martes, 5 de diciembre de 2017

YATES, Peter. El confidente (1973)


No me ha gustado. No entiende qué me quiere decir el director. Mitchum trabaja muy bien, pero en este cinta realmente no sé qué realismo pretende darle que nada me dice.
Es una película muy de los años setenta, con una estética marcada por "La conversación" esa película de Coppola de 1971 ó 1072, que se encuentra descatalogada, por cierto, y además desde hace muchos años.
Yates le tengo por un director de películas entretenidas, no especialmente brillante, pero sí efectivo. Dos horas de entretenimiento y poco más. Pero en esta ni siquiera. Me ha decepcionado. Además de la tristeza que inspira el personaje principal, la trama es tan conocida que su realismo pretendido se diluye en la de veces que hemos visto igual trama o muy parecida.
Si está bien conseguida la estética de la sordidez del hampa, el papel de los que en ese mundo se mueven y todo lo que ello conlleva.
Me llama la atención la altísima nota que se le pone a la cinta en Filmaffinity, y los comentarios en la carátula de la cinta. No creo realmente que tenga tanto valor para la historia del cine como dicen ambas que tiene. Pensar, como se dice, que es la mejor interpretación de Mitchum es, simplemente, absurdo. Es uno de los mejores actores de todos los tiempos, y no es su mejor película, ni muchísimo menos.
Los demás actores van por su senda. El muy característico Peter Boyle, aquí como soplón de la policía, soplón de verdad, y algunos más típicos de aquellos años.

domingo, 3 de diciembre de 2017

MONTGOMERY, Robert. Los tigres del mar (1960)


Me ha parecido una película estupenda. Todas las de Montgomery, que no son muchas, cinco dice Filmaffinity, de las que he visto tres: La dama del lago (1947), Persecución en la noche (1947) y esta.
Todas me han parecido magnífica. Esta en particular me ha encantado. Narra en clave semidocumental un piopic de un Almirante en la Segunda Guerra Mundial, en la batalla de Guadalcanal. Un héroe. El tono épico de la película la hace especial. Es un poco Ford, que sin duda la hubiera firmado sin problemas.
Te tiene que gustar el género y, sobre todo, ese tipo de película. Es de guerra pero no se olla ni un solo disparo, no hay ninguna escena de guerra, de batallas. Se plantea la guerra como un reto intelectual, como una batalla de ideas entre personas inteligentes, que es lo que es.
Es el Almirante que vence a Llakamoto, el Almirante de la Real Fuerza Nipona que atacó Perl Habour, en diciembre de 1942. Pero no se trata de una venganza, sino de llevar a buen puerto un proyecto, cada uno el suyo. Él el nuestro, de libertad y prosperidad. Es difícil apreciar qué hubiera sido nuestro mundo si la liberación que supuso ganar la guerra no se hubiera consolidado.
Me ha gustado mucho. Mucho más de lo que dicen las notas en Filmaffinity, que en este caso me han parecido muy cicateras. Al visitante de esa página no le gusta, en general, las películas de guerra.

sábado, 2 de diciembre de 2017

ASQUITH, Anthony. Al final de la noche (1962)


   La madurez vital tiene extrañas repercusiones en el comportamiento. En algunos seres humanos consigue lo mejor, en otros los proyecta hacia senderos no transitados antes, en otros, en fin, los duerme en la medianía de la vida rutinaria, familiar y sencilla.
    En este caso hace de un hombre aburrido de sí mismo, petulante con una evidente tendencia al alcoholismo, no especialmente satisfecho de la vida a posicionarse en la ayuda a un hombre perseguido por la policía de un país sudamericano ficticio tras un golpe de estado.
     El guión es interesante, la temática también, los actores están razonablemente bien, pero el resultado final no es tan prometedor como parecía. Es un poco larga, 100 minutos, quizá le sobren veinte, y eso se nota en algunas escenas, artificialmente largas. El comienzo es magnífico, la presentación de los personales atrayente, pero no sé qué ocurre que a medida que va caminando la trama la perspectiva comentada se diluye. Al final la película cambia, ya no se trata de analizar cómo se comporta un hombre, o incluso un matrimonio, ante situaciones singulares, que les sitúan en la necesidad de mostrar aspectos de su personalidad no conocidos por ellos mismos hasta entonces, sino de comprobar si, al final, el Presidente del país es capaz de escapar de los nuevos mandamases o no.
     Y, obviamente, no se trataba de eso. Director desconocido para mi, con un David Niven... como siempre, mejor presencia que actuación, y con una Leslie Caron muy interesante.

viernes, 1 de diciembre de 2017

KARLSON, Phil. Trágica información (1952)


