sábado, 9 de octubre de 2021

§ 2.484. El príncipe de la ciudad (Sidney Lumet, 1981)

 

Un director especialista en películas 'duras' de policía. El ambiente más sórdido, más delincuencial dentro de la propia policía, más negro. Un retrato durísimo sobre un policía completamente deshumanizado, aberrante, salvaje. Muy bien narrada, con un guión muy trabajado, con multitud de personajes, aunque el actor que encarna al protagonista no es quizá la mejor opción. Treat Williams no da el papel de duro, de hombre de la calle. El pretendido drama moral que sufre no consigue dramatizarlo creíblemente. Le falta empaque, entidad. Tiene carga actoral, desde luego, pero me parece que le queda grande el papel. A medida que va pasando la cinta se va viendo más cómodo, mejor, más en el papel.
Es ambiguo, funciona con dos caras. Realmente no sabe lo que hace, le gusta el peligro y disfruta con ello. Si fuese cazado no le importaría, sabe que pude pasar y no le importa.
Veo a Al Pacino en ese papel. Es Serpico, unos años después pero Serpico. Allí era honrado, aquí es todo lo contrario. Ambas caras de una misma moneda.
Sin embargo la mujer, interpretada por Lindsay Crouse, aunque no interviene mucho juega un papel de contrapunto más que interesante. Es su conciencia, quien le dice que no va a salir bien lo que pretende.
Me ha gustado, es un poco larga, pero el retrato de una época es estremecedor. Las cosas pasaban así. No es un documental, ni lo pretende, pero tiene algo de verosímil. Las cosas fueron así.
No ha envejecido mal. Se puede ver perfectamente, es un buen thriller policial. Además la copia se ve perfectamente, con un color muy decente y un sonido diáfano.
Lumet tiene muy buenas cosas, es un gran director, con obras maestras indudables, incuestionables.

§ 2.483. Deprisa, deprisa (Carlos Saura, 1981)

 

Aunque pueda parecer lo contrario, la película no ha envejecido mal. Ni mucho menos. Las mismas inquietudes, los mismo problemas, las mismas esperanzas tenían los chicos de 1981 que ahora.  Lo que cambia es la salida 'natural' hacia la delincuencia que tenían los de aquella época y momento.
Quizá una de las mejores del cine "quinqui", género muy singular típico español. Quizá en otros países tenga uno tan singular, lo desconozco. No es que me guste especialmente, pero me recuerda a mi infancia. Las zapatillas Yumas, los vaqueros estrechos, las drogas al alcance de la mano, esa música entre flamenco y rock tan peculiar, esa sensación de calle y de libertad individual, etc. 
Es una cinta seria, aunque con actores no profesionales, algo que han hecho algunos directores de los más grandes, con pretensiones,  sin demagogia, sin fondo moralizante, no pretende enseñarnos lo "malo" que es tan o cual comportamiento, tal o cual salida, este o aquel modo de comportarse. Muestra lo que hay, lo que es, algo común en un momento concreto. Chicos muy mal encauzados, dispuestos a todo -en eso son como los de ahora, como los de siempre-, incapaces de ver una salida distinta en la vida de la que toman.

jueves, 7 de octubre de 2021

§ 2.482. Fracción de segundo (Dick Powell, 1953)

 

Entretenida película, a mitad de camino entre el cine negro y la intriga amorosa, con un ambiente militar al comienzo que dota a la película de un ambiente singular. Bien construida, con un guión más que interesante. Con una música muy intrusiva, eso sí, como casi siempre en el cine de Serie B, que acompaña toda la cinta, casi como un personaje más.
Me ha gustado mucho. Me parece que está muy bien hecha, con ritmo y con profundidad. La huida, los celos y el adulterio por un lado, y el amor y el periodismo por otro. Me ha parecido una muy buena exposición narrativa.

miércoles, 6 de octubre de 2021

§ 2.481. Bloqueo (William Dieterle, 1938)

Siempre espero mucho de Dieterle. Me parece un director estupendo. Madeleine Carroll en plan estelar, y Henry Fonda en sus inicios en el cine (aunque ya había hecho cosas muy importantes).
Un blanco y negro que se ve estupendamente, y un sonido perfecto, acompasado con las imágenes y muy bien vocalizado. La película es de 1938, pero la copia del DVD se ve perfecta. 
Un metraje perfecto, 85 minutos, el ideal para contar una historia como esta. Un guión sencillo pero eficaz, una obra delicada y sentida. No se muy bien qué le movía al Director a implicarse en una historia tan comprometida. A veces parece una cinta de propaganda. No en vano a su director y al guionista le trajo problemas con el Comité de Actividades Antiamericanas.
Un resultado más interesante que bello, más instructivo que ornamental. Seguro que es una joya olvidada para los cinéfilos de la Guerra Civil  Española.
Verano de 1946 en España. Chica dedicada al comercio de obras de arte con un padre no muy legal que se dedica a algún tipo de estafa en ese mundo se enamora de un campesino idealista y buena persona que, naturalmente, se pone del lado de los buenos en la lucha entre hermanos, del lado de la república. Un relato verídico en los sustancial, especialmente cuando narra la huida de compatriotas del frente y el sufrimiento de la población civil. El idealismo de los civil frente al tecnicismo de la guerra, el "no pasarán" como grito de guerra y de estímulo vital.
Chica espía fascista que se enamora de un joven idealista que lucha por la república. Una combinación que siempre sale bien. El cuadro que queda es una cinta abiertamente antifascista, muy comprometida con una visión de la guerra.

