domingo, 28 de noviembre de 2021

§ 2.529. Rambo: Acorralado Parte II (George P. Cosmatos, 1985)

Tenía ganas de verla de nuevo. Hace no menos de 25 ó 30 años que la vi y quería recordarla. La primer parte siempre me ha parecido una película bastante decente, incluso buena por momentos. Esta la recordaba de otra manera y efectivamente así es. Es otra cosa. Mucho peor. Testiculina, salvajismo, apéndices testiculares y poco más...
Pero, ojo al dato: el guión es de Guión es de Sylvester Stallone, pero con James Cameron, la música es de Jerry Goldsmith, y la fotografía es de Jack Cardiff. Gente de primera fila, absolutamente magnífica. Cada uno por separado son grandes profesionales, estupendos técnicos, buenos directores. 
La película se ve perfectamente, en un color más que aceptable, con una restauración perfecta.
Queda en el recuerdo como una cinta más de un tipo de cine peculiar, muy de los ochenta, con un mensaje individualista, militarista, un poco infantil y ausente de todo de tipo de realidad. Lo que sucede en la película es, simplemente, un cuento.


miércoles, 24 de noviembre de 2021

§ 2.528. El bígamo (Ida Lupino, 1953)

Vaya año de Ida. Ésta y El autoestopista, dos películas excelentes. Un reparto muy equilibrado: Joan Fontaine, Ida Lupino, Edmund Gwenn, y el 'paratodo' Edmond O'Brien.
Una temática muy atrevida, especialmente para la época, dirigida por una mujer, lo cual parece una vuelta de tuerca.
La música es un poco intrusiva, a veces no deja de sonar cuando s está dialogando, lo que parece muy poco razonable. Lo mismo ocurre con alguna partitura de jazz que se escucha, no de fondo, sino como parte principal, interrumpiendo bastante el desarrollo.
El misterio, la trama, el objeto central de la película se revela pronto, prácticamente desde el principio. Rompe así con los cánones del propio cine. No parece que pueda despejarse al comienzo de qué va la cinta.
"Nuestro matrimonio se convirtió en una sociedad anónima". Es una frase que va más allá de una frase hecha, de un mero tópico. Es una realidad, a veces es la única realidad. A veces es el sustento del propio matrimonio. No sé qué hubiera hecho Bergman con ella y con sus problemas de pareja, tan recurrentes en su cine.
Contada en un flashback presenta el problema como una realidad a la que no se pudo sustraer el protagonista. Una salida inevitable a la sensación de soledad en la que vive la relación que mantiene con su mujer. 
A veces hay que hacer lo que hay que hacer, en el momento en que lo hay que hacer. Él parece querer salvar su matrimonio, sin embargo su mujer no se toma muy en serio el matrimonio, prefiriendo los negocios, la empresa, el vértigo del progreso profesional.
Las reflexiones sobre la relación adúltera, y sobre la soledad que realiza son interesantes. Sencillas, pero con mucho sentido.
Es una buena película, que dura lo justo para contar la historia que quiere contar. No sobra metraje, se ve bien, tiene contenido dramático pero no desde lo extraordinario, sino desde la naturalidad de las cosas, desde la normalidad.

martes, 23 de noviembre de 2021

§ 2.527. Murder is my beat (Edgar G. Ulmer, 1955)

Excelente película de cine negro, de un grande del cine que no tuvo excesiva suerte en el gran mundo del espectáculo. Quizá le faltó un éxito comercial incontestable, quizá la revisión de su cine ahora encuentra caminos más fáciles de apreciar que en aquel momento en el que él rodaba. No sé. Le tengo por un maldito del cine, a lo mejor estoy equivocado.
Protagonizada por un soso pero eficaz Paul Langton y por Barbara Payton, una actriz maldita, alcohólica y drogadicta de muy mala fama y peor carácter.
Un guión muy de la época, rodado en perspectiva retrospectiva, de la realidad hacia atrás, con recuerdos de cómo sucedieron las cosas. Bien valorada aunque duramente criticada por las pocas críticas que han redactado los aficionados.
Mantiene el interés, tiene algo de tensión sexual no resuelta y el climax de la historia se va escenificando poco a poco hasta llegar al punto culminante.
Me ha gustado mucho. Un blanco y negro precioso y una música suave que acompaña en los momentos en que no hay diálogo completan una gran cinta.

