lunes, 29 de enero de 2024

§ 3.278. Los sin nombre (Jaume Balagueró, 1999)

 

No soy nada fan de las películas de miedo. me parece un género difícil de ver, y no se apreciar cuándo una cinta es buena o mala. Me sobrepongo a los sustos y a los golpes de efecto como puedo. Pero me centro tanto en ello que me pierdo gran parte de la acción. 
He visto solo dos cosas de Balagueró, REC y Mientras duermes, y, la verdad, me parece un director muy cualificado, verdaderamente talentoso para este género. Eficaz, dinámico, solvente, y muy efectista. Maneja el guión a la perfección, la música es verdaderamente importante en su cine tiene una factura excelente. Me gustaría verlo en un género distinto. El peso del drama o de la comedia es mayor que el de miedo.
Ésta es su primer largometraje. Dos cortos había rodado con anterioridad, quizá no puedan llamársele cortos a dos trabajos de escasos minutos. Alicia, de 8 minutos, y Dias sin luz (10 minutos).
El planteamiento del problema, del asunto central, es estupendo, pero a medida que avanza no sabes a dónde va. Los primeros veinte minutos son brillantes, pero más tarde se convierte en una cinta convencional, y, lo que es más preocupante, sin excesiva brillantez. No soy, ni mucho menos, un experto en películas de miedo, pero a ésta la tengo por convencional y, sobre todo, no demasiado novedosa. Estas películas necesitan, quizá más que otras, de un impulso permanente que no se sustenta el los actores o en las tramas, sino en el guión y en la organización de las tramas secundarias. 
La pérdida de un hijo tiene que ser algo espantoso, pero si ha sido asesinado, y no te digo si lo ha sido de la manera en que lo ha sido ésta, tiene que ser algo de lo que uno no se recupera jamás. 
La cinta es eficaz, aunque hay saltos en el guión que no se explican. Funciona pero a veces no es del todo coherente. 
La música juega un papel determinante, pero es demasiado intrusiva, subraya demasiado los clímax de la cinta, los momentos trascendentes.
Más tarde, sobre la hora, se vuelve a recuperar. Coge vigor de nuevo y renace en interés e intensidad. 
Es, desde luego, una cinta a tener en consideración.

§ 3.277. Venganza (Conexión Estambul) (Olivier Megaton, 2012)

 

Segunda entrega de una serie que necesariamente tuvo que tener su aquel, porque si no no se hubiera hecho una segunda entrega.
La relación entre los padres tiene su aquel. Parece que siguen jugando al gato y al ratón. Ella es una mujer muy guapa, Famke Janssen, y ha actuado en varias películas de moda, de superhéroes. 
Es algo repetitiva, como no podía ser de otra manera, pero entretiene y se deja ver. Por momentos es algo simple, con comentarios algo casposos. También puede leerse en clave reaccionaria. Él pretende un control sobre todo lo que ocurre a su alrededor que va más allá de lo normal. Incluso de lo desesable. Es una auténtica exageración. 
El hecho de que los actores sean los mismos que interpretan a los personajes ayuda bastante a la credibilidad de la saga.
Es un actor muy mayor para tanta acción. Pero supongo que es lo que ocurre con actores famosos y la necesidad de los estudios de prolongar su éxito.
Para esta segunda cinta se cuenta con Rade Serbedzija, que para estos papeles de Serbio, de exmilitar ruso, o Croata funciona a la perfección. 
Es algo más floja que la primera, algo menos impactante, pero  interesante.

domingo, 28 de enero de 2024

§ 3.276. Venganza (Pierre Morel, 2008)

 

