miércoles, 15 de febrero de 2017

STONE, Andrew L. Cautivos del terror (1958)



James Mason podía hacer cualquier papel en el cine. Era absolutamente versátil, comodín, servía para todo... Para malo, para bueno, para sensible, para duro, pera películas de niños, para cualquier cosa...
El director no le conocía, creía que había visto algo suyo, pero no, no he visto nada suyo. Es bueno, hace una buena cinta. Quizá un poco trepidante, no te deja respirar, desde el primer minuto están en tensión, en acción, de manera radical, sin descanso.
Una muy guapa Angie Dikynson en una de sus primeros papeles. Y un brutal Rod Steiger, que era también un grandísimo actor. Otro que podía, y de hecho hizo, de todo, incluso de indio, que ya es echarle hijo a la cometa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

§ 3.376. El relojero de Saint-Paul (Bertrand Tavernier, 1973)

  Debut cinematográfico de Tavernier, después de dos cosas en colaboración con varios directores. Novela de George Simenon. Intriga, remordi...