lunes, 16 de noviembre de 2015

HATHAWAY, Henry. Alas y una plegaria (1944)

   Película de propaganda en una época muy singular, donde el cine estaba al servicio de una causa bélica como instrumento propagandístico el Estado.  No hay una sola película de Hathaway que no sea una buena cinta. Ésta no es una excepción. No es de las cuatro o cinco cintas que a mi me parecen absolutamente sensacionales, pero desde luego está muy bien. Como película de guerra es buena, está muy bien narrada y tiene algunas escenas muy interesantes. Desde luego es un genio mostrando la veracidad de las cosas, en concreto en esta película las escenas relacionadas con el funcionamiento del portaaviones, cómo lo muestra por debajo y deja ver su altura, y el sistema de enganche de los aviones cuando aterrizan con esos claves que suben y bajan para retener el avión, están muy bien, son seguramente auténticamente reales.
    Además tiene como cogida la medida a los 93 minutos. Varios cintas suyas, o al menos a mi me lo parece, tienen ese metraje, lo cual se agradece.
     Hathaway no es un cineasta de pretensiones, no creo que él entendiese que lo que hacía fuese arte, o artístico. Era, simplemente, un director de cine, que hacía muy bien su trabajo. Es un poco como Ford, seguramente a los intelectuales del cine les canse su trabajo, sus películas serán consideradas pasteleras o simplemente prescindibles. Sin embargo, a los que entendemos que el cine, por encima de cualquier otra consideración, tiene que entretener, ser capaz de conmover, insuflar valores, y no adoctrinar, pues nos parece un directo excelso.

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