sábado, 2 de diciembre de 2017

ASQUITH, Anthony. Al final de la noche (1962)


   La madurez vital tiene extrañas repercusiones en el comportamiento. En algunos seres humanos consigue lo mejor, en otros los proyecta hacia senderos no transitados antes, en otros, en fin, los duerme en la medianía de la vida rutinaria, familiar y sencilla.
    En este caso hace de un hombre aburrido de sí mismo, petulante con una evidente tendencia al alcoholismo, no especialmente satisfecho de la vida a posicionarse en la ayuda a un hombre perseguido por la policía de un país sudamericano ficticio tras un golpe de estado.
     El guión es interesante, la temática también, los actores están razonablemente bien, pero el resultado final no es tan prometedor como parecía. Es un poco larga, 100 minutos, quizá le sobren veinte, y eso se nota en algunas escenas, artificialmente largas. El comienzo es magnífico, la presentación de los personales atrayente, pero no sé qué ocurre que a medida que va caminando la trama la perspectiva comentada se diluye. Al final la película cambia, ya no se trata de analizar cómo se comporta un hombre, o incluso un matrimonio, ante situaciones singulares, que les sitúan en la necesidad de mostrar aspectos de su personalidad no conocidos por ellos mismos hasta entonces, sino de comprobar si, al final, el Presidente del país es capaz de escapar de los nuevos mandamases o no.
     Y, obviamente, no se trataba de eso. Director desconocido para mi, con un David Niven... como siempre, mejor presencia que actuación, y con una Leslie Caron muy interesante.

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