sábado, 9 de febrero de 2013

LUMET, Sidney. A la mañana siguiente (1986)

     Buena película, entretenida mejor dicho. Muy de verla y ya está, sin pretensiones, sin mucho que ofrecer pero muy digna. Bien hecha, bien filmada, metraje correcto, actores en su línea, mejor Bridges que Fonda, a mi juicio.
     Una chica se despierta completamente bebida en una cama de no se sabe qué habitación, a su lado hay un hombre asesinado, un puñal en el centro del corazón así lo atestigua.
     Huye despavorida, de nada se acuerda, el alcohol no le permite recordar qué ha pasado. Acude a su ex marido, un peluquero de buena fachada con el que mantiene una extraña relación de amistad y protección por parte de él. Peripecias varias, encuentro con el ex policia dado de baja permanente por un problema médico en un hombro que sospecha que es inocente, vuelta a ver a su ex marido que va a casarse con otra mujer... y desenlace más o menos esperado: a la novia de su ex le hacía chantaje el fallecido por lo que urdieron su muerte, pretendiéndosela colgar a la chica. Última escena más o menos tierna en donde ella decide quedarse con él en el hospital para curarse de las heridas sufridas en el violento encuentro que han tenido los cuatro. En realidad se queda por ella misma, pues lleva días sin beber y necesita continuar en la senda de la tranquilidad  que en este sentido le da el ex policía.
     Muy de Lumet, aunque no es de sus mejores cintas.

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