domingo, 27 de mayo de 2012

JOHN HUSTON: La jungla de asfalto (1950)

     Con la perspectiva más depurada que dan los años viendo películas, ya no me parece tan extraordinaria como la recordaba. Es buena, muy buena, pero nada más. O será, a lo mejor, que del género me he visto tropecientas y ya todas la buenas.
     Muy buena música y muy buena fotografía. El diálogo algo apagado en algunos momentos. La amante tonta demasiado tonta, demasiado Marilyn, los demás actores estupendos, especialmente Sterling Hayden contenido en el rostro y muy en su papel de matón de poca monta con aires de ganadero provinciano llegado a la ciudad.
     La trama es un clásico en las películas de atracos. Un ex-presidiario muy reconocido en el mundo del hampa busca financiación para el atraco de un banco que guardar joyas muy valiosas. Un abogado arruinado pero bien considerado socialmente le intenta prestar el dinero pero pretende engañar a todo el mundo, robando a su vez a los ladrones cuando depositen las joyas en su casa.
     Chica buena atiende al matón cuando es herido y en su huida pretende llegar a su pueblo... Nada más bajar del coche muere.
     Dentro de las películas de atracos es un clásico muy bien considerado. Los cánones del género los instala el film, la rápida distribución de personajes: el bueno, el malo, el miserable, el cara, el policía corrupto, el policía bueno al matón de buen corazón, el iluso, el listo sin suerte... Todo muy organizado, lo que facilitaría su visionado por diferentes edades: jóvenes chavales de instituto y mayores de toro orden y condición.
     La fotografía es muy buena, con una gran calidad, lo que seguramente facilita la remasterización del original.
     En realidad Huston es un maestro en la consolidación de líneas nuevas de filmografía por la que transitan luego otros directores. Le casa con esta y con El Halcón Maltés, le pasa con Reflejos en un ojo dorado; con el Hombre de Makcintosh; con El Hombre que pudo reinar; La noche de la iguana, etc.
    Me gusta mucho Huston, excepto dos tres cositas que a lo mejor eran meramente alimenticias: La Burla del Diablo, y Evasión o Victoria, que si no fuese por la famosa escena de Max Von Sydov levantándose con la mirada acuosa no tendría mucha validez.

sábado, 26 de mayo de 2012

SAMUEL FULLER: El diablo de las aguas turbias (1954).

     Buena película del muy buen director Fuller, de su época más fructífera: la bélica. Un Richard Widmark estupendo, magnífico, soberbio, y unos secundario de muy buen ver. La trama típica de la época de entreguerras, de la guerra fría. Un capitán de navío norteamericano es contratado por una sociedad secreta que promueve la paz para realizar una investigación en aguas del norte del Japón. Se sospecha que potencias extranjeras están realizando pruebas nucleares. Lo que se convierte en un viaje para llevar allí a un científico y su hija, también científica, acaba convirtiéndose en una acción bélica, pues actúan para impedir que un avión disfrazado con los colores de los Estados Unidos bombardee el norte de Corea.
     Típica película del género que se deja ver, con algunas escenas, sobre todo la de la falta de oxígeno, bastante decentes. Fuller en estado puro, del tipo Cascos de Acero o A bayoneta calada.
     El otro Fuller, en el Uno Rojo: División de choque me gusta menos. Quizá ser más profundo, cosa que dudo, pero me gusta menos.

viernes, 25 de mayo de 2012

ROBERT SIODMAK: Pesadilla (1945).

