lunes, 24 de diciembre de 2012

FRITZ LANG. Furia (1936)


   Excelente película, que, a mi juicio, no está a la altura de otras de Lang, aunque es magnífica, y seguramente algunos la consideren una obra de arte, como casi todo Lang. Lo que ocurre, al menos a mi, es que me gustó más La Jauría Humana, de Arthur Penn, y eso marca un poco la visión parcial que se tiene sobre esta.
   En todo caso es muy buena. Gran tensión, buen desarrollo, excelente final. Lo que ocurre es que no resiste comparación alguna con Deseos Humanos, por ejemplo.

domingo, 23 de diciembre de 2012

HATHAWAY, Henry. Cuando muere el día (1941)

     Un director que hizo de la eficacia y del oficio su arte, una cara bonita, en realidad preciosa: Gene Tierney, un diálogo eficaz, un escenario interesante, un George Sander muy en su papel y una trama novedosa.
     En plena guerra mundial un destacamento militar británico en el África central tiene sospechas de que alemanes e italianos están armando a una tribu local para levantarse contra los ingleses. Mujer guapísima, hija de inglés y árabe es la propietaria de la ruta comercial de la zona. ¿Está implicada en el tráfico de armas, o se hace a sus espaldas?. Eso intenta averiguar el guapo de turno.
    Muy interesante dos cosas. La música ocupa todo el tiempo que no hay diálogo, muy lograda por cierto, y la luz en la cara de Tierney. Esa cara, esa boca, esos ojos... una mujer guapísima de una mirada enigmática, atormentada seguramente, probablemente.

JACQUES TOURNEUR: Retorno al pasado (1947)

  Buena película, maravillosamente buena. Actores extraordinarios, gentilidad en los diálogos, malas malísima, guapas guapísimas. Hombres duros de pelar, que defienden su identidad. Dinero, estafa, declaración de la renta, provisionalidad, honestidad. Nada que temer y todo por apostar. Mundos inexistentes al día de hoy que hacen difícil imaginar hoy. Mafiosos con estilo, con personalidad, no como ahora que la dictadura del chandal gobierna la nariz colombiana de los nuevos horteras, chulos de bar... con chicas vulgares que no saben follar, sólo comer la polla.
    Mitchum debe tener un altar en algún sitio. Estoy convencido. Pertenece a la estirpe, a la raza, a la animalidad. Es un actor de género, sin duda, no te lo imaginas en un musical, ni siquiera en una comedia, pero en estos papeles es salvaje, brutal, racial, de donde vienen las tripas.
     La trama es bien conocida. Chico de buen corazón traiciona al jefe con su chica. Huida, nueva vida, nuevo amor al que explicarle que su pasado a vuelto para llevárselo por delante. Difícil elección la que tiene por delante. Nunca aciertas qué hacer.

sábado, 22 de diciembre de 2012

HAWKS, Howard. Rio Bravo (1959)

     Buena película, muy vista pero no por ello menos buena. Tampoco mejora con los años. Es buena y siempre lo será. Sin más. No me ha gustado tanto como Río Rojo, que me pareció excepcionalmente buena, pero vamos es una película fabulosa. Quizá la primera gran película del Oeste que me empezó a gustar. La recuerdo como una de mis favoritas de pequeño, pero la he visto muchas veces, demasiadas quizá, probablemente más de diez, y eso se nota para una película de esta temática. En todo caso me alegro de haberla visto otra vez, por todo, pero sobre todo por compararla con Río Rojo. Y la comparación aunque aquella sale engrandecida, ésta no pierde mucho en la comparación.
     El punto culminante de la película no es cuando Dean Martin revierte el Whyski a la Botella, sino cuando canta echado en un camastro con un pitillo en la boca y se le acompaña con una guitarra. Sabes que nada va a suceder, todo va a ir bien, al final, como debe ser, ganan los buenos.
    La chica es tema aparte, porque la verdad es que Dickinson está guapísima, con un doblaje de voz un tanto aflautado pero muy bien conseguido.
    No sé porque pero siempre me ha parecido una película para niños, que a la gente que empieza a ver cine le puede gustar mucho.

viernes, 21 de diciembre de 2012

HOWARD HAWKS: Rio Rojo (1948)