lunes, 22 de noviembre de 2021

§ 2.526. Me hicieron un fugitivo (Alberto Cavalcanti, 1947)

Cine negro de calidad de un director para mi desconocido. Brasileño radicado en Inglaterra y de carrera medianamente prolífica.
Interesante propuesta que gira alrededor de una venganza. Robos, cárcel, huída, asesinatos...
Muy interesante es el papel de la chica, fuera del rol tradicional de acompañante del jefe de turno. Aquí se dedica a pensar, organizar las cosas, estudiar las posibilidades, actuar...
El protagonista es Trevor Howard, que está magnífico, y ella es Sally Gray, buena actriz que estaba apurando sus últimas películas.
Blanco y negro muy logrado, un metraje contenido y una música muy poco intrusiva completan las características de la cinta. Quizá no sea recordada -hay muchas muy parecidas- pero se deja ver, entretiene y hace que pases el rato. Una más, de entre tantas. No destaca especialmente, pero no desentona. 

domingo, 21 de noviembre de 2021

§ 2.525. La Ley (Jules Dassin, 1959)

Peculiar cinta, llena de oscuridad que va revelando poco a poco las pasiones más intrincadas de las personas. Un pueblo cerrado, de interior, con calor, con pasiones privadas y públicas que muestran sin recato alguno, más por costumbre que por convencimiento. También se muestra el sur de Italia, con sus mujeres curvilíneas y algo pícaras, con esa mirada absolutamente felina hambrientas de sexo, pasión arrobada, control sobre los hombres bajo la apariencia de sumisión.

Los hombre, profundamente machistas, dominantes de su casa y entregados a pasiones fuera de ella. 

El choque cultural, social, económico e incluso ideológico que experimenta un joven ingeniero agrónomo destinado a un pueblo del sur para realizar determinados trabajos de desecación de pantanos es brutal. Los terratenientes dominan la sociedad, reparten el trabajo, caciquean toda la vida del pueblo, hacen favores, entregan divisas, dinero...

Un reparto muy interesante: Gina Lollobrigida en uno de sus clásicos papeles, el todoterreno Marcello Mastroianni, Melina Mercouri, y el varonil y gran actor Yves Montand completan esta producción muy 'italiana'.

El planteamiento realista de que el juego de la vida se basa en que el jefe impone las reglas de juego no está muy alejado de lo que realmente ocurre. Las situaciones de superioridad -moral, jurídica, económica, etc.- se basan en que el que verdaderamente manda impone las leyes que rigen el desarrollo del asunto, que es capaz de decidir cómo funcionan las normas que gobiernan y disciplinan todo el asunto.

Y de eso trata la película, exponiendo las relaciones humanas y sus pasiones con una crudeza y un bestialismo tan desusado que hasta duele. Las humillaciones de palabra y obra que se infieren unos a otros son descarnadas. ¿Cómo se comporta realmente el ser humano, cuando se contiene y cumple los estándares sociales de contención y sosiego, o cuando se muestra sin freno y sin límite dando rienda suelta a sus pasiones más inextricabelmente unidas a su ser?

Interesante propuesta, que supongo gran fracaso de público, no sé de crítica, por las dificultades de entender de qué trata realmente la cinta.

§ 2.524. Prisionero del mar (Gillo Pontecorvo, 1957)