     Impecable formato para una buena historia. Una hermana enamorada de su hermano impide con dilaciones relacionadas con la imposibilidad de encontrar una casa donde ir ella y su otra hermana viuda tras el enlace acaba rompiéndolo. El hermano, un George Sanders más que razonablemente bien interpretado fantasea con asesinarla con veneno. Y parece que así lo hacer, pues el último tercio de la película gira alrededor del asesinato. Pero no el de la hermana más odiosa, seudo enferma, siempre en una habitación rodeada de plantas y con una temperatura excesivamente elevada, sino de la otra hermana, la más razonable, la que no había puesto ningún impedimento a la boda, antes al contrario. Un error en la taza de chocolate que iba destinada a una hermana pero al final bebe otra provoca el desenlace tan desagradable. Pero el hermano deja que cargue con la culpa la hermana que es enviada al patíbulo. 
     Al final, en los últimos dos minutos se aclara que lo que ha ocurrido ha sido un sueño del hermano, una "pesadilla". No ha asesinado a nadie, nadie a muerto. Simplemente ha fantaseado con ello. Su novia ha decidido no casarse con el rival amoroso y vuelve a él, que lleno de valor decide romper con su hermana.
     Más que un triángulo amoroso narra la obsesión siniestra de una posesión que sólo le falta el incesto para ser plenamente repugnante.
     No es de las más descollantes de Siodmak, peor se deja ver. Más en la línea de la Dama Desconocida que del Abrazo de la Muerte o Forajidos, auténticas obras maestras.

jueves, 24 de mayo de 2012

FRANZ KAFKA: Aforismos, (trad.: Andrés Sánchez Pascual), Debolsillo, 2006.

     En un intento de dedicar el año 2012 a todo Kafka empiezan a caer las obras. Ésta la compré en Madrid, el febrero de 2010, en la cátedra de Tortuero Plaza. Hay que reconocer que la oscuridad de Kafka no sólo se debe a las temáticas, barrocas y circulares, sino también debido a la simbología y a las formas de expresión que emplea. Es conveniente leer este tipo de obras poco a poco, dos o tres aforismo día a día, para intentar reflexionar sobre ellas, poco a poco.
     El propio Kafka no era consciente de estar elaborando un catálogo de máximas de experiencias, ni nada parecido, lo que contribuye en buena medida a oscurecer todavía más las frases y las palabras, muchas de ellas con varios significados.

domingo, 20 de mayo de 2012

OTTO PREMINGER: Daisy Kenyon (1947)

                                                                               

 Interesante triángulo amoroso entre Joan Crawford, y Dana Andrews y Henry Fonda. La chica es amante de un abogado pero se casa con un militar. El problema surge cuando aquel se divorcia. Entre los dos surge una rivalidad para conseguir a la chica. En el último momento ella se casa con el militar y aquí adquiere el problema otra dimensión.
     Muy buena película, que parece comenzar por comedia pero va evolucionado a drama, sin llegar a tragedia. Personajes muy bien construidos, sin ninguna fisura. Muy interesante las escasas participaciones de la mujer del abogado. Mala, muy mala, con una malicia que llega a afectar a las hijas del abogado.
     No es una repetición de Laura, pero es que eso no es posible ni siquiera en Preminger.
     Muy bien remasterizada con un sonido muy bueno, sin niebla en la visualización.

sábado, 19 de mayo de 2012

CAROL REDD: El tormento y el éxtasis (1965)

