STURGES, John. Estación polar cebra (1968)

Bueno, pues una película de aventuras, sin más. Bonita, entretenida, peculiar en sí misma, con alguna que otra pretensión que ahora queda un poco raro, como eso de que haya "intermedio" no siendo de un metraje exagerado.
Curiosa la música de Legrand, y unas interpretaciones que pudieran ser memorables. El gancho de Rod Hudson es interesante aunque como actor poco vale, quizá un George C. Scott, por ejemplo, hubieran dado mucho mayor juego al personaje. Borgnine en su línea, y los demás sin demasiadas complicaciones.
Normal película, que siendo el director quien es me ha decepcionado un poco. Quizá en esta época ya pasó su mejor época narrativa y creativa.

007. Quantum of Solace (Marc Forster, 2008)

Con tanta testosterona me suele doler el estómago.

FLEISCHER, Richard. Fuga sin fin (1971)

Relato crepuscular de un mafiosillo venido a menos que vive en Portugal, en el Algarbe y es contratado para llevar a un chico que se escapa de prisión a Francia.
C. Scott en su papel: serio, sin concesiones, un tanto rígido pero muy bien en su contención y en su dimensión propia.

ROSENBERG, Stuart. Con el agua al cuello (1975)

Buena película, entretenida  y para pasar el rato. Con la escena de la piscina llena de agua absolutamente memorable.

POLLACK, Sydney. Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972)

Magnífico espectáculo visual, no tanta buena película como se presume, es rodada en unos paisajes absolutamente espectaculares, con un gran mérito por parte del director, y el de fotografía...

WARREN, Charles Marquis. La puerta del infierno (1952)

Bueno, un Westher más, carcelario y poco edificante, pero bien, una película más.
El Hellgate que muestra me recuerda a las primeras escenas de Grupo Salvaje, cuando van a recoger a Ángel de una prisión.

LITVAK, Anatole. La noche de los generales (1966)

Excelente película, maravillosa. Gran director, buena trama, muy bien rodada, bien ambientada, y, como era de esperar, la frustración sexual está en la base de muchos comportamientos despóticos de gente poderosa. Lo que siempre he mantenido.