Una de acción con Liam Neeson como reclamo. 90 minutos, directos al grano, algún problema emocional y toda la acción que pueda ser posible. Ex militar acostumbrado a la vida dura que vuelve a la carga para algo personal. El papel le va bien, pero queda lejos, por ejemplo de Denzel en Equalizer. No tiene un papel definido, una personalidad tan clara como el personaje de Fuqua. Lo hace bien, pero algo amanerado, algo hierático. Denzel es algo más espectacular, tiene un rol claramente definido y va un poco a contracorriente. Este héroe es más plano, menos interesante, más oscuro y rudo, menos expresivo.
La película se puede ver, pero es más olvidable, Por momentos es pueril y algo infantil. El contraste entre la preocupación del padre y la despreocupación de la niña es tan evidente que no deja margen a la duda. El actor no consigue hacernos ver lo que hay detrás. Si verdaderamente tiene alguna razón para preocuparse o es una mera paranoia. 
Es evidente que algo de su pasado le preocupa, pero el desarrollo de los acontecimientos no tiene que ver con ese pasado.
Crece en intensidad y por momentos es emotiva. Pero, en general, y por comparar con Equalizer, es más deficiente.

sábado, 27 de enero de 2024

§ 3.275. Madame Claude (Just Jaeckin, 1999)

Es difícil argumentar durante 111 minutos con el único argumento que el erotismo y la pornografía. Y no funciona. Por más que lo intente, no funciona. Tiene momentos, erotismo aquí y allí, pero como obra general, para mantener el interes durante dos horas no funciona. Tienes que ser muy fan de este tipo de cintas, que veo más por entretenimiento del fin de semana que por otra cosa. La morbosidad pretendida no es tal. Es más ejercicio sórdido, porque carece de inteligencia y de sentido del humor. Las dos emociones que pueden hacer urdimbre de cualuquier ejercicio intelectual: cine, novela, chiste, postcat, pintura o comic. Da igual, si se tiene inteligencia, todo funciona. Aquí se carece ella. Sencillamente. 

§ 3.274. La noche de Walpurgis (León Kimovsky, 1971)

 

Lesbianismo reprimido, tantas veces visto como argumento que, cuando lo ves como trama secundaria, como es el caso, no sabes muy bien cómo tomártelo, pero  en cualquier caso, es una cinta interesante, pero nada productiva.



viernes, 26 de enero de 2024

§ 3.273. Serpiente de mar (Amando De Ossorio, 1984)

 
Empiezo con Ossorio y en contra de lo que he hecho con muchos directores, voy a ver sus películas, las 17 que tiene a su nombre de la más moderna a la más antigua. Sé que así te formas peor criterio sobre su cine, sus aportaciones y su creatividad, pero esta vez lo quiero hacer así. 
Y si todas las suyas son como esta no sé si voy a terminarlo como director. Es entre mala de solemnidad e infame subproducto de un cine poco evolucionado y 'tontorrón'. Casi no se puede ni ver.
El guión es algo delirante, pero hemos visto cosas peores. Lo que ocurre es que su desarrollo es plano y, sobre todo, que su ejecución es muy limitada. Unos efectos especiales, en fin, digamos que muy mejorables y la luz de la cámara es muy deficiente.
No sé como pudo participar en esta farsa Ray Milland. Es su última película, y, la verdad, interviene muy poco. También actúa Taryn Power, hija de Tyron Power, el grandísimo actor. No debió ser una mujer con suerte en el cine, pues sólo hizo 8 películas.
No es una gran película. Es más, es mala. No aporta mucho, prácticamente nada.

jueves, 25 de enero de 2024

§ 3.272. Emmanuelle (Just Jaeckin, 1974)

 

Mítica película de ese cine erótico-dramático que tanto éxito tuvo en los años setenta -sobre todo en España, a la salida de la dictadura y el comienzo del destape- y que luego se abandonó por otras de contenido más explícito. Ahora se ven con una ternura casi infantil. Me recuerda a "El último tango en París (Bernardo Bertolucci, 1972). Pudo ser una cinta provocativa o incluso pornográfica, pero no me causó la más mínima emoción. No entré en el circunloquio personal y vital del protagonista, como tampoco he entrado en el de esta película. Thailandia, paisajes exóticos, sensualidad a raudales, pero poca entidad fílmica.
Un guión interesante (que procede de la novela del mismo nombre de Emmanuelle Arsan), pero sustentado en los momentos eróticos que sustituyen los climax de otras películas (atracos, tiros, muertos) que hace que la historia sea morbosa pero poco consistente.
He recordado algunas escenas, quizá la he visto en alguna ocasión, pero no estoy seguro. Se me hizo pesada, y aunque sólo dura 90 minutos estaba desando que acabara.