lunes, 23 de diciembre de 2013

LANG, Fritz. Guerrilleros en Filipinas (1950)

     Probablemente sea una película de encargo, de las alimenticias, de esas que haces porque estás en la industria y necesitas no perder el pulso de la dirección, de las que al final las miras con cierta distancia. Pero pasa en todas las profesiones, en la música, en la literatura, el periodismo o la universidad, sin ir más lejos.
     Cierto que es una de sus peores cintas, pero a mi no me ha parecido tan mala como he leído por ahí... No tiene el empaque, la trama o la profundidad de otras, pero no me parece nada mala. Está bien rodada, con un metraje más que aceptable, diálogos comprensibles, enmarcada en un momento histórico concreto y definido y con actores más que razonables.
     Con respecto a Tyrone Power alguna cosa hay que decir. No es, ni mucho menos, mi actor favorito, pero tiene algo que te suena familiar, ahora le ves aquí, en otra película de no sé quien, en aquella de menganito y empiezas a valorarle como alguien conocido, como un actor sólido que hace su trabajo, que transmite su potencialidad dando forma a personajes creíbles, ciertos y bien definidos. Michele Presle tiene una cara angelical, de esas tiernas que no sabes si quien las define en la película quiere que sean esposas o madres, o las dos cosas al mismo tiempo.
     La película adolece de alguna escena importante de combate, quizá por la entidad del director podría pensarse en una gran batalla, en el mar, o en tierra, un desembarco. Pero no, nada de eso, Lang no es ese tipo de director, es otro, y hay que pedirle otras cosas. Es como si a Hitt le pidieras una película de amor: y te hace la ventana indiscreta.

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