Me ha gustado mucho. Cruda, directa, rápida, sin ornamentos, nada floral, todo trama. Ni sobre ni falta nada. Todo lo filmado tiene sentido, y no se necesita más que lo filmado.
El guión es de Samuel Fuller, lo que es ya mucho decir, sobre una novela suya. El actor principal, Broderick Crawford lo borda. Es un actor clásico de cine negro, aunque nunca tuvo papeles centrales, principales, siempre de acompañante. Pero en este película se le recordará como un gran actor. Los demás ni fu, ni fa... Bien, sin estridencias.
No entiende por que Karlson no está más reivindicado en la historia del cine. Me pasa un poco como con Siodmak, que tampoco tiene mucho predicamento. Pero mientras que lo de Siodmak es abiertamente escandaloso, por la gran carrera que tuvo, con muchísimas películas, Karlson sin tener pocas, cuarenta y cuatro, que ya son... no tuvo tanta publicidad, tanta importancia. No venía del expresionismo alemán, no tenía la pátina de culturalidad de originalidad, de avant-garde que sí tenía Siodmak. Probablemente no era tan innovador en lo que a la técnica de filmación se refiere y su estética no está tan determinada por un planteamiento integral. Desde este punto de vista es cierto que Karlson no es un innovador, repite caminos trillados por otros, reproduce estilos, no tiene uno propio. Pero es eficaz, sólido. No es brillante, pero sí sereno. Ver una película suya es garantía de entretenimiento, de trama, de desarrollo. No busques en ellas nada más. No busques trascendentalidad. No la tiene. Pero es lo que es, y lo hace muy bien.

jueves, 30 de noviembre de 2017

LERNER, Irving. Asesinado por contrato (1958)


     Auténtica peluca de Serie B, de culto... de Cine Negro. De director desconocido para mi, Irving Lerner, que, al parecer, tiene unas cuantas películas. Esta es su primer cinta. Un relato crudo, director, seco, sin concesiones a la sentimentalidad sobre un asesino y cómo plantea sus acciones desde la razón, desde el planteamiento, no dese la emocionalidad, desde la pulsión vital.
    Ese planteamiento supone, básicamente, que se prescinde de cualquier elemento ornamental en el discurso cinematográfico, potenciando el guión como elemento sustancial y los diálogos, que son verdaderos elementos de la cinta. En este caso, sobre todo, cuando explica por qué mata, para qué y el planteamiento que tiene de ello como si fuera un negocio, desapegado de cualquier sentimiento moral, ético, personal o incluso estético.
     Pero al final, cuando tiene que matar a una mujer en vez de a un hombre como ha hecho tantas veces, duda y esa duda para él significa el fallo que determina su fin. Al comienzo de la cinta, en su primer contrato, el cliente le comenta que es un oficio en el que el primer fallo determina el final de la carrera. Sin decirlo expresamente quiere decir que si se falla en su cometido se muera o se ingresa en prisión.
     Lo que no queda claro son las razones por las que no mata a la mujer. Antes de ello, cuando descubre que es una mujer el objetivo, pide más dinero por el encargo, porque entiende que es un objetivo más difícil, pues son más inestables, impredecibles...
     No se aprecia antes ningún tipo de trauma infantil, ni con madre, ni novia, ni mujer alguna. Más allá de un escarcho con una prostituta que contrata y despide cuando ella le comenta que sabe que el objetivo no ha muerto, que la policía ha hecho pasar la muerte de una mujer policía por la del objetivo, precisamente para aplacar al asesino, que se quede tranquilo...
     Lo cierto es que en último momento, cuando debe ahogarla con su corbata duda y abandona el lugar... su persecución termina con su muerte.


martes, 28 de noviembre de 2017

KARLSON, Phil. El imperio del terror (1955)


Gran película de cine negro, de un gran director.
Me hace un poco de gracia que Karlson sea llamado el rey de la serie B. ¿Qué es eso de la Serie B?, ¿Realmente sus películas pueden considerarse de segunda?, ¿se puede seguir manteniendo ese criterio, esa apreciación, pasados cincuenta años de sus películas?.
No. Punto. Es un gran director, de temática negra, lo que ocurre es que es crudo, fuerte, director, sin concesiones, rodando a calzón quitado, a veces como un documental, exponiendo las miserias de una sociedad que no quería ver algunas cosas después de la conflagración bélica, su victoria y la llegada de la sociedad del confort.
Además tiene muchas cintas, 44 dice filmaffinity, y ese número ya de por sí es enorme. Todo lo que sea más de treinta cintas es una carrera muy prolífica. Dios Wylder rodó 22, por ejemplo. Sí es cierto que Ford, Hawks, Willer, Wise, Mann, Fleischer, Tournier, etc, rodaron más cintas... Pero esta es una cantidad enorme.

lunes, 27 de noviembre de 2017

HASKIN, Byron. Demasiado tarde para las lágrimas (1949)


Magnífica. Estupenda película de cine negro, y de serie B, las dos cosas. Lo tiene todo, empezando por el metraje, contenido. El guión es bueno, los diálogos también, las interpretaciones muy propias y la dirección estupenda
Haskin es buen director, no tiene la fama de otros, ni mucho menos, pero es un muy buen director, solvente, certero, emocional...
Además cuenta con el mito de este tipo de películas, Dan Duryea, que es un actor que jamás ha hecho de bueno... en todas las películas que le he visto, y ya han sido muchas, siempre hace de malo, siempre. Ya sea en el oeste, ya sea en cine negro... No le recuero ahora en alguna de guerra, que seguro que tiene, pero no será de personaje bondadoso, tranquila, bueno, sincero, será taimado, duro, berroqueño, rocoso...
Las dos actrices se llaman, respectivamente: Lizabeth Scott, y Kristine Miller. No hicieron muchas películas, 22 y 17 respectivamente, no parece que tuvieron una carrera muy sólida... Tienen ese punto de mujer clásica, muy rubia tan de moda en aquella época.

§ 3.367. La máscara de la muerte roja (Roger Corman, 1964)

  Ocho películas de Corman se rodaron sobre relatos de Poe. Ésta película es la penúltima.  Sus protagonistas son: Vincent Price, Hazel Cour...