domingo, 13 de marzo de 2016

GIBSON, Mel. Braveheart (1995)

La había visto ya, incluso un par de veces completa. No es mala. No es que sea una maravilla, pero no es mala. Está bien, se deja ver, es una historia apasionante, real y muy emotiva. Tiene momentos muy intensos, de gran cine, la batalla con los caballos, por ejemplo, pero en otros la verdad es que se pierde uno. Le sobra metraje, a mi juicio, aunque este es un criterio que suelo emplear con demasiada frecuencia, casi para cualquier película. El otro día vi Perdición y la verdad, si hubiera durado en vez de 107 minutos, 214, me hubiera parecido corta...
Gibson es un proscrito de la industria, un macarra, un tío fuera de todo, pero tiene un de cintas buenas. Al meno esta y Apocalypto, que la verdad me pareció mejor que esta.

sábado, 12 de marzo de 2016

WILDER, Billy. Perdición (1944)

Magnífica, absolutamente maravillosa.Todo un canon en cine, la película que marca un estilo, una época, un modo de hacer cine, una temática, una estética, unos diálogos, un peculiar modo de vivir...
Lo tiene todo, incluido el horroroso flequillo de Barbara Stanwyck!!!
Una de mis películas favoritas.

viernes, 11 de marzo de 2016

Mc TEIGUE, James. V de Vendetta (2006)

Pues me ha gustado mucho. No es el tipo de cinta que me agrede, pero he de reconocer que no sólo está muy bien rodada, con unos decorados muy atractivos y unos personajes muy interesantes, sino que la temática planteada es muy atractiva. El mundo del poder autoritario es capaz de idear mecanismo represivos como los que muestran en la película... No me cabe la menor duda. Tampoco de cómo funcionan las fuerzas de seguridad en países totalitarios.
El poder de la televisión, la manipulación de la información a favor del poderoso, y la tendencia del poder a acumular cada vez más capacidades es una realidad empíricamente demostrable. Que los ciudadanos viran en sus preferencias políticas hacia los extremos más alejados de la moderación cuando se producen turbulencias en la comodidad de su vida regida por confort que patrocina el liberalismo social en el que vivimos, también...
Que la ciudadanía convertida en una sólo arma de confrontación política es imparable, bien lo saben en Podemos, por ejemplo, que ha sabido canalizar el malestar de la "gente".
Me gustas estos hermanos Wachowski, son tremendamente creativo, con una tremenda imaginación...

jueves, 10 de marzo de 2016

FRIEDKIN, William. Hunted (2003)


Previsible. Tópica, y no especialmente buena. El tema del ex-militar de élite al que se le va la cabeza y mata a todo quisqui, pues está muy visto. Entonces, o me lo cuentas de otra manera, de otra forma, o bien es una estética muy rompedora. Nada de eso hace. Está bien rodada, se ve muy bien, e incluso hay algunas escenas en la ciudad, trasunto de una selva invernal, interesantes, cuando se suben a un puente y demás. Fuera de eso es muy poca cosa. Lo bueno es que tiene un metraje muy razonable

miércoles, 9 de marzo de 2016

JORDAN, Gregor. Amenazados (2010)


El gore salvaje, ahora un poco intelectualizado. La pregunta es clara: ¿se puede torturar a los hijos menores de un terrorista para que diga dónde se encuentran tres bombas nucleares que ha situado en tres ciudades estadounidenses?
Cada uno tiene su respuesta. El resto es una película que aporta poco, no bien rodada y con una trama, la verdad, poco interesante.

martes, 8 de marzo de 2016

ALLEN, Woody. Acordes y desacuerdos (1999)


Generalmente no me gustan las películas de Allen, no las entiendo, esa pretenciosidad, esa sensación de que estamos viendo algo culto, trascendente, siempre chispeante, siempre cool, siempre inteligente... me agota. Pocas películas suyas las consideraría yo entre las mejores 250 de todos los tiempos. Annie Hall, o Misterioso Asesinato en Manhattan si acaso, pero poco más. Las demás pues ni bien, ni mal, con algunas realmente muy malas, muy deficiente, menos creativas de lo que él cree y sin duda ninguna sin tanta chispa intelectual como pretende.
Esta se encuentra a medio camino entre un grupo y otro. Se deja ver, entre otras cosas porque hace mucho tiempo que no veo una suya. También porque la temática me es agradable, un genio de la guitarra que triunfa en el Jazz y que adora a Django Reinhardt, escucha sus discos y llora con ellos. 
Penn intenta hacer un papel de esos que te llevan al Oscar, pero no lo consigue. No lo hace mal, y seguramente esté incluso muy bien caracterizado, pero no se aprecia una ruptura emocional entre su ego como artista y su vida ordinaria. La pretensión del director es mostrar esas contradicciones, y el actor no es capaz de mostrarla. Una cinta parecida, en la que sin embargo sí se aprecia esa contradicción es la del cantante Country interpretado por Jeff Bridges, que me gustó mucho más.
En general Allen está muy elevado a los altares de la cinematografía por quienes no ven mucho cine. Aquellos que tengan un gran recorrido en la visualización, algo de aprendizaje técnico y demás, seguro que simplemente le consideran un buen director, sin más. Al menos yo lo veo así.

domingo, 6 de marzo de 2016

HAWKS, Howard. Río Rojo (1948)


Maravillosa. Hoy he leído que ha muerto Gaspar Rosety. Excelente persona, magnífico periodista. Qué pena. Tanta melancolía y épica de la cinta tenía que terminar así, no del todo bien.

§ 3.916. Beltenebros (Pilar Miró, 1991)

La vi hace muchísimos años, en Cabueñes, en Asturias, en un campamento juvenil que organizaba el Injuve (el Instituto Nacional de la Juventu...