§ 3.403. La seducción (Fernando Di Leo, 1973)

Un director al que le tengo por un maestro del cine europeo de acción. Una película de "Seducción" no parece el mejor escenario para manejar una historia sexual. Pero no hay que tener prejuicios.
Al final queda en una bobada. Y, por momentos, en una historia casi ridícula. No he entrado en ella en ningún momento. No forma parte de las cintas de erotismo naif de Tinto Brass, por ejemplo, ni de las casi ridículas de es cine erótico italiano de los setenta. Obviamente, me parece más guapa la madre que la hija. 
Ligeramente amanerada, algo barroca y por momento recargada, no llega a la emoción que pretende transmitir. 
Entiendo la turbación del protagonista, pero en cuestiones de sexo soy bastante convencional, casi aburrido.
No es el tipo de película que creía que rodaría Di Leo, un verdadero maestro en películas policíacas, o de cine negro, como gusta decir en EE.UU.

§ 3.402. Laura, las sombras del verano (David Hamilton, 1979)

 

Bueno. Pues no me ha sorprendido. Era lo que esperaba. Pero no me ha gustado. Esa glorificación de las niñas tan pequeñas, rozando lo prohibido (no delictual, no quiero decir eso) me parece una impropia temática para una película. Lolita, de Navokov era otra cosa. E incluso el tratamiento de Kubrick era bastante respetuoso e incluso estáticamente dist anciado del morbo. Sin embargo aquí se glorifica la pubertad y se la convierte en  objeto de deseo. Sin rubor, sin límites, sin descaro. Y no hay desnudos, ni escenas altamente eróticas, mucho menos sexuales. Pero el fondo del asunto es más turbio, más oscuro, menos limpio. 
Hay películas abiertamente de sexo, qué se yo, cualquiera de Tinto Brass, que son menos perturbadoras que esta.
No sé si ahora, con estos tiempos de corrección política, esta tipo de cintas funcionaría tan bien.
No me motiva nada. No me parece ni siquiera interesante. Solamente tiene algo de interés por ver a Maud Adams, una de las 'chicas bond' más guapas de la serie.

§ 3.401. Vuelo al infierno (Jesús Franco, 1971)

 

Todo muy primario, básico, intuitivo, 

viernes, 17 de mayo de 2024

§ 3.400. Ilsa, la tigresa de Siberia (Jean LaFleur, 1977)

 

Tercera entrega de este serie. Interesante por el escenario, los paisajes abiertos y poco más.
Pretendidamente erótica, es más pesada que las anteriores. Muy forzadas las tramas, innecesarias por momentos, recurrente en otro, superfluas las más de las veces. El sadismo semi sexual de otras entregas aquí se torna en torturas políticas en la primera parte. Un sinsentido que roza el ridículo algunas veces. La chica, Dyanne Thorne, es limitadísima como actriz. Tiene esa guapura de las mujeres altas y voluptuosas, pero  no tiene capacidad de desarrollar una historia por sí misma, ni acompaña a las de los demás. 
No tiene ni sutilidad, ni gracia, ni erotismo, ni siquiera es interesante. 
Que por qué veo este tipo de películas. Por dos razones. En primer lugar porque hay que ver de todo, y, en segundo lugar, por mi teoría de que hay que ver muchas películas malas. Ya explicaré en otro momento cuál esa teoría mía.

jueves, 16 de mayo de 2024

§ 3.399. Los últimos juegos prohibidos (Michael Winner, 1971)

 
No sé muy bien cómo elegía Brando las películas que quería rodar. Supongo que a estas alturas de su carrera priorizaba otras cosas que la formalidad estética o la calidad de los guiones. De las aproximadamente 40 películas en las que actuó como actor no hay menos de diez o doce en las que se le ve desganado, cansado y aburrido. 
Esta es una de ellas. Sin embargo guaro con cariño Queimada, que sólo se rodó un año antes y siempre me ha parecido que está enérgico, brillante, varonil. Seguramente fue su última gran película. Sí, lo sé. Luego rodó El padrino pero eso es otra historia...
Es una especie de adptación libre de Otra vuelta de tuerca, cuya mejor versión es Suspense de Jack Clayton de 1961. Ésta no es tan brillante, pero es muy buena, muy sentida. Un ritmo y un "crescendo" brillante, un uso de la luz y de las sombras magnífico, incluso la música acompaña bien de verdad.
La verdad es que languidece a medida que los niños intentan reproducir los juegos sadomasoquistas que ven hacer a los mayores, el hombre para todo, jardinero y cuidador del jardín, y la institutriz, una bella Stephanie Beacham, actriz que empezó realmente bien pero que no llegó a ser especialmente brillante. 
La premisa de la cinta es estupenda, pero a medida que avanza pierde interés.

miércoles, 15 de mayo de 2024

§ 3.398. El ojo de la aguja (Richard Marquand, 1981)

Un director de muy pocas películas, con un gran éxito en una de las de la saga de la Guerra de las Galaxias: El retorno del Jedi, de 1983, una de las mejores de la saga.
Una cinta muy británica, circunstancia que se aprecia tanto en el fondo, como en el color y las formas. Una historia muy detallada, realista, incluso plausible. Una nueva versión, más oscura y menos edulcorada que Operación Cicerón, que es preciosa y mejor cinta que esta, pero que no tiene el realismo de ésta. 
Las tres tramas van convergiendo con naturalidad en el climax de la cinta. La historia de desamor entre la chica y el paralítico, la huida del espía alemán infiltrado y el policía que pretende resolver el asesinato de la casera del espía.
Una ambientación perfectamente lograda, unos enclaves naturales muy apropiados y una música propia de un thriller.
Los actores son Donald Sutherland, que está imperial, como siempre, y Kate Nelligan, la desagradable madre de los niños de El príncipe de las mareas.

martes, 14 de mayo de 2024

§ 3.397. El pan nuestro de cada día (King Vidor, 1934)

 

Realismo "made in USA". La calle de 1930 me pareció una cinta muy interesante, ésta no tanto. Con claras pretensiones colectivistas. Pero en un todo alegre, desenfrenado y verdaderamente optimista. Tiene un indudable parecido con las de Capra, pero en esta el tono es más profundo, en las otras está tomado desde el perfil divertido, lúdico, incluso ligero. Esta cinta, a medio camino entre Las uvas de la Ira (John Ford, 1940) y las de Capra bien hubiera podido considerarse subversiva, incluso reaccionaria. Pero no hay nada de eso. Narra, sencillamente, la lucha de unos trabajadores por salir adelante, por luchar por tener una oportunidad. Una cinta optimista, algo utópica pero sincera. 
Me ha gustado mucho.


$ 3.932. Blade Runner (Ridley Scott, 1982)