     Maravillosa película. Un gran descubrimiento para mi. La conocía pero no creía que iba a ser tan buena como es. Buen comienzo con una descripción general de Miguel Ángel y su obra en perspectiva cronológica. Luego la presentación de la trama. Rex Harrison simplemente magistral, y Charlton Heston muy contenido en su papel pero brillante.
     La historia es bien conocida: la brillante pugna intelectual entre Miguel Ángel y el Papa Julio II por construir la Capilla Sixtina según las ideas e intereses de cada uno de ellos. De la confrontación de intereses surge una batalla en toda regla por el control de crear y por posición de los artistas en la subordinación al poder político, en aquel caso papal.
     Los diálogos son buenos pero no especialmente brillantes. Sin embargo la música es espectacular. Alex North consigue otra, -cuántas van-, obra de arte. 
     Quizá le falte un mejor desarrollo final, ya que parece que cae irremisiblemente en un sólo desenlace posible, difícilmente comprobable. La muy buena idea inicial de presentar la película siguiendo un guión de las obras del Florentino quizá hubiera merecido un epílogo de similar entidad, exponiendo en una cierta visión panorámica su vida y obra
     Llama mucho la atención, a mi por lo menos me parece notable, la muy bien tratada capacidad de aislamiento del autor para concertarse únicamente en el arte, renunciando expresamente a familia, amigos, hijos y amores mundanos. Es una idea recurrente en artistas, escritores y genios, pero en una película no lo había visto con tanta claridad. Kafka también vivía de esa forma su capacidad creativa, aunque en su caso de una manera más enfermiza, delirante y poco afortunada. En Miguel Ángel es claramente una opción personal más allá de los estímulos mundanos que pudieran espolear su carácter o su corazón.
     A diferencia de lo que pudiera pensarse no estamos en presencia de una película religiosa, antes al contrario. Lo religioso funciona como atrezo, como tramoya, como complemento, pero no es material principal de la película, más allá de dos conversaciones cerradas en sí mimas y que no tienen especial significación en el desarrollo y desenlace de la película. 
     

domingo, 6 de mayo de 2012

RICHARD BROOKS: Con los ojos cerrados (1969)

     Brooks es un valor seguro. Si no sabes qué ver y tienes pendiente alguna suyo, no lo dudes. Sólido, firme, buen narrador, siempre con buen pulso. Incluso en una trama como esta, crítica con una institución tan norteamericana como el matrimonio lo hace muy bien. Una madura pero guapísima Jean Simmons pierde su vida entre Vokda y Sedondal para amortiguar la infidelidad de su marido. No es que él sea un crápula, la quiere y todo eso, pero tiene una amante. El espectador no lo sabe a ciencia cierta pero lo imagina. Sin embargo ella no es que trabaja con la hipótesis, es que se está dejando la vida en ello, incluido un intento de suicidio.
     Suelen celebrar su aniversario de boda con una fiesta. En este año, el número dieciseisavo una sorpresa le deparará ella. Viaja a Nassau sólo con un billete de ida para ver la isla, para descansar, porque le apetece, a pesar de tener muy restringida las posibilidades de viajar o de manejar dinero, dados sus antecedentes: alcoholismo, suicidio, etc.
     Vuelve rehecha, más madura, mejor. Sin dependencias. Vuelve a trabajar. Él le pide que vuelva a casa y ella le pregunta ¿te volverías a casar conmigo si fuesen libre?. No hay respuesta, él baja los ojos, termina la película.
     Crítica feroz a la institución matrimonial y a sus clásicos arreglos domésticos. Hay una escena muy bien conseguida cuando ella está en la isla y se encuentra a una amiga de la carrera y a su amante varón, casado naturalmente, que hace un discurso sobre cómo la sociedad contemporánea ha construido su progreso económico y social sobre la protección a una institución que lo único que hace es socializar el sexo para embocarlo en un cauce razonablemente permitido. Brillante, muy brillante.
     Michel Legrand hace la música, muy buena, y hay una canción que no he visto de quién es en los créditos, quizá de Shirley Beckett muy bien entonada.
     En definitiva, excepto para quienes la temática de los dramas amorosos le llegue lejos, es una muy buena película, bien rodada, bien expuesta, y con actores muy razonables. El demasiado plasticoso John Forsythe quizá sobreactúa un tanto. Si a estos actores los sustituyes, diez años más tarde por Robert Redford y Barbara Streisant tenemos otra película: Tal como éramos, mucho mejor ésta, sin duda.

§ 3.350. La tragedia de la Bounty (Frank Lloyd, 1935)

  La primera versión de un clásico de aventuras. Me encantó la de Milestone de 1962. Algo menos la de Donaldson de 1984. Reparto espléndido,...