sábado, 28 de abril de 2012

CLINT EASTWOOD: Banderas de nuestros padres (2006)

     Aunque por momentos es épica y tiene algo que engancha no es una película redonda. Historia real de la batalla de Iwo Jima, el desembarco de los marines y la toma de la isla en una cruentísima batalla que se recordará, más que nada, por la historia de la bandera, alzada en lo alto de la colina de la isla el quinto día de batalla. Se tardaron 40 días más en ganarla completamente.
     Tres muchachos alzan una bandera de barras y estrellas en lo alto de la colina. Son inmortalizados con una foto de un periodista, y utilizados todos por el gobierno para estimular a la población civil para que compre bonos patrióticos, bonos para sufragar los gastos militares.
     Hábil mezcla de escenas de guerra con lo acontecido con posterioridad, y buen retrato sicológico de uno de los personajes, un indio protagonista en la batalla.
     Lo característico de la historia de la bandera es que casi un fraude. Por dos razones. Da a entender que   esa bandera se ha puesto al finalizar la batalla, como acto último de sumisión del enemigo. Como si ya fuese territorio yanki. Y no es así, se puso el 5 día de una batalla de mes y medio. Y, en segundo lugar, porque la foto no es la primera que se hizo. Antes se había colocado otra bandera, que un capitán o general quiso llevársela. Hubo que colocar otra segunda, que es la de la foto.
     Propaganda bélica en estado puro, que el director intenta desmenuzar sin conseguirlo del todo.
     No es una mala película, pero que nadie busca algo parecido a Mystic River, o Sin perdon, nada que ver con Medianoche en el Jardin... Algo más parecido a Poder Absoluto y cosas por el estilo. Ni siquiera alcanza a su posterior Invictus...
     Los que gusten del cine bélico tampoco encontrarán nada satisfactorio el film, pues carece, adrede naturalmente, de ese componente épico tan característico de la industria del entretenimiento cinematográfico norteamericano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

§ 3.370. Monamour (Tinto Brass, 2005)

La historia esperada de Brass. Esperada pero lo hace bien. Un erotismo sofisticado, nada palurdo, nada romántico, fuera de los cánones explí...