martes, 30 de octubre de 2012

VERNEUIL, Henri. El Clan de los sicilianos (1969)



Pues sinceramente, no sé dónde está la película de culto que anunciaba la portada, los protagonistas y la trama. No me ha gustado nada. Nada de nada. El único punto de la película interesante se comprobar cómo Lino Ventura tiene la misma pose, exactamente la misma pose e interpreta el mismo papel, exactamente el mismo papel que en Ascensor para el cadalso.
Lo demás es prescindible. Incluso el sobrevaloradísimo Alain Delón. Plano como él sólo, con esa mirada que parece necesitar gafas, ese entrecerrar los ojos un poquito para enfocar, esa tensión artificial que propone, esa pose entre pijoaparte parisién y golfillo de Nápoles. Malo, malísimo actor. Qué hubiera sido de él en el cine si no viésemos siempre a Schneider con él, eso ya son palabras mayores, muy mayores, bellezas clásicas, intemporales, mujeres con caras de porcelana.
La película, pues una más de robos de mafiosos en varios países, con cuernos de por medio y tiros al final. Entretenidilla, sin más, pero nada recomendable, al menos para el tipo de película que me gustan. Comparar, por ejemplo, este bodrio con la que musicó Miles Davis es un insulto a la inteligencia de lo tres: Male, Verneuil y el que les escribe.
En definitiva, un producto comercial poco edificante, aunque seguramente muy vendido en su momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

§ 3.376. El relojero de Saint-Paul (Bertrand Tavernier, 1973)

  Debut cinematográfico de Tavernier, después de dos cosas en colaboración con varios directores. Novela de George Simenon. Intriga, remordi...