Primer largometraje de un director muy especial, que, con sólo cinco películas ocupó un lugar muy destacado en la historia del cine italiano y que para nosotros será siempre el director que escenificó el asesinato por la banda criminal ETA del por entonces Presidente del Gobierno español Luis Carrero Blanco a escasos trescientos metros de la sede de la embajada de EE.UU. en pleno centro de Madrid en 1973.
Las otras cuatro son: Kapò (1960); La batalla de Argel (1966); Queimada (1969) y  Operación Ogro (1979).
Drama alrededor de la tensión que se respira entre pescadores con red y pescadores con bombas en una pueblo cerrado de Italia.
Para mi es su peor película. Pretende recordar a Stromboli, pero es mucho peor película, naturalmente. El ambiente no es tan opresivo y, además, el papel de la mujer es meramente testimonial, y no protagonista como en la obra maestra de Rosselini.
Una situación laboral conflictiva en un pueblo de pescadores italiano por el cierre de una cantera favorece que algunos trabajadores se ocupen de realizar la pesca con explosivos. Un pescador lo hace habitualmente (Yves Montand). Un brigada de ese mismo pueblo le persigue habitualmente. En una de esas persecuciones un chico que le ayudaba a transportar los explosivos se cae al suelo y fallece. Era el novio de su hija mayor.
Es además un cierto lider entre los pescadores, escapa de la persecución de los brigadas y todavía no ha sido apresado por su prácticas ilegales. Entre sus compañeros no está bien visto, y algunos de ellos le tienen verdadera inquina, particularmente dos, nuestro  Francisco Rabal, y Terence Hill (padre e hijo). El chico está enamorado de la hija del pescador, pero ella sigue enamorada de su novio fallecido.
El problema que muestra es que se gana mucho más dinero con explosivos que pescando con red. La tensión emocional está bien conseguida, pero no penetra en la problemática laboral ni emocional con fuerza y vigor. Parece el contesto y no la trama.
Se ha comprado un motor nuevo para la barca con el que poder salir más lejos y escapar de la policía en caso de persecuciones.
Se encuentra enredado en su propia dinámica. Si vuelve a pescar con red no ganará tanto dinero como antes, pero vivirá más tranquilo, si continua con la práctica ilegal continuará siendo perseguido por el nuevo brigadier, que se ha propuesto cazarle con las manos en la masa y encarcelarle.
Todo parece cambiar con el accidente que sufre el padre pescando con bombas. Tiene una relación peculiar entre su padre y él.
La llegada de una nueva cámara frigorífica gestionada por una incipiente cooperativa puede ser la solución para que las artes tradicionales de pesca remuneren la actividad de una forma satisfactoria.
Él, sin embargo, viéndose perseguido y cazado  por la policía decide hundir su propio barco, con el motor nuevo que acaba de comprar y que todavía no ha pagado. Tiene que recuperarla, pero está a treinta metros de profundidad y nadie puede ayudarle porque no quieren bajar sin escafandra. Las letras del motor han sido protestadas, y el drama que se avecina se desencadena irremisiblemente.
El personaje está marcado en el pueblo. Sus hijos se pegan con otros niños por culpa del padre.  El amor de la hija con el hijo del enemigo parece que va a ser la salvación de la familia.

§ 2.523. Encubridora (Fritz Lang, 1952)

Un Western diferente, distinto, incluso feminista. De gran influencia posterior, no tanto en los Western crepusculares, sino en el propio cine. Quizá Johnny Guitar (Nicholas Ray, 1954) no se entiende sin esta cinta, por ejemplo.
Me ha gustado mucho Arthur Kennedy, que está soberbio. Nunca me había gustado tanto. Sereno, con carácter, firme. Un gran papel. A Marlene Dietrich, y a Mel Ferrer ya les he visto en varias películas, naturalmente, y siempre me han gustado, pero en este visionado he redescubierto a Kennedy.
La copia que he visto (en Trece TV, en el programa de J. L. Garci) no es muy diferente a la que yo tengo. Ambas merecerían una restauración en toda regla. Se ve bien, pero no de forma nítida, sino con granulado, y a veces ligeramente borrosa. Supongo que habrá mejores copias, pero ésta no es del todo buena. Llama la atención que no se haya abordado la restauración de esta película, siendo su director una auténtica celebridad del cine.
El guión es una maravilla, una especie de retrospectiva sobre Altar Keane en el primer tercio, para abordar la venganza en la segunda parte. Está desarrollado por Daniel Taradash, que luego dirigió una película con mucho recorrido "En el ojo del huracán".


§ 3.916. Beltenebros (Pilar Miró, 1991)

La vi hace muchísimos años, en Cabueñes, en Asturias, en un campamento juvenil que organizaba el Injuve (el Instituto Nacional de la Juventu...