   Nuevo mil cabezas de ganado, dos mil millas, lo que separa Texas de Missuori, dos hombres, GIGANTESCA PELÍCULA.
   Descomunal interpretación de Wayne, y, sobre todo de Clift. Impresionantes escenas de la marcha de las reses, paisajes en pura naturaleza de escándalo, tensión emocional desde el primer minuto, divertimento sin pausa.
     El agua se acaba en Texas y el ganado se muere. Después de construir un rancho allí durante 14 años, trabajando día a día, haciendo suyo en sueño americano, el agua no llega. El ganado tiene que beber, y hay sólo una elección: marchar con él. Dos posibilidades se abren pare llegar a Misuori, donde sí hay agua y pastos sufucientes. Hacer todo el camino galopando y a pie, o torcer hacia un pueblo donde ha llegado el ferrocarril. Desde luego si se equivoca la opción, las posibilidades de que el ganado fallezca son enormes.
     La determinación del patrón y su fe en la encomienda mueve a las capataces, y estos a los hombres. No hay nada más seguro que su empeño en llegar, cada día unas millas más. Más de diez millas al día es una conquista. Hay que hacer dos mil. Su ahijado, en realidad desconocido pues le encontró literalmente en el desierto tras ser asesinados todos los integrantes de la caravana en la viajaba, es un gran tirador, pero, sobre todo, sabe tratar a la gente. No tiene el empuje ni la virilidad, no tiene el empaque, la potencia y la fuerza de su padre, pero es consciente que los hombres necesitas ser tratados correctamente. Atravesar desiertos, pelear contra los apaches, recuperar el ganado que se escapa, tiene que hacerse con tacto. Una noche un hombre se dirige al carro de la cocina para tomar un poco de azúcar, provoca la caída de las cacerolas y cacharros de cocinar haciendo mucho ruido y las reses se escapan... Toda la noche trabajando llega a la conclusión de que la imprudencia es grave. El patrón quiere conocer de qué color se pone la espalda del muchacho tras golpearla con su látigo. Su hijo se opone, abierta y totalmente. Es una imprudencia, sí, pero ya han atravesado el Rio Rojo, queda poco tiempo para decidir y se continua caminado en línea recta, o se desvía uno hacia el tren para llevar el ganado en tren a Misouri, y no va a permitir que un hombre que ha trabajado lealmente sea golpeado.
    Coge el mando, es apoyado por los muchachos y decide apostar por ir hacia el tren. El padre queda atrás, herido en una pierna, recuperándose y mascando su venganza...
     El hijo no pretende apropiarse del ganado, sino llevar a buen puerto la empresa, y el padre no pretende llevar a buen puerto la empresa, sino llevar razón. La escena final es memorable, dos tiros, dos heridos, una pelea a puchetazos, y la intervención con un revolver de una mujer a la que el hijo había salvado, junto con las personas que viajaban con ella en la diligencia, de una pelea con apaches, que dispara entre ellos y les dice que verdes las han segado... que ya está bien de chilipolleces... El padre le mira y le dice, a partir de mañana nuestro hierro sobre el ganado tendrá dos iniciales, la de siempre, la mía, y la nueva, la de tu nombre.
   A veces me recordaba a Ford, no solo por la temática, que obviamente, sino por la forma de rodar, planos abiertos, mucho tráveling, intensidad en la presencia de la cámara en el plano del personaje.
     Ya, para siempre, junto a Centauros del Desierto figurará en mi imaginario de películas ideales, esta de Rio Rojo.
     


domingo, 16 de diciembre de 2012

JACK POLLEXFEN. El hombre indestructible (1956)


   Tengo una carpeta con películas inclasificables, directores para mi desconocidos y rarezas de todo tipo. De vez en cuando veo una película de estas, y me encuentro con tipos como Powell o Anatole Litvak, es decir, que no tengo ni idea de cine, más allá de los cuatro tontunos que sabe cualquier aficionado.
   Digo esto no porque la película esta sea especialmente buena, o me haya gustado especialmente. Ni una cosa, ni la otra. Sino simplemente para constatar públicamente que no soy un experto cinéfilo. Aficionado, sin duda, pero nada más.
  Esta película me ha parecido interesante. Es la única del Director, no hizo más, trabajo al parecer como productor de película de miedo en los años cincuenta, en cintas que rondan la serie B, o al menos a mi me lo parecen.
 La trama de ésta es sencillita. Un condenado a muerte, por un crimen que no ha cometido, es ejecutado. Su cuerpo robado y sometido a experimentos con corrientes electricas. Revive, de manera literal, y sólo piensa en vengarse de aquellos que le traicionaron. Hay sólo un problema, la electricidad le ha hecho inmune a los disparos, su piel se ha curtido de manera tal que no pueden hacerle nada. La policía no sabe cómo pararlo, sus compinches tampoco cómo defenderse de él.
   Sus objetivos los consigue, y debe morir, pero no se sabe de qué manera... Con electricidad. Es conducido hacia una gran pila de electricidad y allí muere achicharrado.
   Nueva versión, en definitiva, de Prometeo, en versión eléctrica.

JACQUES TOURNEUR. Al caer la noche (1957)



     Impresionante película de un director magnífico. Ya no es sólo retorno al pasado, la mujer pirata y la mujer pantera. Es cine negro en estado puro, intriga, tensión y sobre todo trama. Desarrollada de manera lineal, verosímil, factible. No hay giros sorprendentes, ni extrañezas que rompan la lineal tensión creciente.
     Cómo un día de asueto, de relax, un fin de semana de caza de dos amigos en las montañas puede convertirse en una pesadilla constante. Dinero, escapadas, persecuciones, disparos, chica, final feliz.
    Por cierto, en Fargo de los hermanos Coen también desarrollada en la nieve hay un plano largo muy parecido al final de la película, probablemente es casualidad, sin más.
     Los actores muy bien, y los diálogos, no así el metraje, corto para mi.
     Tengo que profundizar en Tourneur, porque esta película me ha parecido de las mejores de los últimos tiempos.

§ 3.369. Duelo en el barro (Richard Fleischer, 1959)

  Un Western de factura clásica. Vaquero recién llegado de no se sabe dónde que se hace imprescindible para el patrón, se enamora de la chic...