martes, 5 de octubre de 2021

§ 2.480. Arcadia (Constantin Costa-Gavras, 2005)

Entre la comedia negra y la crítica social desliza el director una crítica brutal al capitalismo de empresa.
Director muy comprometido con las ideas de la izquierda, ha llevado a su cine varios problemas típicos de la política socialdemócrata. Algo irregular. Excelente en  Z. (1969) y  Missing (1982). Algo menos en La caja de música (1989) y en Amen (2002), y ya sin tanto brío en El Capital (2012).
Esta cinta tiene ese tono desencantado que la burguesía suele tener consigo misma en determinados momentos históricos, curiosamente coincidiendo con períodos de bonanza económica. Las crisis acentúan en ingenio y el capitalismo sobrevive. La bonanza económica en vez de estimular la calma y el reparto pretenden agigantar el beneficio exprimiendo las posibilidades que concede el propio sistema. Los resultados son los imaginables: el fracaso del sistema, que sobrevive mejor en períodos de crisis.

El relato es hasta cierto punto creíble, el guión es muy bueno, la película, a pesar de durar dos horas, no se hace pesada, ni mucho menos.
El retrato de protagonista y su deriva homicida tiene que leerse como una evolución del propio sistema capitalista. Aunque no lo reconoce y crítica mucho el propio sistema emplea un sistema de selección natural propia del capitalismo: la eliminación de los competidores para poder brillar individualmente. Lo que podríamos denominar algo así como capitalismo biológico.

lunes, 4 de octubre de 2021

§ 2.479. ¿Quién mató a tía Roo? (Curtis Harrington, 1972)

 

Otra de Harrington, esta menos atractiva que "¿Qué le pasa a Helen?" (1971). Y otra vez con Shelley Winters, que no da con la tecla dramática en ningún momento. No es que le quede grande, es que no es su papel. En otra películas suya, más melodramáticas que drama puro, hace papeles más compactos, más enteros, más redondos. Parece sobrepasada por el papel. Además está muy sola, pues no hay otra figura protagonista que la ayude a llevar a buen puerto la película, que, en lineas generales es menos atractiva que la otra de él que menciono más arriba.
Un ambiente entre victoriano y decadente, una mezcla de Charles Dickens y la sociedad industrial desencantada de sus propios éxitos y deseosa de que las profecías sobre el confort del futuro se consoliden. La filantropía mal entendida suele esconder algo turbio y oscuro, como es el caso. 
El relato fílmico pretende tener algo de Edgard Allan Poe, algo de Lovecraft, de Henry James, incluso de Guy de Maupassant. Quiere llevarnos a un espacio mental autodestructivo provocado por el sentimiento de culpa. No tiene la potencia de otro tipo de películas similares: "Niebla en el alma" (Roy Ward Baker, 1952), o "El rapto de Bunny Lake" (Otto Preminger, 1965), ni la fuerza dramática de una obra de terror. Es un camino intermedio que no ha quedado del todo logrado.
Además las películas con niños me son especialmente difíciles de digerir. No me gustan, especialmente las de  terror o misterio.

domingo, 3 de octubre de 2021

§ 2.478. Bienvenido, Mr. Chance (Hal Ashby, 1979)

   Entre sátira y comedia negra, crítica ácida y panfleto expresionista de una sociedad en descomposición. Fresco del camino hacia donde se dirige la televisión y la sociedad consumista que se desvive ante ella, literalmente.
     No se sabe si el jardinero es un auténtico gurú o un farsante. Es capaz de visionar las imágenes que pasan por televisión y las asume como propias, hablando muy poco y con modales pausados. Una simpleza en las formas que, mal entendida, puede considerase una prueba de inteligencia suprema. La perspicacia que parece tener en algunas apreciaciones no es más que producto de dos circunstancias. La suerte o la fortuna que parece que le acompañan como buena persona que es, y el crédito que le conceden las personas que están a su alrededor.
El preciosismo que acompaña a su indumentaria -ropa, paragüas, maleta de piel de cocodrilo (preciosa de verdad), bombín, etc.- revela que es un hombre cultivado, y, hasta cierto punto, con poderío económico. Aunque cuando sale a la calle por primera vez, acompañado de una versión eléctrica bastante libre de la apertura de 2001 Odisea en el Espacio, su cara es todo un poema. Realmente es así.
         La película es una genialidad. Parece que no va a aguantar dos horas pero no es un metraje desproporcionado para lo que tiene que contar el director.
    Los actores son Peter Sellers, papel hecho a su imagen y semejanza, no es difícil imaginarle en él y, por el contrario, es difícil imaginar a otro actor en este papel. Shirley MacLaine,  y Melvyn Douglas (que consiguió el Oscar al mejor actor secundario), acompañan a Jack Warden. Pocos actores, una obra casi teatral que traslada la novela de Jerzy Kosinski, que también redacta el guión.
El director para mi es auténticamente desconocido. Ni he visto ninguna película suya ni tenía conocimiento de su existencia. Pocas películas, 14 señala Fillaffinity, pocas en relación a unas carreras más ortodoxas.
   Hace años leí un relato -creo recordar que de Friedrich Dürrenmatt, aunque no estoy del todo seguro, y no recuerdo su título- con una temática muy similar. Me gustó muchísimo, pero lo leí en una época de mucho trabajo y no recuerdo ni dónde la puse ni qué formato tenía el libro. Sé que era breve y en monólogos, una especie de teatro hablado sin escenografía.

$ 3.936. El topo (Tomas Alfredson, 2011)