martes, 11 de octubre de 2016

LEVIN, Henry. La culpa de Janet Ames (1947)


Excelente drama psicológico, muy bien tratada, muy bien expuesta, con un tono magnífico, un guión espléndido y unas interpretaciones muy comedidas.
Me gustan este tipo de recovecos de la mente que sirven para justificar una novela, una película. Algo pasa en nuestro interior en algunas ocasiones y se desplaza hacia fuera. Somos capaces de esconder en nuestro interior muchas cosas, tapar nuestra culpa reorganizando nuestra mente, justificando actuaciones varias, enterrando el pasado, previendo el futuro.
Me hubiera encantado ser psiquiatra, ser capaz de inmiscuirme en la mente de otras personas, ayudarlas a superar acontecimientos del pasado, intelectualizar lo que está dentro del tiesto.
La película trata las cuestiones con profundidad, sin ligereza, con tono. No plantea una gran crisis de identidad o un profundo problema enterrado, un trauma tremendo, generalmente sanguíneo, que aconteció en el pasado. Es algo más sencillo: una mujer llora al marido muerto, a pesar de no quererle demasiado en el pasado. Eso le impide tener una vida normal, continuar con su caminar, sola en este caso.
Uno de los compañeros militares de su marido la ayuda a superar el trauma, y ella, a su vez, a superar el de él, que se siente culpable por haberle obligado a tirarse sobre una granada que había caído en su trinchera.
Me gusta mucho Melvyn Douglas. Es sereno, tranquilo, con una estética clásica, gran domino de las tablas, buen fondista.
La belleza de Rosalind Russell es todo un clásico, una angustiosa serenidad, un sentimiento contenido, retraído. Lo hace bien, muy bien, es capaz de imprimir una mirada melancólica muy interesante. Me parece que es una actriz muy decente, muy sobria.
Levin es un gran director. Sólo he visto tres películas suyas, pero las tres muy interesantes. Tengo otras dos suyas, una del oeste y otras dramática, y las veré en breve.

lunes, 10 de octubre de 2016

HUSTON, John. Éramos desconocidos (1949)


No sé. Si la firmase otro me gustaría menos. Quiero decir que, por ser de quien es, ya tienes formada una idea sobre ella y su trascendencia.
Es una trama interesante, desconocida para mi, la dictadura en Cuba en 1925 y su derrocamiento en 1933.
Huston es peculiar, tiene algo propio, no sé muy bien qué, pero es capaz de rodar de manera singular. Esta película es, prácticamente, una obra de teatro, dos escenarios, una calle, dos decorados, muy pocos personajes.
Me ha gustado mucho Pedro Armendariz. Me fijé en él de manera sistemática, y tiene toda la pinta de ser un gran actor. Imprime intensidad a su personaje, honestidad, lo hace muy creíble, y da miedo, mucho.
Garfield parece hecho para este personaje, la verdad es que parece hecho para cualquier personaje. Me parece un actor bajito, muy cortito de estatura, y a lo mejor eso lastró un poco su carrera, aunque protagonizó muchas películas, algunas muy buenas.
Jennifer Jones es la menos conocida para mi. La he visto en algunas películas, claro, pero no es una actriz que me llene, no le cojo el punto de su actuación. Es sobria, contenida, introspectiva, hacia dentro, poco efectista, llena de matices en su rostro.
El metrajes se suficiente, la música casi no tiene protagonismo, el guión bien hecho, y los secundarios estupendos, especialmente uno, el que tocaba la guitarra, creo que es Gilbert Rolland, actor que siempre le recordaremos en papeles de piratas.
En definitiva, una película decente, bien hecha, con cierto sentido y que se puede ver. No es, ni mucho menos, la mejor de Huston, un director, que, por otra parte, hacía cosas muy interesantes: Cayo Largo, El Halcón Maltés, El hombre que pudo reinar, La Jungla de Asfalto, Moby Dick, La noche de la iguana, Reflejos en un ojo dorado, Las raíces del cielo... con otras películas no tan buenas.

domingo, 9 de octubre de 2016

HUSTON, John. Moby Dick (1954)

Bueno. Es una maravilla, es una delicia, una obra de arte. Simplemente, una película magnífica, no es insuperable, porque hay otras coas, pero es excelente, absolutamente estupenda.

sábado, 8 de octubre de 2016

SHERMAN, George. El piel roja (1951)

Una del oeste clásica, tópica y de toda la vida. Vaquero (Van Heflin) que comprende a los indios, chica guapísima (Yvonne DeCarlo), guapísima de la muerte y la clásica tensión entre en bien y el mal.
Todo muy neutro, muy bien expuesto, pocos grises, nada de colores mezclados o bastardos, todo limpio.
A Rodrigo le ha gustado mucho, como era de esperar.

viernes, 7 de octubre de 2016

CURTIZ, Michael. El verdugo (1959)


Buena cinta, sobre un tema muy manido, pero muy bien hecha. Curtiz, el húngaro, sabe lo que hace. Gran director, de recursos clásicos, con un discurso muy suyo, propio... No es que sus películas sean identificables como suyas, algo que sólo consigues con los grandes grandísimos, pero sí puede decirse que es solvente. Muchas películas hizo en su vida, y con ese nivel medio alto que caracteriza a los directores grandes.

jueves, 6 de octubre de 2016

LEWIS, Joseph H. El demonio de la armas (1950)


Gran película. Muy bien hecha, bien narrada, con diálogos razonables, unos encuadres de cámara limpios, con actores capaces de llevar el peso de la película.
Película de culto probablemente.
El director me ha entrado poco a poco, y ya se ha hecho un hueco en la colección de películas. Ya he visto cuatro y la verdad tiene buen nivel, no es un pesado, antes al contrario, saca las películas con solvencia, con ritmo, con capacidad. Esta en concreto es una gran película.
El retrato sicológico que pretende desde el comienzo no le queda del todo bien. Es cierto que sólo lo enuncia, pero queda raro, o mejor dicho, no le queda bien hecho. En su discurso no se aprecia con claridad qué quiere decir, cuál es la influencia de su obsesión por las armas en su devenir como adulto.
Por otro lado la femme fatale que pretende el director tampoco es un gran retrato del género, aunque lo intenta.
Todo lo demás es propio de una película de culto. No es extraordinaria, pero es buena.

miércoles, 5 de octubre de 2016

THORPE, Jerry. Intriga en Venecia (1967)


Muy normalita. Guapa Elke Sommer, guapísima. Robert Vaughn en su línea entre tipo duro y playboy que se llevaba tanto en la época de los sesenta. 
La trama es demasiado simple, y quizá ahí radique la sencillez de esta cinta.
Director desconocido para mi, y muy frecuentado en la televisión, pero algo menos en la gran pantalla.
Control de la mente, estas por doquier, dobles juegos, mujeres que no son lo que parecen ser... retos del pasado, asuntos del futuro. Superespias que van sin guardaespaldas y no saben disparar.
Una más, en una línea muy trillada y frecuentada pero la verdad de poca calidad general.

§ 3.388. Fat city (John Huston, 1972)

  La vi hace años por primera vez. Obviamente he cambiado mi punto de vista sobre ella. Es una obra maestra. Le puse un 9, no tengo claro qu...